El entrenador de Vélez, Gustavo Quinteros, subcampeón de la Copa Argentina al perder la final por 1 a 0 contra Central Córdoba, fue crítico con la AFA, la organización del fixture y el arbitraje: “el calendario perjudicó mucho a Vélez”.

El DT no estaba conforme con el tiempo de descanso que había tenido su equipo, ya que “jugó cuatro partidos en 11 días”, mientras que los titulares de Central Córdoba “pudieron descansar el pasado fin de semana”.

Además, Quinteros opinó que hacer que su equipo juegue tantos partidos seguidos desprotegió a un grupo de jugadores “que merece tener más descanso y está peleando en todos los frentes”. También comentó que sus jugadores estaban muy cansados, y que tuvo que cuidar el físico de los volantes Claudio Aquino y Francisco Pizzini al hacerlos ingresar a la final en el segundo tiempo.

El entrenador mostró, también, su disconformidad con el nivel del arbitraje y con la reiteración de réferis en los partidos de su club, al mencionar que les “pusieron a Fernando Echenique tres veces seguidas” y nunca a otros árbitros “muy buenos”.

Ya centrado en lo deportivo, el entrenador de 59 años destacó que “Central Córdoba ganó bien porque hizo el gol y se dedicó a hacer su juego” y no dejó pasar la oportunidad de felicitar por el triunfo a sus jugadores y a su DT, Omar De Felippe. Sobre sus dirigidos, opinó que no tuvieron “las fortalezas ni la preparación” para hacer un partido que les diera la oportunidad de ganar.

De cara al futuro, en el que el “Fortín” se jugará el campeonato de Primera División cuando reciba a Huracán, el próximo domingo 15 de diciembre a las 19:30, Quinteros describió a esa fecha como “una próxima oportunidad de conseguir algo tan valioso como un título” e informó que reemplazará al defensor Emanuel Mammana, que cumplirá la sanción por haber acumulado cinco tarjetas amarillas, con alguno de los centrales Damián Fernández o Patricio Pernicone.

Sobre el final de la conferencia, el director técnico fue preguntado sobre el escándalo que se vivió en la platea instantes después del final del partido, con golpes e insultos entre hinchas y que tuvo la participación de algunos jugadores, pero el DT afirmó no haber visto nada de lo sucedido, y esperó que “no haya sido algo grave”.