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| 05-03-2025 | HIPERTENSIÓN ARTERIAL | |||
| El 75% de la sal consumida proviene de alimentos procesados y comidas preparadas fuera del hogar | |||
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“La sal es un componente básico de la alimentación humana en general. Juega un papel fundamental en nuestra salud, tanto para bien como para mal. Este mineral es necesario para el funcionamiento adecuado de nuestro organismo, pero su consumo excesivo puede acarrear graves consecuencias para la saludâ€, explicó la Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC.
La sal cumple varias funciones vitales el organismo:
-Equilibrio hÃdrico: el sodio ayuda a regular el balance de lÃquidos en el cuerpo.
-Transmisión nerviosa: es fundamental para la conducción de impulsos nerviosos.
-Contracción muscular: participa en el proceso de contracción y relajación de los músculos.
-Absorción de nutrientes: facilita la absorción de ciertos nutrientes en el intestino delgado.
Sin embargo, “el consumo excesivo de sal se ha convertido en un problema de salud pública a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ingesta diaria recomendada no debe superar los 5 gramos por dÃa para adultos, aunque en Argentina el consumo promedio duplica o triplica esta cantidad. (entre 10 – 14 grs diarios)â€1, sentenció Cáncer.
El exceso de sal en la dieta está directamente relacionado con la Hipertensión Arterial, uno de los principales factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares, enfermedades renales y cerebrovasculares. En este sentido, la hipertensión es un riesgo de salud importante en América. Se estima que entre el 20.7% y el 56.4% de la población adulta de entre 30 y 79 años, dentro de los estados miembros de la OPS, tiene hipertensión.2
Efectos negativos del consumo excesivo de sal:
-Hipertensión arterial.
-Mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
-Retención de lÃquidos.
-Sobrecarga renal.
-Osteoporosis.
La industria alimentaria juega un papel importante en este problema. Aproximadamente el 75% de la sal que consumimos proviene de alimentos procesados y preparados, no de la que añadimos al cocinar o en la mesa.3
Ante esta situación, varios paÃses han implementado estrategias para reducir el consumo de sal en la población.
Recomendaciones para reducir el consumo de sal:
-Leer las etiquetas de los alimentos y optar por opciones bajas en sodio.
-Cocinar en casa con ingredientes frescos.
-Utilizar especias y hierbas (pimienta, mostaza, ajo, perejil) para dar sabor a las comidas en lugar de sal.
-Limitar el consumo de alimentos procesados y comidas rápidas.
“En definitiva –continuó la Dra. El Haj-, la sal es un componente importante en nuestra dieta, pero su consumo debe ser moderado. La clave está en encontrar un equilibrio que nos permita beneficiarnos de sus propiedades sin poner en riesgo nuestra salud cardiovascular. La educación nutricional y la colaboración de la industria alimentaria son fundamentales para abordar este desafÃo de saludâ€.
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