La Plata: Monseñor Carrara visitó a los abuelos, abuelas y enfermos que viven en el Hogar Marín y predicó contra “el bichito de la soberbia”
26-04-2025
07-04-2025 | En tiempo de Cuaresma
La Plata: Monseñor Carrara visitó a los abuelos, abuelas y enfermos que viven en el Hogar Marín y predicó contra “el bichito de la soberbiaâ€
Así lo enfatizó el Arzobispo platense en la visita al hogar administrado por la congregación Marta y María donde residen ancianos, ancianas y enfermos.
En el marco de las visitas pastorales por todo el territorio arquidiocesano, el arzobispo Gustavo Carrara visitó este sábado 5 de abril el Hogar Marín de la ciudad de La Plata, donde residen ancianos, ancianas y enfermos al cuidado de las hermanas de la congregación Marta y María.

Invitado por la Madre Superiora y provincial de esa congregación guatemalteca, Hna. Jeannette, saludó y bendijo a las personas y luego presidió la Eucaristía en la capilla, acompañado por los sacerdotes Carlos Herlein y Rogelio del Piero como concelebrantes.

Gustavo Carrara valoró el servicio que las hermanas prestan en ese lugar siendo fieles a su carisma y también resaltó la hermosa capilla.

El arzobispo Carrara invitó a mirar el significado y valor que representa la misericordia de Jesús: “Estamos caminando el tiempo de la Cuaresma y estamos preparando el corazón para celebrar la semana más importante de nuestra fe que es la Semana Santa. Allí descubriremos que Jesús nos amó y nos salvó y que nuestra esperanza está en la misericordia de Jesúsâ€.

Centrándose en el evangelio de Juan, que relata a Jesús y la mujer sorprendida en adulterio, el Obispo manifestó: “La pregunta de Jesús o la afirmación de Jesús, mejor dicho, ‘el que no tenga pecado que arroje la primera piedra’, nos mete a todos en la misma comunidad. En la comunidad de los necesitados de la misericordia de Dios, en la comunidad de los necesitados de su perdónâ€.

“Es la misericordia la que fue corriendo las piedras para que no caigamos en cosas malas o terribles. La misericordia no solo nos perdona, sino que hay una misericordia preventiva que nos ayuda a no desbarrancar en la vidaâ€, afirmó.

“Por eso -dijo- el evangelio de hoy es un evangelio para pedir y agradecerâ€, y llamó a “nunca creernos más justos o justas que nadie, nunca andar por la vida señalando con el dedo ‘yo soy bueno, ella es mala o yo soy santo y él no lo es, porque allí puede picarnos el bichito de la soberbiaâ€.

Sobre el final de sus palabras, el Arzobispo Gustavo expresó que “hoy nos reconocemos ante Jesús necesitados de su perdón y su misericordia, somos agradecidos de su misericordia y nunca es demasiada la confianza que podamos tener en la misericordia del Salvadorâ€.

Durante la celebración, fueron bendecidas y recibidas dos nuevas abuelas que formarán parte de la gran familia del Hogar.