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22-10-2024 | "Va camino a la santidad", anunció monseñor Bochatey | |||
Por los 20 años de la beatificación de MarÃa Ludovica emotiva fiesta de acción de gracias en la Catedral de La Plata | |||
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Este sábado 19 de octubre la ciudad de La Plata conmemoró los 20 años de la beatificación de Sor MarÃa Ludovica con una caminata misionera que partió del Hospital de Niños, fundado por la religiosa, hacia la Catedral y con una misa misa de acción de gracias que fue presidida por el Administrador Apostólico, monseñor Alberto Bochatey OSA acompañado de los obispos auxiliares, curas, fieles, creyentes y vecinas y vecinos en general. El Obispo llamó a tener diálogo personal con la Beata para que “la santidad pueda crecer entre nosotros, para que la sociedad sea más unida, haya menos violencia, mayor comprensión y fraternidad, una patria de hermanos, y que también podamos mejorar la atención de los niños en el hospital y en todos los hospitalesâ€.
De la caminata misionera participaron cientos de personas, niños, adolescentes y jóvenes de grupos de Scouts, fieles de las distintas comunidades parroquiales, sacerdotes, movimientos, autoridades y personal de ese hospital, junto con las hermanas de la congregación Hijas de la Misericordia, que llevan adelante diversas tareas en el nosocomio.
A lo largo del trayecto, las calles de la ciudad corearon el nombre de la beata, agradeciendo su vida, su obra y legado, con carteles, pañuelos y globos de color azul que representaban a cada uno de los niños que por diversos motivos de salud se encontraban en los pabellones del hospital y no podÃan participar.
Ya en la Catedral, se celebró la misa de acción de gracias, que fue presidida por el Administrador Apostólico, monseñor Alberto Bochatey OSA y concelebrada por los obispos auxiliares, monseñor Jorge González, monseñor Federico Wechsung y también varios sacerdotes. Participaron además diáconos permanentes y seminaristas.
En un templo colmado y ante la presencia de la reliquia de la beata Ludovica en el centro del templo, monseñor Bochatey recordó que “hoy es un dÃa de fiesta y estamos celebrando nada más y nada menos que el misterio de la santidad personal. Nuestra beata Ludovica que va camino a la santidad es una de nosotros, entre nosotrosâ€.
“Estamos en esta catedral bellÃsima, donde la columna más bonita es Sor MarÃa Ludovica. Allà en un rinconcito, en nuestra Catedral, está el tesoro más grande, junto con la presencia del Señor en el Sagrario. Quien mira y admira la Catedral de La Plata, mira y admira a la beata Ludovicaâ€, manifestó.
“Ludovica -dijo- era una persona cercana a nosotros. Ella llegó a una ciudad y a una Argentina de principios del siglo XX y encontró una tierra de inmigrantes que comenzaban a llenar nuestra patria, una Argentina con muchas capacidades y potencia para el futuro, pero también con mucha pobreza. También se encontró con muchos niños que querÃan crecer, querÃan tener la vida de la sabidurÃa, de la fe, del conocimiento y de la salud; encontró un hospital con muchas necesidades y ese misterio tremendo de la enfermedad de los niñosâ€.
Bochatey aseguró que “es una maravilla ver a tanta gente que se dedica con inmenso amor y misericordia a la vida de los niños, no solo las hermanas que atienden el hospital, sino los médicos, enfermeros, personal de administración y de mantenimiento, todos los que tienen que ver con el mundo de la pediatrÃaâ€, porque “no hay nadie, ni uno solo, que no esté ahà por vocación y quien permanece en un hospital sirviendo lo hace por vocación, por amor, no por dineroâ€, enfatizó.
En tanto, afirmó que “vidas como las de Sor MarÃa Ludovica nos impulsan, nos empujan a poder a hacer las cosas bien, a pesar de las dificultades. Ella se ocupaba hasta de las cosas más sencillas y justamente las cosas más sencillas, perseverar en las obras del amor, muestran la grandeza del EspÃrituâ€.
El Administrador Apostólico animó a “tener un poco de diálogo personal con Ludovica, y decirle que nos queremos comprometer con ella haciendo las cosas más sencillas que haya que hacer, pero para que la santidad pueda crecer entre nosotros, para que la sociedad sea más unida, haya menos violencia, mayor comprensión y fraternidad, una patria de hermanos, y que también podamos mejorar la atención de los niños en el hospital y en todos los hospitales, estando cada vez más cerca de ellos y que sientan que, a pesar de sus dificultades de salud, hay una fortaleza inmensa del EspÃrituâ€.
Finalmente, pidió que las “ideologÃas de turno no perturben la espiritualidad del Evangelio, no destruyan el rol de identidad preciso que tenemos cada uno y cada una de nosotros/as en la Iglesia. Este es un ejemplo, de una italianita que no solo construyó un gran hospital, sino que construyó una santidad y que nos da el regalo de compartirla en nuestra ciudadâ€.
Antes de la bendición final, monseñor Bochatey extendió a la comunidad el saludo del intendente de la ciudad, Julio Alak, quien no pudo estar presente.
Luego de la celebración los obispos y algunos sacerdotes impusieron sus manos a niños y enfermos.
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