"Hasta ahora, hay un error humano en el impacto", indicó Yalj tras la reconstrucción. Así, el juez federal sostuvo que se confirmó la hipótesis de investigación, que indica que "hubo negligencia grave" por parte de los maquinistas de la empresa Ferrobaires.

El magistrado precisó que "las señales funcionaron correctamente", y aclaró que "observamos lo que ocurrió el día del siniestro, la luz de la estación Muñiz, que es la anterior a San Miguel, estaba en amarillo y las dos luces siguientes en rojo, ya que había adelante un tren detenido".

Yalj explicó que según el protocolo, cuando hay un tren detenido, una de las señales está en amarillo y dos en rojo. El tren en el que viajaban el juez y los peritos avanzaba a baja velocidad para marcar el momento en que se viera la cola del tren detenido, al que detectaron rápidamente "pero ningún conductor lo ve tan inmediatamente", aclaró el magistrado.

Precisó que más adelante, al pasar por un túnel a unos 200 metros de donde fue el accidente uno de los maquinistas imputados, Raviola dijo, "es donde empezamos a ver nítidamente la cola del tren". "A esa altura era muy difícil detener al tren", acotó el juez.

No obstante, aclaró que "cuando la locomotora ve la luz amarilla tiene que venir con una precaución tal que si ve algo puede detenerse inmediatamente".

La reconstrucción del accidente se inició a las 11, en la localidad de Hurlingham, desde donde partió el tren de la empresa Ferrobaires, que terminó impactando contra el de la línea San Martín.

El tren de Ferrobaires se fue deteniendo en las estaciones subsiguientes a la de Hurlingham y en los lugares donde hay señalizaciones de semáforos. La reconstrucción del accidente tuvo como finalidad determinar el correcto funcionamiento de las luces que ordenan frenar a los maquinistas, verificar el estado de las vías y el frenado, explicó ayer el juez federal de San Martín.

Por otra parte, el juez señaló que la velocidad a la que iba el tren no se pudo precisar, aunque los maquinistas dijeron que circulaban a 40 o 45 kilómetros por hora, ya que "las locomotoras no tienen velocímetro, por lo menos, ni la del accidente ni la de la reconstrucción", y añadió que "el maquinista me explicó que calculan a ojo de buen cubero como detenerse".

Ayer, durante la indagatoria, los trabajadores manifestaron que "no vieron luces rojas sino amarillas" en las señales, por lo que "avanzaron hasta que al dar vuelta una curva que hay en la salida de San Miguel, el acompañante observa que había un tren detenido, le da la voz de alto al conductor y el conductor acciona el freno pero no llega y ocurre el siniestro", explicó el juez.

Asimismo, Yalj informó que los maquinistas declararon que "los trenes estaban en malas condiciones de seguridad y funcionamiento", y que "no tenían la posibilidad de negarse a salir en esas condiciones porque son trabajadores y tienen que cumplir".

Después de la reconstrucción, el juez señaló que la locomotora no estaba en óptimas condiciones porque todas las palancas de freno no estaban funcionando. "Al no funcionar la palanca de emergencia, que estaba al lado del acompañante, que es el primero que ve el tren parado, todo hace pensar que ahí se perdieron algunos segundos hasta que reaccionó el maquinista", expresó.

En este sentido, dijo que "hay responsabilidad de la empresa por permitir que el tren salga con el freno de emergencia del acompañante bloqueado".

Debido a la reconstrucción no hubo servicio de trenes desde las 11.20 en la línea San Martín, informaron fuentes de la Unión de Gestión Ferroviaria (UGOFE).

Fuente: Página 12