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20-05-2019 | En el evento se recrearon los lugares emblemáticos de las 8 temporadas | |||
Barracas: con el trono de hierro como principal atracción, los fanáticos de "Game of Thrones" se reunieron para ver el último episodio | |||
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Nada hay que una tanto a los hombres como las buenas historias. Si no, ¿cómo se explica que sea domingo a las 16 en Barracas y haya una cola descomunal para meterse bajo techo mientras el sol brilla como si fuera verano? Son casi dos mil personas las que se dieron cita en el Arena Studios para participar del GOT Fest, un festival organizado por HBO para recibir el último capÃtulo de Game Of Thrones. Si la serie fue de las más caras de la historia (USD 90 millones para la última temporada), la despedida no podÃa quedarse atrás. Desde las dos de la tarde hasta la medianoche (cuando terminó finalmente el último capÃtulo), se recreó en el predio todo el universo de la ficción y Barracas fue por una tarde un rincón remoto de Westeros. Ya al entrar se atravesaba un mercado medieval montado para la ocasión. De un lado, frutas y verduras en canastos de mimbre; del otro, una suerte de lÃnea de food-trucks con menú de ocasión: hamburguesa Targaryen, hamburguesa Lannister, sandwich de la montaña, pancho Hunt… Más allá, tres entradas diferentes. En una se veÃa un banquete de fondo bajo una luz roja intensa, y varias mesas vacÃas. AllÃ, quienes compraban su hamburguesa Lannister o lo que fuera se podÃan sentar a comer como si estuvieran en la Boda Roja (quienes hayan visto la serie comprenderán). Entre los muchos comensales que pasan por ahà están Carolina y Pablo. Es una historia al azar de entre las muchas que se encuentran en los fanáticos. Son novios. Carolina tiene 30 años, Pablo 34. El nombre artÃstico de ella es Kamikaze Capilar. El de él, Magnus Mefisto. Ella es Cosplayer. Él, YouTuber. Se conocieron en el 2011 en una Zombie Walk (un evento que reúne cosplayers zombies). Ella -vestida de zombie- se le acercó y le pidió una foto porque lo reconoció de sus videos. A partir de entonces nació el amor. Ahora Carolina está vestida de Khaleesi, una de protagonistas de GOT. Lo trabajó con sus propias manos durante dos semanas. Dice que el traje le habrá salido cerca de cinco mil pesos, pero lo más caro es la peluca rubia ("algo asà como tres mil pesos"). Pablo no está caracterizado. Están ahà a la espera del último capÃtulo. No hablamos de la serie sino de todo lo que la rodea. Para ellos, como para muchos otros -cosplayers o no- es un universo que querrÃan habitar. GOT les da, entonces, un punto de fuga. Lo mismo parecen sentir los que intentan entrar por la segunda puerta. Ahà se reúne la cola más larga del evento. Un poco antes de la entrada cuelga un dragón gigante con las fauces al público. Cada tanto, una voz advierte lo que está por venir y el dragón escupe humo por la boca. La gente se sorprende, se asusta, se percata después de dónde sale y por último se rÃe. Una vez adentro, aparecen los lugares que tanto vieron a través de ocho temporadas, desde el 2011 hasta esta parte. Primero, el árbol sagrado que podemos ver en cada apertura. Esta nota está a salvo de spoilers, por lo cual solo se mencionarán los lugares sin dar referencias a la trama. Más allá, el trono de piedra; frente a él: una cámara frigorÃfica que le cumple el sueño a muchos de entrar en el territorio de los White Walkers. Solo entrar se siente el frÃo. No sirve solo para la selfie sino para participar apenas de la violencia de GOT: uno puede agarrar un pica hielo y dar tres martillazos. Si con esos golpes se encuentra una de las monedas escondidas en el hielo, se gana un premio. Sino, se va solo con la selfie. A mitad del espacio, una de las imágenes favoritas: el salón de los rostros. La gente va por detrás y asoma su cara junto a los otros rostros silenciosos (no de la gente sino de los muertos), y se saca su foto. AsÃ, acumulando placas con hashtags en las redes, se fue viviendo virtualmente la llegada del final. En Twitter el Trendic Topic no fue "Game of Thrones" sino el nombre de un personaje. Explicarlo aquà serÃa revelar información del final. También ambientados de época -¿qué epoca?, dirán-, hay puestos de maquillaje para que cada cual se caracterice como su personaje favorito. Los que más se realizan apenas una cicatriz; muchos otros, rasgos de white walkers. Además, hay también un pequeño cine 4D para ver una escena de la séptima temporada con todos los sentidos alertas. Y al fondo está por supuesto el Trono de Hierro, el sillón de Rivadavia que tanto se disputan. Además de los spots icónicos -hechos a la perfección por algún artesano de la escenografÃa- reinaron también las actividades sorpresa. Una banda en cada recinto hacÃa sonar en vivo distintas melodÃas de la serie, y en el patio central aparecÃan cada tanto distintos peleadores de lucha medieval para poner salvajismo al evento. Montados con armaduras, los luchadores hicieron enfrentamientos grupales de dos contra dos, e individuales. Si la serie fue reconocida por las escenas de guerra (en la última temporada se puede ver la batalla más larga jamás filmada de la televisión), el GOT Fest tuvo en la lucha medieval las mismas reacciones de sorpresa y dolor: cada pelea terminaba cuando un luchador caÃa al piso de piedra, provocando un estruendo en cada knock out. Finalmente, la tercera puerta es la fundamental, el muro de la GOT Fest. Es que a través de ella se entra al mega auditorio donde cuatro pantallas gigantes reproducirán el último episodio. Más allá de prensa e invitados especiales, hay lugar para 1500 fanáticos a quienes HBO invitó al evento (todos ellos, suscriptores de sus servicios de contenido on demand). Es sin dudas el momento más esperado de la noche, cuando a las 22 horas exactas aparece la cuenta regresiva. Entonces sÃ, sucede el último capÃtulo. Sobre él, sobrarán las notas para quienes hayan completado la jornada. Sin spoilear: un breve cuestionario realizado por este cronista a veinte espectadores al azar dentro de auditorio lanza que el evento despedida fue increÃble, mientras que el final decepcionante. ¿Pero no es, acaso, el sentido mandatorio de lo inolvidable? ¿Qué que no queramos soltar tendrá un final satisfactorio? Contando solo en las plataformas de streaming de HBO (HBO On demand y HBO GO), hubo en Latinoamérica más de 30 millones de reproducciones del primer capÃtulo de la última temporada. De este último, tendrÃa que haber pronto un número similar y con el tiempo uno mayor. A eso hay que sumarle el número de gente que lo vio por el canal de HBO directo en la televisión. Y ni hablar de las plataformas pirata, que suman más millones a la ecuación. Los años seguirán construyendo fanáticos que nacerán del mito. AsÃ, la serie no solo queda en la historia por el suceso que generó o el presupuesto descomunal que se invirtió en cada capÃtulo, sino también por su alcance. Pero sobre todo, como alguien de ese mismo universo lo dijera, por ser aquello que más une a los hombres: una buena historia. (infobae) |