Cristina vuelve al Senado una década después de haberse ido para ser Presidenta
28-12-2025
29-11-2017 | Que 10 años no son nada
Cristina vuelve al Senado una d茅cada despu茅s de haberse ido para ser Presidenta
Por Jos茅 Angel Di Mauro para Parlamentario.-  Diez a帽os y un d铆a son los que se cumplen desde que Cristina Kirchner renunci贸 a su banca de senadora para asumir como presidenta de la Naci贸n. Con esta jura, inicia su cuarto per铆odo en el Senado, donde volver谩 a sus fuentes: rebelde y opositora.
Cristina Fern谩ndez de Kirchner vuelve al Senado una d茅cada despu茅s de haberse despedido de ese 谩mbito. El 28 de noviembre de 2007 fue la 煤ltima vez que se sent贸 en su banca de la C谩mara alta, en esa oportunidad para asistir a la aceptaci贸n de su renuncia como senadora, ya como presidenta electa.

Para despedirse, le dio la palabra quien presid铆a por entonces el Cuerpo, Daniel Scioli, a la saz贸n tambi茅n gobernador bonaerense electo. Cristina Fern谩ndez pronunci贸 ese d铆a un discurso sin confrontaciones, en el que destac贸 el rol del Congreso de la Naci贸n a nivel instituci贸n democr谩tica: "Me voy de un Parlamento legitimado por el voto popular", se帽al贸 la entonces senadora al recordar sus inicios en 1995, cuando los senadores eran designados por las legislaturas y no por el voto popular, como se decidi贸 a partir de la reforma constitucional.

En ese 煤ltimo discurso Cristina resalt贸 que ese Congreso hab铆a terminado con "la cultura de la impunidad", al sancionar la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Hizo hincapi茅 tambi茅n en la reforma del Consejo de la Magistratura, proyecto de ley del cual hab铆a sido autora. "La reforma del Consejo de la Magistratura fue denostada y se nos acus贸 de querer manipular jueces. Sin embargo, hace un a帽o que funciona y no ha sucedido nada eso", se帽al贸 entonces. Es muy probable que en los pr贸ximos meses la exmandataria asista a una nueva reforma de esa ley, ahora a instancias del Ejecutivo, sin poder hacer mucho para evitarlo.

"Todav铆a nos falta que los jueces paguen impuestos a las Ganancias, porque todos somos iguales ante la ley, y el impuesto es solo un concepto econ贸mico que en democracia lo tienen que cumplir todos los ciudadanos", se帽al贸 en referencia a un deseo que en sus ocho a帽os como presidenta no pudo lograr.

En su discurso de despedida del Senado, asegur贸 que nunca hab铆a imaginado ser presidenta de la Naci贸n, pero destac贸 tener "una firme convicci贸n" y garantiz贸 que cumplir铆a su funci贸n "con responsabilidad, como siempre lo hicimos desde esta banca".

Estaban presentes en esa sesi贸n su esposo, el presidente N茅stor Kirchner, y el entonces jefe de Gabinete Alberto Fern谩ndez. Enseguida jurar铆a su remplazante: Eric Calcagno, y luego los 24 senadores electos en octubre pasado.

Cristina se iba tras haber pasado ocho a帽os en el Senado, al que lleg贸 por primera vez en diciembre de 1995. En la ceremonia de jura de aquel entonces tambi茅n estuvo presente su esposo, por esa 茅poca gobernador de Santa Cruz, y su hijo M谩ximo, entonces de 23 a帽os. Tambi茅n estaba su hija Florencia, de 5, que se sent贸 en su banca antes que ella, como tambi茅n lo har铆a a帽os despu茅s en el sill贸n de Rivadavia, estren谩ndolo antes que su padre.

Le tom贸 juramento el vicepresidente Carlos Ruckauf, y Cristina Kirchner jur贸 sola, vestida con un tailleur rosa y pantalones, la mano derecha extendida sobre la Biblia. No era el centro de atenci贸n de los reporteros gr谩ficos, atentos a quien por entonces era la pol铆tica del momento: Graciela Fern谩ndez Meijide, que jur贸 en esa misma sesi贸n, a diferencia de ella no designada por una legislatura, sino tras haber derrotado en las urnas de la Ciudad de Buenos Aires a Erman Gonz谩lez y al radical Jorge Vanossi. Dos a帽os despu茅s Fern谩ndez Meijide le dar铆a al duhaldismo un golpe de nocaut al vencer en la provincia de Buenos Aires a Chiche Duhalde en la elecci贸n para diputados.

Fern谩ndez de Kirchner se ganar铆a el mote de "rebelde" pocos meses despu茅s, al plantear cuestionamientos a su propio gobierno. "Si ser rebelde significa decir lo que se piensa y manifestar el disenso democr谩ticamente cuando no se est谩 de acuerdo, entonces lo soy. Si plantear, por ejemplo, que el ministro (Oscar) Camili贸n debe renunciar o que la se帽ora Mar铆a Julia Alsogaray tiene responsabilidades institucionales concretas cuando por negligencia se produce el incendio en los bosques, o plantear que un senador no puede ingresar al Senado con un videopliego -se refer铆a a Ram贸n Saadi-, entonces soy rebelde".

Su bloque le toler贸 sus permanentes rechazos a las posturas oficiales. Pero la gota que colm贸 la paciencia del presidente, Augusto Alasino, fue su negativa a apoyar el texto de creaci贸n del Consejo de la Magistratura, con lo que le impidi贸 a su bancada lograr el n煤mero necesario para insistir con la sanci贸n original del proyecto. Eran tiempos en que Carlos Menem y Eduardo Duhalde extend铆an al Senado su anticipada pulseada por la sucesi贸n en el 99, y en la C谩mara alta se quiso dar una muestra de que all铆 el poder menemista era real y concreto.

Mas no la echaron. Con la intenci贸n de que ella misma se apartara de la bancada, las autoridades del bloque resolvieron expulsarla de las comisiones de las que formaba parte. La medida gener贸 gran pol茅mica y un debate sobre si la representaci贸n en las comisiones corresponde al legislador o al bloque. El titular de la C谩mara, Carlos Ruckauf, termin贸 advirtiendo que eso era antirreglamentario, pues "la separaci贸n de un senador no puede hacerse sin su consentimiento". Ante las circunstancias, el bloque decidi贸 revisar la resoluci贸n, y habida cuenta de la intenci贸n de Cristina de dar pelea, resolvieron no dar m谩s vueltas y directamente separarla de la bancada.

Los senadores justicialistas aseguraron que la permanencia de su colega junto a ellos resultaba ya "insostenible" debido a las posiciones contrarias a las resoluciones que adoptaban y a sus votos negativos. La dama rebelde replic贸 que hab铆a votado a favor de todas las leyes del gobierno que hac铆an a la transformaci贸n econ贸mica y que en cambio lo hizo contra todos aquellos proyectos del bloque que implicaban un menoscabo para su mandato. Pero no le qued贸 otra que irse, y form贸 junto a Felipe Ludue帽a el bloque PJ Santa Cruz.

Igual, fue por poco tiempo, pues a los pocos meses encabez贸 la lista de su provincia en la elecci贸n para diputados y pas贸 a la C谩mara baja.

Volver铆a al Senado en 2001, ahora elegida por el voto popular, para asistir al desbarranque de Fernando de la R煤a. Desde su banca, m谩s precisamente desde la presidencia de la Comisi贸n de Asuntos Constitucionales, hizo su aporte al emitir un dictamen para que el Congreso autoprorrogara las sesiones ordinarias hasta el 28 de febrero, en una medida que representaba otra estocada contra el gobierno, pues pretend铆a en ese tiempo dejarle las manos libres al peronismo para votar la derogaci贸n de facultades especiales de Domingo Cavallo, como as铆 tambi茅n impulsar la reforma a la ley de Acefal铆a, lo que el radicalismo tomaba como un embate por la cabeza misma del poder. No hubo tiempo para ver c贸mo podr铆a resolverse el conflicto institucional, ya que menos de una semana m谩s tarde comenzaban los saqueos y poco despu茅s ca铆a el gobierno de De la R煤a, cuya renuncia hab铆a pedido p煤blicamente Cristina Kirchner horas antes. Ped铆a eso y comicios no m谩s all谩 de 90 d铆as, acorde a los deseos de su esposo, que so帽aba con ser consagrado candidato por el Frente Popular. Y que en el 铆nterin asumiera el flamante presidente provisional del Senado, Ram贸n Puerta.

En su segundo per铆odo en el Senado, CFK tuvo su nueva etapa rebelde, esta vez formando el Grupo de los 8, que junto con ella integraron el santacruce帽o Nicol谩s Fern谩ndez, Jorge Yoma, los entrerrianos Jorge Busti y Graciela Bar, el chubutense Marcelo Guinle y los puntanos Liliana Negre y Ra煤l Ochoa. Se opon铆an a las principales leyes que necesitaba el presidente Eduardo Duhalde, argumentando que el mandatario se somet铆a a las exigencias del Fondo Monetario. Por ejemplo a la derogaci贸n de la Ley de Subversi贸n Econ贸mica, que casi evita mandando a buscar a un senador correntino con el avi贸n sanitario de la provincia de Santa Cruz. Para evitar el traspi茅, el oficialismo debi贸 valerse del abandono del recinto por parte de una senadora radical, previa gesti贸n con el gobernador radical de su provincia, y luego el desempate por parte del titular del cuerpo.

驴Qu茅 argumentaba Cristina Kirchner por esos d铆as? Que pese a todas las disposiciones del gobierno, el FMI no le iba a dar la plata. "驴Sab茅s cu谩l va a ser la pr贸xima exigencia? Que enjabonemos el Obelisco y que el Presidente se suba... No le van a dar la plata, Marcelo...", se帽alaba por esos d铆as Cristina en un reportaje. El tal Marcelo era Marcelo Longobardi. Otros tiempos. Otra etapa de Cristina, que despu茅s fue senadora cuatro a帽os y medio con su esposo presidente. Y que ahora, en su regreso al Senado, tendr谩 la oportunidad de volver a ejercer su papel de opositora que tan bien cumpli贸.