A 19 años del acto terrorista en el que murieron 29 personas y más de 200 resultaron heridas en la embajada de Israel, se realizó un acto conmemorativo en la esquina de Suipacha y Arroyo, donde estaba la sede diplomática, a la misma hora en la que se produjera el atentado, las 14:50, cuando se realizó un toque de sirena.

Luego de la lectura de los nombres de los 22 fallecidos identificados, se colocaron ofrendas florales en nombre de los familiares, el Estado argentino, el Gobierno porteño y el Estado de Israel.

Durante el acto, el canciller Héctor Timerman manifestó, "la Presidenta (Cristina Fernández) está comprometida con esta causa, para acabar con la impunidad".

Además, dijo, "nadie del Gobierno a dejado de buscar formas de contribuir con la Justicia para llegar al final de esto".

"Lamentamos profundamente que un país amigo y cercano como Israel haya sufrido las consecuencias del terrorismo internacional en territorio argentino. Los ataques contra la Embajada y la AMIA fueron ataques al pueblo argentino", agregó Timerman.

A su vez, el Canciller destacó, "el castigo a los culpables es indeclinable. Hay que acabar con la impunidad. Se trabaja para que la impunidad y el encubrimiento no prevalezcan".

Por su parte, el embajador Daniel Gazit sostuvo, "realizamos este acto para recordar a las 29 víctimas que murieron aquí. El corazón de Israel está junto a las familias de las víctimas y junto al pueblo argentino".

"La lucha contra el terror significa la censura a los países que lo apoyan. Es Irán quien apoyó el terror de los años 90. Es Irán el país cuyo presidente llama a borrar a Israel del mapa", agregó el diplomático.

Asimismo, expresó, "si logramos unirnos y consolidarnos triunfaremos sobre el mal y construiremos un futuro mejor para nosotros y para nuestros hijos. La lucha contra el terror trasciende países y culturas".

El ataque terrorista que destruyó completamente la embajada de Israel en Argentina fue perpetrado el 17 de marzo de 1992 y causó 29 muertos y 242 heridos.

A las 14:42 de ese día, un furgón Ford F-100 conducido por un suicida fue cargado con explosivos y estrellado contra el frente del edificio, causando la destrucción de la embajada, y daños a una iglesia católica y una escuela ubicada en un edificio cercano.

El Argentino