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02-07-2024 | CIENCIAS BIOLÓGICAS Y DE LA SALUD | |||
Hallazgo clave sobre el Zika: descubren que el virus usa el sistema de defensas humano a su favor para avanzar con la infecci贸n | |||
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En 2020, mientras la irrupci贸n del SARS-CoV-2 paralizaba al mundo, en el Laboratorio de la investigadora del CONICET Andrea Gamarnik, la actividad se multiplicaba. Y bajo su direcci贸n se pusieron todas las energ铆as en poder dar respuesta a la emergencia sanitaria.
As铆, quedaron en un segundo plano sus estudios pioneros sobre dengue, que le valieron reconocimiento internacional, y los m谩s incipientes sobre Zika, virus que en 2016 hab铆a encendido todas las alarmas por su r谩pida expansi贸n y los efectos que generaba sobre todo en mujeres embarazadas, dado que como atraviesa la placenta produce graves trastornos neurol贸gicos en los reci茅n nacidos. Las im谩genes de beb茅s que nac铆an en Brasil con cabezas m谩s peque帽as de lo normal (microcefalia) dieron la vuelta al mundo.
Una vez controlada la pandemia de COVID-19, Gamarnik y su grupo retomaron los trabajos que hab铆an quedado en pausa, como tratar de comprender el mecanismo por el cual el genoma del virus del Zika produce ciertas mol茅culas peque帽as de ARN durante la infecci贸n y que, hab铆an descubierto pocos a帽os antes, son fundamentales tanto para la multiplicaci贸n del virus como para evadir el sistema inmune. Faltaba entender el c贸mo, conocimiento fundamental para el desarrollo de futuras vacunas o tratamientos antivirales. Ahora, publicaron la respuesta en la revista Nucleic Acid Research.
鈥Descubrimos que el virus del Zika evolucion贸 para producir esas mol茅culas de ARN porque por medio de ellas desactiva la respuesta antiviral de la c茅lula, transformando a una prote铆na de las defensas en otra que favorece la infecci贸n. En otras palabras, la cambia de bando鈥, grafica Gamarnik, investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones Bioqu铆micas de Buenos Aires (IIBBA, CONICET-FIL) y directora del Laboratorio de Virolog铆a Molecular de la Fundaci贸n Instituto Leloir (FIL).
Cuando una persona contrae un virus como el de dengue o Zika, a trav茅s de la picadura de un mosquito infectado, el virus pasa al torrente sangu铆neo y debe entrar a una c茅lula para multiplicarse. En ese momento, la c茅lula responde de inmediato activando un sistema de alarma por medio de la producci贸n de una prote铆na llamada interfer贸n, que a su vez desencadena la fabricaci贸n de otras prote铆nas que apuntan a destruir al invasor. Se establece as铆 un campo de batalla, donde la c茅lula ataca al virus mientras 茅ste despliega su capacidad para desactivar las alertas, camuflarse y pasar desapercibido.
Si la c茅lula logra controlar al virus, lo elimina y pone fin a la infecci贸n. Pero si el virus domina la situaci贸n y logra multiplicarse, pasar谩 a otras c茅lulas y puede causar s铆ntomas y enfermedad.
鈥淓n este nuevo trabajo mostramos que el virus del Zika produce las mol茅culas peque帽as de ARN para desactivar al sistema del interfer贸n. Y lo fascinante del proceso es c贸mo lo hace鈥, asegura Gamarnik, que dirigi贸 el estudio que tiene a Horacio Pallar茅s como primer autor, quien realiz贸 su doctorado en el IIBBA con una beca del CONICET.
鈥淓ncontramos que esas mol茅culas de ARN primero activan a una prote铆na llamada PKR, una aliada del interfer贸n, lo que hace pensar que se van a activar las alarmas. Pero vimos que no. Y que esa prote铆na, que normalmente funciona como un dique para que los virus no se multipliquen, en el caso del Zika pasa a trabajar a favor del virus鈥, precisa la investigadora del CONICET.
Pallar茅s, por su parte, advierte: 鈥淓l virus del Zika caus贸 una epidemia pocos a帽os atr谩s y si bien ahora no hay una alerta sanitaria mundial, sigue habiendo brotes en distintas partes del mundo. Por eso es importante estudiarlo, ya que entender c贸mo hace para contrarrestar la respuesta antiviral nos puede permitir sentar las bases para el desarrollo de antivirales y/o para pensar en formas innovadoras de controlarlo鈥.
Detr谩s de la revelaci贸n
El material gen茅tico del virus del Zika consiste en una sola mol茅cula de ARN muy larga, de unas 11.000 letras (bases), que son las que se 鈥渓een鈥 para fabricar prote铆nas virales y producir m谩s virus. Las mol茅culas peque帽as de ARN que genera el Zika (igual que el del dengue) se llaman sfARNs, y son pedacitos de uno de los extremos de esa mol茅cula larga de ARN que se desprenden y se acumulan en las c茅lulas infectada; son un subproducto de la infecci贸n.
鈥Hasta hace poco se pensaba que era un desecho de la infecci贸n. Ahora sabemos que son necesarias para que el virus pueda ser exitoso en la batalla contra el sistema inmune de las c茅lulas humanas鈥, resalta Gamarnik, quien cuenta que para el estudio dise帽aron en el laboratorio virus modificados gen茅ticamente, a los que les sacaron la posibilidad de producir las sfARNs. Y descubrieron que quedaban desamparados frente al interfer贸n: la c茅lula los eliminaba en poco tiempo. 鈥淓n otras palabras, encontramos un tal贸n de Aquiles del virus鈥, celebra.
Si bien hay muchos ejemplos en donde los virus inactivan prote铆nas de las defensas de la c茅lula para lograr infectar y multiplicarse, el mecanismo que se describe en el nuevo paper es muy novedoso, ya que el virus no inactiva a la prote铆na antiviral PKR, sino que le cambia la funci贸n y la transforma en una prote铆na que ayuda a multiplicarse m谩s eficientemente. 鈥淓sto nos habla de un proceso evolutivo donde el virus se fue adaptando a la c茅lula y por un proceso de selecci贸n natural o darwiniano adquiri贸 la capacidad de usar al sistema inmune en su propio beneficio鈥, enfatiza la vir贸loga.
Para saber c贸mo hacen los sfARNs para que la prote铆na PKR funcione en favor del virus, se necesitaba usar una metodolog铆a compleja y equipamiento que no estaba disponible en el pa铆s. As铆, Pallar茅s viaj贸 unos meses a Estados Unidos, donde pudo realizar el estudio en colaboraci贸n con Ariel Bazzini, investigador argentino que realiz贸 su tesis doctoral en el INTA con una beca del CONICET y ahora dirige un laboratorio en el Instituto Stowers de Kansas.
鈥淓sto nos permiti贸 estudiar qu茅 le pasaba a todos los ARNs de la c茅lula humana cuando se infectan con un virus que produc铆a o no los sfARNs. Tras analizar millones de mol茅culas de ARN celular en esas dos condiciones de infecci贸n encontramos que el virus del Zika, por medio de la activaci贸n de PKR, bloquea la maquinaria de fabricaci贸n de prote铆nas como el interfer贸n, liber谩ndose as铆 de los sistemas de alarma que tiene la c茅lula cuando se infecta con un virus鈥, explica Gamarnik.
Con los datos recolectados y la validaci贸n de esas observaciones, los investigadores pudieron descubrir el mecanismo del virus del Zika para infectar eficientemente a las c茅lulas humanas, informaci贸n que es de gran utilidad para pensar en estrategias antivirales.
鈥淟o interesante es que como el virus del Zika pertenece a la misma familia de otros virus transmitidos por mosquitos, llamada flavivirus, creemos que este mecanismo que descubrimos puede ser extrapolable, entre otros, a los que causan dengue y fiebre amarilla鈥, agrega.
Para Pallar茅s, este trabajo significa la culminaci贸n de su trabajo doctoral, que inici贸 en 2016, cuando irrumpi贸 la epidemia de Zika y no se sab铆a nada de la biolog铆a del virus. 鈥La publicaci贸n resume y finaliza toda la investigaci贸n que hice en esos a帽os, as铆 que estoy extremadamente feliz por eso y porque adem谩s se centra en el estudio de enfermedades tropicales, de transmisi贸n por mosquitos, que tienen un gran impacto en Am茅rica latina鈥, destaca.
Dentro del grupo de los flavivirus, uno 50 pueden causar enfermedad en los seres humanos. Por eso, en el laboratorio de Gamarnik comenzaron un nuevo proyecto que busca identificar qu茅 tienen en com煤n. La meta es ambiciosa: desarrollar antivirales universales, que funcionen para todos esos virus.
Por parte de la Fundaci贸n Instituto Leloir tambi茅n participaron del art铆culo en Nucleic Acid Research Mar铆a Mora Gonz谩lez L贸pez Ledesma, Santiago Oviedo-Rouco, Guadalupe Costa Navarro, Ana J. Fern谩ndez-Alvarez y Mar铆a Josefina D鈥橝ndreiz. El resto de los autores son: Luciana A. Castellano y V铆ctor Daniel Aldas-Bulos, del Stowers Institute for Medical Research, Kansas, Estados Unidos; y Diego E. Alvarez, del Instituto de Investigaciones Biotecnol贸gicas de la Universidad Nacional de San Mart铆n.
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