Los ex dictadores argentinos Jorge Videla y Reynaldo Bignone afrontarán desde el lunes próximo un nuevo juicio oral por crímenes durante el régimen cívico-militar (1976/83), esta vez por una causa en la que se investigan 33 casos de apropiación ilegal de hijos de desaparecidos.

Videla, quien gobernó entre 1976 y 1981 y Bignone, el último dictador (1982/83), serán juzgados por los delitos de sustracción, retención, ocultación y sustitución de identidad de menores de 10 años.

Están imputados además los ex jefes militares Rubén Franco, Jorge Acosta, Antonio Vañek, Santiago Riveros, Jorge Azic y el médico Jorge Magnacco.

En la dictadura, se registraron unos 500 casos de menores robados a sus padres desaparecidos, la mayoría nacidos durante el cautiverio de sus madres, según la organización humanitaria Abuelas de Plaza de Mayo, de los cuales 102 han recuperado su identidad.

Videla, de 85 años, está alojado en la cárcel civil de la guarnición militar de Campo de Mayo, 30 km al noroeste de la capital, luego de ser sentenciado a prisión perpetua el 22 de diciembre pasado por el fusilamiento de 31 opositores políticos en un penal de la ciudad de Córdoba (centro).

Bignone, de 83 años, fue condenado en abril pasado a 25 años de prisión por privaciones ilegales de la libertad y aplicación de torturas a prisioneros políticos, en perjuicio de 56 víctimas, cometidas en Campo de Mayo, el mayor cuartel del ejército terrestre.

Durante 2010 concluyeron 19 juicios en los que se juzgó a 119 personas, de las cuales 110 resultaron condenadas (98 condenados nuevos y 12 que ya tenían condenas anteriores) y nueve fueron absueltas, según un informe de la Procuración argentina (fiscalía).

AN