Al iniciar la entrevista, Guillermo Artana comentó que había antecedentes de la idea de ventilar a dos personas con el mismo equipo. Explicó que el problema radicaba en que no se podía controlar la cantidad que recibía cada enfermo a lo que se agregaba el riesgo de contaminación.

"Nosotros pensamos que eso se podía resolver y nos pusimos a trabajar. Logramos un sistema que tiene algunas particularidades, esencialmente usamos elementos biocompatibles, por lo que no llevaría problemas a los pacientes", señaló Artana y agregó: "Hicimos pruebas con animales a los que se les provocaba un distrés pulmonar o sea una situación similar a la que se presenta con el coronavirus".

Cómo funciona el desarrollo argentino

Al referirse a las peculiaridades del diseño, doctor Artana explicó: "Propusimos un sistema en el que apretamos una manguera para regular el flujo, conducto que tiene las mismas características que las de un respirador en su interior. Con ello no estamos añadiendo elementos nuevos lo que asegura que no se inhale algo que pudiera ser tóxico", en el vídeo de CAGL.tv

Con un vocabulario claro, el profesional indicó "hicimos un conjunto de pruebas con pulmones artificiales, después con ´simuladores´ que se asemejan a los pulmones pero buscan reproducir enfermedades, por ejemplo, obesidad mórbida o como el coronavirus. Esto lo hicimos en la Asociación Argentina de Anestesistas y Rehabilitación de Buenos Aires, que tiene equipos muy modernos y sofisticados. Luego hicimos las pruebas con animales, como ya mencioné".

"Hay que pensar que esto, sin este mecanismo de regulación, ya se usó en el norte de Italia, médicos en una situación desesperada, conectaban dos pacientes a un mismo respirador. Algo similar pasó en Nueva York. Nosotros pensamos que regulando las cosas, los médicos tienen más elementos para tratar una enfermedad que tiene una dinámica importante, que evoluciona de manera rápida", explicó.

Conocimientos de ingeniería volcados a la salud

Sobre ese punto, Guillermo Artana sintetizó: "Nuestro laboratorio es de ´fluidodinámica´, estudiamos el control de gases y líquidos, tenemos un saber alrededor de eso. Los respiradores son dispositivos mecánicos que usan aire. Si bien pueden parecer cosas relativamente sencillas, hay que mirar cómo interactúa el dispositivo con el respirador, que tiene controladores que llamamos sistema de ´lazo cerrado´, intenta corregir cuestiones en función de pequeñas perturbaciones".

A continuación, el joven Pedro Eijo comentó "cuando surgió esta idea una de las primeras cosas que pensamos fue diseñar algo que resultara más económico que un respirador para lograr un mayor alcance, a la que llegaremos si se trabaja de la manera en que lo estamos haciendo".

El becario de la UBA dijo: "Una de las ventajas que tiene este desarrollo comparado con lo que se hizo en Europa, tal reveló Guillermo, se pueden conectar dos pacientes de características diferentes y regular el flujo para que puedan tener las condiciones necesarias para subsistir".

Eijo declaró "como grupo somos optimistas, estará en el menor plazo posible. Es un punto que no depende de nosotros, lo mandamos a la ANMAT que es el organismo que tiene que validar este sistema. Lo positivo de este método es que en su gran mayoría las partes que utiliza son de uso médico o sea que por separado ya fueron aprobadas. Resta hacerlo con el conjunto, de la unión de estas partes".

"En lo que respecta a la fabricación, no definimos cómo se va a articular el proceso. Estamos confiados porque vamos por el buen camino", sintetizó Pedro.

EA