En el primer día de la nueva fase de cuarentena, con permiso para que 20 mil locales más levanten la persiana, Horacio Rodríguez Larreta sigue apostando a la responsabilidad social. Por eso ya está casi listo el protocolo para la apertura de nuevos comercios. Es que la presión de vendedores que demandan trabajar se expande. Ayer una nueva movida de los propietarios de las mueblerías que se concentran en la avenida Belgrano, interrumpió el paso a la altura de Pueyrredón.

Finalmente, habrá acuerdo para reiniciar esa actividad que estuvo permitida durante la cuarentena "light" que arrancó el 12 de mayo pasado, pero luego, ante el aumento de contagios por coronavirus, se les obligó a cerrar por tratarse de calles donde se concentra mucha cantidad de personas, quizá más como paseo que por ir específicamente a comprar. Nuevamente abrirían para atender al público.

Como sea, hasta ahora los comercios no superan 30% de las ventas que realizaban antes de la cuarentena, mientras la recaudación porteña perdió el 35% en abril y 40% en mayo, con una mora de 50% en el pago que los contribuyentes hacen del impuesto a las Patentes y las tasas inmobiliarias que se pagan con el ABL.

De los locales permitidos a partir de ayer, según datos del Gobierno porteño, para el rubro indumentaria, el porcentaje de apertura fue de 72%, el de facturación de 25% y el cumplimiento del protocolo sanitario se observó en el 94% de los casos. Para el rubro calzado, el porcentaje de apertura fue de 76%, el de facturación de 25% y el cumplimiento del protocolo sanitario se observó en el 94% de los casos. Por otra parte, el Gobierno de la Ciudad debió cerrar locales en puntos de concentración donde no estaba permitida la apertura para atender al público pero sí la venta por internet o telefónica.

No es solo cuestiones de reclamos por venta resiste Larreta en medio de una apertura audaz ante las proyecciones de los sanitaristas que dan cuenta que en las próximas semanas de daría el llamado "pico" de contagios. La Justicia le ordena ahora que provea de computadoras e internet a los niños de barrios vulnerables (ver nota pág.21).

Para amortiguar esa etapa de la pelea contra el coronavirus, Larreta ahora puso a prueba con el Gobierno nacional el plan DetectAr, que se está utilizando en barrios vulnerables. Ahora el operativo se realiza en Balvanera, barrio más conocido como Once, donde hubo fuerte aumento de casos, aunque no es la región porteña con más contagiados.

Los promotores de la salud visitaron entre sábado y domingo un total de 53 domicilios, según detalló el Gobierno porteño y se detectaron 59 personas que fueron hisopadas en el camión sanitario y trasladadas a una UFU a la espera del resultado.

De 12 test que se realizaron el domingo, 7 pacientes fueron positivos y derivados en cada caso. "El objetivo del control es identificar de manera temprana a los 'contactos estrechos' de las 84 personas de Balvanera recientemente confirmadas con Covid-19, evaluarlos y lograr mitigar la contagiosidad del virus", explicó el Gobierno porteño y que el criterio de selección de esta primera locación fuera de los barrios vulnerables se basó en que es el área donde se registraron más casos en los últimos 5 días. (ámbito)