Muñiz Barreto fue secuestrado junto a su secretario y chofer, Juan José Fernández, por fuerzas comandadas por el subcomisario Luis Abelardo Patti el 16 de febrero de 1977 en una carnicería de Escobar y arrojado a un arroyo entrerriano adentro de un automóvil el 6 de marzo del mismo año.

Patti fue condenado el año pasado a cadena perpetua por el secuestro de Muñiz Barreto y el asesinato de un militante de la Juventud Peronista, Gastón Goncalvez.

La iniciativa de ponerle el nombre de Muñiz Barreto a una de las principales avenidas de Castelli fue de su intendente, Francisco Echarren, de 32 años.

"Echarren dijo que él y los concejales se sentían en deuda por desconocer que nosotros éramos vecinos, y que papá fue un militante al que mataron por sus ideas, y contó la historia de papá y cómo sus hijos habíamos tenido que ver cómo uno de sus victimarios fue candidato a diputado nacional e incluso a gobernador", resaltó Juana Muñiz a la agencia Télam, en obvia referencia a Patti.

Muy emocionada, Juana, que tenía 15 años cuando su padre fue asesinado, dijo que participaron de esa sesión inaugural de la legislatura de este año todos los hijos y nietos de Muñiz Barreto, y que "la avenida que llevará su nombre es una de las entradas al pueblo y espero que los chicos pregunten quién era ese señor, y que así se mantenga vivo su nombre".

El cambio de nombre de la avenida Martínez de Hoz (en homenaje al abuelo terrateniente de quien fuera ministro de Economía de la dictadura) se efectivizará en las próximas semanas en un acto en el que descubrirá una plaqueta en homenaje a Muñiz Barreto.

Antes de la "Revolución Libertadora" que depuso al presidente Juan Domingo Perón en septiembre de 1955, la avenida se había llamado Eva Perón.

Muñiz Barreto fue secuestrado por Patti junto a su secretario Juan José Fernández el 16 de febrero de 1977. Ambos fueron llevados a la comisaría de Escobar y, dos días más tarde, trasladados al centro clandestino conocido como "El Campito", en la guarnición militar de Campo de Mayo, donde fueron torturados.

El 6 de marzo del mismo año fueron llevados atados y encapuchados en los baúles de dos autos, hasta el departamento Villaguay, en el centro de la provincia de Entre Ríos, donde dopados con una inyección, fueron arrojados adentro de uno de los móviles al río Moreira.

Sin embargo, Fernández logró escapar del auto, nadar hasta tierra firme, ocultarse, huir a España y contar lo ocurrido ante el recientemente fallecido Eduardo Luis Duhalde (que era amigo de Muñiz Barreto) y otros miembros de la Comisión Argentina de Derechos Humanos con sede central en Madrid.

"El acto fue muy emocionante después de todo lo que vivimos como la persecución y vivir en el terror más absoluto. Me resultó muy reparador", concluyó Juana Muñiz