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| 19-03-2011 | Torneo Clausura | |||
| River y Arsenal quedaron a mano en el duelo en Sarandà | |||
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| Desde el arranque, el partido se planteó como una verdadera batalla, desde lo táctico y también por la intensidad de las acciones, porque ambos equipos se plantearon no regalar ni un centÃmetro, porque miran tanto los primeros puestos del torneo como la tabla de los promedios. Por ese espÃritu de los protagonistas, hubo más lucha, especialmente en la mitad de la cancha, que claridad y juego asociado, aunque las emociones se emparentaron a las situaciones de peligro que fueron generando los dos. River, fiel a esta etapa de Juan José López, se mantuvo con el esquema de siempre, de dos enganches (Lamela y Lanzini) y un solo atacante, Mariano Pavone, que muchas veces luchó en desventaja numérica contra la defensa de Arsenal. Y el equipo de Gustavo Alfaro mostró la intención de quebrar la estructura del mediocampo de River a partir del adelantamiento de sus carrileros, porque Aguirre, por la derecha, y Caffa por la izquierda, obligaban a que Ferrari y DÃaz estuvieran más atentos a la marca que a la proyección. Con este panorama, Arsenal sacó una luz de ventaja, con la circulación de la pelota, utilizando mejor los laterales, mientras que River apostó a la profundidad de sus acciones a partir de lo que podÃa generar Mariano Pavone, quien se retiró lesionado en el comienzo del segundo tiempo. El primer grito en Sarandà fue para River, que sorprendió a Arsenal, en una acción de laboratorio. Porque a los 13 minutos, Lamela ejecutó con precisión un tiro de esquina y Maidana se anticipó a todos en el área para poner la cabeza y establecer el 1 a 0. Al elenco de Juan José López, la alegrÃa le duró apenas 3 minutos, porque tras un centro desde la izquierda de Kuproviesa, Mauro Obolo puso la punta de botÃn, para desviar el balón y confundir a Juan Pablo Carrizo, quien reapareció en el arco de River. En el complemento, pese a sufrir la baja de Mariano Pavone (se retiró con un molestia muscular), River aumentó sus ambiciones, y salió a presionar más arriba a los volantes de Arsenal, lo que le dio más presencia en la ofensiva a los juveniles Lamela y Lanzini. AsÃ, a los 10 minutos, Lamela abrió hacia la izquierda para Juan Manuel DÃaz, quien llegó hasta el fondo y mandó un centro envenenado, pero cuando Caruso se preparaba para empujar el balón al gol, apareció Aguilar para salvar a Arsenal. La paridad del primer capÃtulo no se expresó en el segundo, donde River contó con las mejores oportunidades, a través de un tiro libre de Lamela y un remate desde la puerta del área de Bordagaray, que se fue apenas, por arriba del travesaño. Igual, Arsenal también tuvo una chance para quebrar el empate, porque en un pelotazo largo, Obolo le ganó la pulseada a la defensa de River, quedó mano a mano con Carrizo y su remate obligó a una gran intervención del arquero visitante. En el último minuto, River tuvo dos chances seguidas, que Campestrini salvó milagrosamente y de esa manera, el partido finalizó con un empate que no le sirve demasiado a ninguno, porque los dos perseguÃan la necesidad de sumar de a tres. |
