No son pocas las veces que Lionel Messi reconoce, repite y admite que con la pelota en los pies no piensa; que la toma y las cosas le salen como le salen. Y a veces, aunque pocas, las cosas no le salen como quisiera...: es humano. Ayer el crack rosarino Lionel Messi erró un penal, pero su equipo, Barcelona, igual quedó bien perfilado para pasar a la final de la Copa del Rey tras empatar 1-1 como visitante ante Valencia, en el partido de ida por las semifinales. 

Messi perdió el duelo desde los 12 pasos ante el arquero Diego Alves, a los 11 minutos del segundo tiempo, cuando el encuentro, disputado en el estadio de Mestalla, ya estaba igualado 1-1; el delantero brasileño Jonás marcó para Valencia a los 27 del primer tiempo, y el defensor Carlos Pujol igualó a los 35, también de esa etapa. 

En Barcelona, y con Messi, fue también titular el argentino Javier Mascherano; en el local estuvieron desde el arranque Ever Banega y Pablo Piatti; "Tino" Costa entró en el complemento.

Messi falló su séptimo penal de los 27 que ejecutó en la primera de Barcelona: tiró hacia el costado izquierdo y Alves desvió. "En el penal, a Messi hay que aguantarlo e intentar engañarlo. Jugando en Almería, Messi ya me había marcado un gol de penal, por eso hoy estoy contento de habérselo parado", declaró el arquero de Valencia. 

De todos modos, y en función del valor doble de los goles de visitante, Barcelona quedó bien posicionado para pasar a la final: la revancha se jugará el miércoles próximo en el Camp Nou. Para los catalanes, esta serie resulta clave para mantenerse activo en todos los frentes, más allá de los siete puntos que lo separan de Real Madrid en la Liga. "Lucharemos por ganar todos los títulos. No podemos preferir una competencia u otra", adelantó Pep Guardiola. En ese camino está Barcelona, a pesar de que a veces los partidos no se resuelven como quisiera.