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| 26-04-2015 | Precandidato a gobernador bonaerense | |||
| Fernando “Chino” Navarro: "Mi tarea como gobernador será evitar que el delito ocurra" | |||
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"Seguridad, empleo, economía popular" son parte de los ejes de campaña de Fernando "Chino" Navarro; más la propuesta de un debate abierto al pueblo entre los precandidatos del FpV.
"Cuando llegamos con Néstor, en ese 2003, estábamos en un infierno, en un sótano oscuro. Como un incendio que había arrasado con todo, y había que empezar a reconstruir. Hoy, doce años después, a nivel nacional y también en lo provincial y en cada municipio, en cada rincón de la Argentina, estamos en la terraza", dijo Navarro, entrevistado por Francisco Balázs, para el dominical, "Miradas al Sur".
"Cuando hay una familia llorando, una víctima que sufre, aparecen todos los que buscan una solución para ver cómo detienen al delincuente y luego cómo lo condenan. Está bien, pero omiten la primera parte, cómo prevenir el delito. Mi tarea como gobernador, nuestra tarea como Estado, en todos los planos, nacional, provincial, municipal, es evitar que el delito ocurra", enfatizó "El Chino", del Movimiento Evita.
- ¿Cómo se decidió su postulación como precandidato a gobernador?
- Nosotros observamos que en la provincia de Buenos Aires, que tiene una importancia fundamental en el aspecto nacional, hoy no aparece nadie que sintetice al conjunto de la diversidad del Frente para la Victoria. También, nos parece, que hay un vacío en lo que se propone que gira en torno de lo que se hizo a nivel nacional, lo que todos reivindicamos, pero no hay un abordaje preciso acerca de lo que se va a hacer a partir del 10 de diciembre en la provincia. Y ese vacío nos parece que deja sin representación, por lo menos en términos simbólicos, a lo que es el núcleo duro del kirchnerismo en una provincia que tiene décadas, no solamente de contradicciones socioeconómicas, sino que es donde se exponen más claramente las contradicciones no resueltas, por ejemplo el tema seguridad, que es un tema transversal que excede al FPV. Por supuesto, la provincia está más sobre el tapete, por lo que implica, por su peso, y cómo funciona la Argentina, donde todo lo que pasa en el Gran Buenos Aires y en la Capital, repercute en todo los rincones del país.
- ¿De qué sectores provienen los apoyos?
- De numerosos compañeros del Movimiento Evita, Vía Campesina, sectores del Frente Grande, organizaciones de base, redes que enfrentan en distintos territorios el accionar del gatillo fácil contra la Policía Bonaerense, madres contra el paco, militantes de fábricas recuperadas, compañeros de la Túpac Amaru, de agrupaciones del peronismo tradicional, todos ellos nos fueron planteando en distintas circunstancias que yo podría ser el candidato. Se debatió dentro del Movimiento Evita, y sabemos que el candidato debe representar no sólo al Movimiento Evita, sino un espacio más amplio, multicolor, porque en esta etapa donde hay una conducción como la que expresa Cristina, y no por decisión de Cristina, a veces muchos compañeros piensan en qué quisiera hacer Cristina y se paralizan, como cuando en el fútbol un jugador se siente muy presionado por el técnico y no sabe si tiene que picar al vacío o ir a buscar un rebote, entonces piensa "mejor me quedo en el mediocampo". Y Cristina y Néstor fueron todo lo contrario. Fueron una expresión acabada en un momento clave de la Argentina, en los '90, con la llegada de la Alianza, luego el 2001, tiempos esos de no pedir permiso a nadie, de cuestionar la estructura de un Partido Justicialista más anclado en el menemismo que en las banderas históricas de Perón y Evita, y en contra de lo que expresaban los grupos económicos cuando llega Duhalde y va por la salida "racional" de la devaluación. Y Néstor fue el único, en soledad, que la condenó porque implicó la devaluación y la pesificación asimétrica que generó en forma inmediata pobreza y exclusión. Por lo tanto, nos parece que hay un espacio desde el peronismo, en las banderas históricas de Perón y Evita, la resistencia, todo lo que uno entiende por el peronismo más intransigente, más revolucionario, que no es mejor ni peor que el otro peronismo, que todo, y en su conjunto conforma un movimiento, pero que tiene características distintas. Y también, en la propia esencia de lo que nos enseñaron Néstor y Cristina a través de su palabras y sus acciones. Yo no me lo imagino a Néstor pidiendo permiso. Una cosa es debatir, consultar, analizar, explicar, resolver en el marco de las convicciones lo que los compañeros podían plantear para ser candidato en Santa Cruz, o para ser presidente en el 2000, cuando a Néstor no lo conocía nadie, ni medía en las encuestas. Incluso cuando meses antes de abril de 2003 todavía no era conocido y medía muy poco. En ese espíritu, pensando en que tenemos cosas para proponer, es que consideramos importante y necesaria esta precandidatura. Muy pocas cosas se definen en términos definitivos en absoluta soledad. A partir de ahí nosotros creemos que es fundamental -creo que en esto hay coincidencia general- que sin nación no hay provincia. Este fue un debate que se dio en 2005, cuando Cristina fue candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires, y Néstor decidió confrontar con la estructura tradicional del PJ, donde lo que estaba en juego era eso de "estos zurdos, estos montoneros que nos quieren arriar" y en términos formales "no son peronistas, no cantan la Marcha, traicionan a Perón y Evita". Y lo que estaba en juego era quién conducía el PJ: Eduardo Duhalde o Néstor Kirchner. El pueblo lo resolvió democráticamente con el triunfo contundente de Cristina como senadora. Con mucho acierto, Néstor convocó a la unidad, no salió a perseguir a los derrotados. Su idea clara era que había que sumar a todos los compañeros, no cerrarle la puerta a nadie.
Este tipo de decisiones implica correr los límites, pensando en el movimiento nacional donde el peronismo es la columna vertebral. Está claro, y ya nadie lo discute, que no se puede transformar la Argentina sin el peronismo, así como que con el peronismo sólo no se puede transformar el país. Creo que esto ya está fuera de discusión. Basta leer cómo nació el peronismo a partir de la confluencia, de radicales, socialistas, laboristas, anarquistas, fuerzas armadas, muchos independientes.
- ¿Cómo ve a la provincia hoy?
- Desde el 2003 a hoy se hicieron muchas cosas. La provincia ha cambiado para bien en muchos aspectos. Hay mucho por corregir y también cosas que faltan. Reconocemos que el esfuerzo que hicieron Néstor y Cristina son consecuencia de muchas luchas. Néstor y Cristina han estado a la vanguardia del movimiento nacional, no es que les exigían recuperar YPF, la asignación universal, más allá de que había compañeros que lo planteaban, o romper con el FMI, o abroquelar América latina contra Estados Unidos. El movimiento nacional tenía otras preocupaciones como recuperar el trabajo cuando ni siquiera se discutía salario. Recuerdo a Néstor convenciendo a los sindicalistas que fueran a paritarias, porque hoy son todos valientes, hablan de paritarias, hacen paros por el impuesto a las Ganancias, pero en aquella época ni se animaban a nombrar el término paritarias, y después cuando pedían el aumento Néstor les decía "¡pidan dos puntos más!".
- ¿Dónde pone el acento respecto de lo que falta corregir y hacer?
- Cuando llegamos con Néstor, en ese 2003, estábamos en un infierno, en un sótano oscuro. Como un incendio que había arrasado con todo, y había que empezar a reconstruir. Hoy, doce años después, a nivel nacional y también en lo provincial y en cada municipio, en cada rincón de la Argentina, estamos en la terraza. Entonces se empiezan a ver otros problemas que antes no los tenías siquiera diagnosticados. La provincia enfrenta esa situación. Consideramos que una medida de responsabilidad y sentido común que debo asumir como gobernador es hacer una convocatoria amplia a los mejores para gobernar. Por supuesto, teniendo coincidencia respecto del rumbo que vamos a seguir a nivel nacional y de qué provincia queremos. Luego, hay temas que son la principal preocupación que tienen los bonaerenses hoy, como el tema seguridad. Algo que en el debate político-ideológico corta transversalmente a la sociedad, corta al Frente para la Victoria. Es un debate que se dio en el gobierno de Felipe Solá, en el gobierno de Scioli, y en toda la Argentina. Es un debate que no está acabadamente resuelto y sobre el que el Gobierno Nacional ha tenido una visión clara y posición definida. Y también en ese debate está cómo se instrumenta en la práctica la acción gubernamental para construir más seguridad, más inclusión. Y nosotros queremos empezar por dar nuestra posición respecto de este debate. Para ponerlo blanco sobre negro, sabiendo que las cuestiones no son absolutas: no compartimos, no avalamos, y hemos disentido en estos doce años, siempre, con aquellos sectores gubernamentales, o ligados a los medios de comunicación, que hoy ya son casi voceros de los grupos económicos, que nos quieren hacer creer que la seguridad es un fenómeno que se combate con más tecnología, por ejemplo, cámaras, patrulleros más modernos, más armamento, equipamiento logístico. Como el caso de Sergio Massa, siempre con esas fotos rodeado de muchos monitores que observan qué es lo que pasa, como un Gran Hermano que controla cada rincón de su municipio y que de esa forma el delito se previene. Y lo único que en realidad ocurre es que se enteran cuando el delito está sucediendo, nunca lo previenen. Y además, el otro debate, que también Massa y Mauricio Macri se han montado, que es el tema del Código Procesal Penal, con penas más duras. No hay ningún ejemplo en el mundo que demuestre que la inseguridad baja a consecuencia de la mano dura, ni de leyes duras ni de la represión. Los únicos ejemplos, que son muchos, y que demuestra que la inseguridad baja, son la inclusión, mayor equidad, más trabajo, más educación, más cultura, más deporte. Por eso, el Gobierno Nacional, no como un programa dirigido a bajar la inseguridad, sino como una política determinante en construir inclusión, fue el que más aportó, a veces en forma desarticulada, porque no siempre los programas funcionan articuladamente, sin dudas un tema a corregir. Pero al generar inclusión fue el que más hizo en generar trabajo, mejores salarios, aumento del consumo, más escuelas, universidades, hospitales.
- Sin embargo, hay una parte importante de la sociedad que apoya propuestas de mano dura...
- Cuando hay una familia llorando, una víctima que sufre, aparecen todos los que buscan una solución para ver cómo detienen al delincuente y luego cómo lo condenan. Está bien, pero omiten la primera parte, cómo prevenir el delito. Mi tarea como gobernador, nuestra tarea como Estado, en todos los planos, nacional, provincial, municipal, es evitar que el delito ocurra. Y esto sí tiene que ver con la acción que se desarrolló a nivel provincial, de múltiples acciones que generan inclusión, y que fueron los elementos determinantes para que las cifras de casos de inseguridad bajaran. Es muy antipático hablar de estadísticas porque cuando hay una víctima y personas que han sufrido un delito, cualquier estadística es una cachetada, pero lo cierto es que en los '90 el número de delitos era muy superior a los actuales, y en ese entonces los medios hegemónicos de comunicación no potenciaban como en los últimos años el problema del delito. Ahora necesitan potenciarlo para generar miedo, y generar miedo es que nos quedemos en nuestras casas, que enrejemos todo para estar presos en nuestras propias casas, dejar el espacio público libre, desprestigiar a la política, debilitarla. Con lo cual, los grupos económicos tienen muchas más posibilidades de incidir en los gobernantes. Esto no es casual ni tampoco un fenómeno local. Y esto se resuelve, volviendo al tema de la prevención, con un plan mucho más articulado. Los recursos están, los actores también, lo que se requiere es articular con nación y también con lo que le corresponde a la provincia. Tenemos escuelas en cada barrio, unidades sanitarias munícipes, hospitales provinciales: muchas agencias de la Nación tienen sus dependencias, sus políticas en los barrios. Después hay actores de la sociedad, del barrio, la parroquia, el cura que enfrenta el tema de la droga, las situaciones de violencia. Los clubes, con doscientos o trescientos pibes que practican deporte con el apoyo y el esfuerzo de los padres para solventar el equipo, la camiseta, los traslados de visitante, hacen rifas. Todo eso articulado, con un apoyo mucho más agresivo del Estado, genera una política donde se va detectando inmediatamente qué es lo que está pasando en tu barrio para resolverlo desde otro lugar. Si un chico falta cuatro días a la escuela, tiene problemas en la casa, está en una edad difícil, en la esquina se junta con unos pibes que están en una cosa medio rara, existe la forma de rescatarlos y darles certezas de lo que ellos quieren para su presente y su futuro en todo este tipo de actividades que el Estado desarrolla y la comunidad organizada lleva adelante. Trabajar más en la educación, en la capacitación laboral, con las unidades sanitarias, reforzar el tema de enfrentar a las adicciones. La principal puerta de ingreso a la droga es el alcohol, y nosotros a veces nos distraemos en luchas que hay que dar, contra el paco, la marihuana, la cocaína, pero omitimos, y no es casual, porque hay intereses económicos muy fuertes, lo que implica el alcohol. Por eso todos esos actores sociales que antes mencionaba, junto con el Estado, deben desarrollar las políticas de prevención. Y en esto también tiene que ver la presencia del Estado en la obra pública, porque una calle de asfalto, iluminación, viviendas dignas, mejorar el hábitat, también hace a mejorar la inclusión y la igualdad. De esta forma, podemos ir previniendo y enfrentando situaciones y no actuar cuando está la familia llorando y el delito se ha producido. Por supuesto, delitos se van a producir igual y ahí es donde debe intervenir la policía en el marco absoluto del respeto a la ley, previniendo o reprimiendo según sea la situación. Esto no es un tema menor porque define un modelo de nación. Si nos recostamos en la represión, en la ley dura, prescindiendo de lo socioeconómico, cultural, reconociendo que hay elementos nuevos donde todo está vinculado al consumismo, al éxito del dinero, y no a aquellos valores que nos hicieron una nación pujante y solidaria a través del trabajo, la familia, la educación. Y éste no es un fenómeno de los asentamientos, de los barrios más humildes, también ocurre en la clase media.
- ¿Hacia dónde priorizará la obra pública?
- En cuanto a la obra pública, también hay que darle participación a los jóvenes y a los vecinos. Néstor, con Emilio Pérsico, y con el aval de Cristina, diseñó un plan de cooperativas que era muy interesante. Ese plan quedó a mitad de camino, hay que corregirlo tanto en el plano nacional como provincial, porque no es lo mismo que la cooperativa trabaje con recursos administrados por el estado municipal o provincial, que trabaje con recursos administrados por los propios trabajadores, empoderándolos, y no sólo es la tarea que pueden desarrollar en el marco del Estado con costos muchos menores, sino que también tiene una posibilidad de salida a la actividad laboral en el ámbito privado. Todas estas políticas y medidas son centrales para prevenir la inseguridad y la violencia. Reconociendo que hay un elemento nuevo comparado a veinte años atrás: que si crecía la economía la inseguridad bajaba. Hoy ya no alcanza con eso. Hoy la violencia es vertical y horizontal en toda la sociedad. Más del 66% de los delitos que terminan en homicidio son entre personas ligadas a la familia o en la vecindad. Por supuesto, son delitos, son homicidios, pero hablan de una situación no resuelta de violencia que se repite en todos los estamentos de la sociedad.
- ¿Y en cuanto a combatir al narcotráfico y los problemas de adicción?
- La droga cambió el paradigma, reemplaza al sujeto y como objeto da determinada salida, determinado escape, placer para generar cobertura frente a ciertas realidades a quienes afectan ese tipo de adicciones. Este fenómeno no lo conocíamos. Por eso cuando con tanta liviandad se habla de que somos México, Colombia, y que acá no se ha hecho nada, es un disparate. En esta cuestión no tenemos punto de comparación con México ni con Brasil. Cuando lo quieren simplificar aduciendo un problema de radarización y vemos a Estados Unidos, que debe ser el mayor país con sistemas de radares, y la droga entra igual por todos lados. Y no digo esto para minimizar y negar lo que falta hacer, sino para ponerlo en su justo término. En cuanto a la forma de combatir este flagelo, esta lucha se librará recomponiendo los tejidos sociales que se rompieron a lo largo de 55 años de retroceso y de destrucción del aparato productivo del Estado, y que en los '90 se los dinamitó hasta que todo explotó en 2001.
-¿Cómo piensa trabajar para enfrentar el problema habitacional en la provincia?
-Este es un caso para puntualizar de lo que debemos hacer en la provincia, y que también lo menciona Jorge Taiana, nuestro precandidato a presidente, en referencia al éxito del plan Progresar, que es formidable, no solamente por la felicidad que le da a familias que durante décadas no tenían ninguna posibilidad de acceder a una vivienda, a su propia casa. Pero tenemos la situación que los informales, que no pueden demostrar ingresos, no pueden acceder a este plan. Nosotros proponemos habilitar 500.000 lotes. La provincia tiene tierra de sobra, a un valor incluso de mercado, sin inversión pública, si es posible con inversión privada, donde obviamente la familia que acceda a esa tierra la pague con un crédito blando, a bajas tasas de interés, y volver a recrear la tradición de nuestros abuelos y padres de construirse su propia casa, por supuesto ahora con una mayor presencia del Estado, que les garantice las obras básicas de infraestructura, agua, gas, cloacas, trazado de calles. Todo esto es posible hacerlo porque así se hacen los countries y barrios cerrados. Todo este tipo de medidas no tienen que ver con mayores cámaras, policías y mano dura, sino con un papel previo, preponderante y obligatorio del Estado con construir una sociedad más justa, más igualitaria y de esa forma prevenir el delito. Este debate generalmente no se quiere dar, no es simpático porque a veces es más fácil decir vamos a meter presos a todos y si hay que matar los matamos. Pero es fundamental encararlo con responsabilidad.
- ¿Está de acuerdo con que la conducción de la Policía Bonaerense quede en manos de una sola persona?
- Scioli consideró que era importante revalorizar la policía, con lo que nosotros también coincidimos, pero no con que se autogobierne. Ese fue un debate público, respetuoso y apasionado de parte nuestra. Por eso creemos que cuando Scioli plantea la descentralización está corrigiendo esa primera idea y lo reconocemos. Lo que no puede ocurrir es que la conducción de 100 mil policías esté bajo la conducción de un solo hombre desde La Plata. No puede saber nunca lo que pasa en Bahía, Patagones, San Nicolás, San Isidro o en Berisso.
- ¿Cómo desde la provincia se puede instrumentar una política de inclusión laboral?
- En trabajo debemos desarrollar programas junto con la Nación, a la par de generar iniciativas propias. Cuando mencioné a las cooperativas, las enmarco dentro de la economía popular. Creemos que hay que normalizarlas en términos legales. Discutir si en La Salada se evade o no es un debate válido. Pero si creemos que así solucionamos el problema de la evasión, o el problema de los recursos de la provincia, realmente o somos unos ignorantes o somos cómplices de los que evaden de verdad, de los que viven en los countries o son dueños de grandes shoppings, muchos de los cuales están denunciados por el gobierno francés y que la AFIP está investigando en la causa de HSBC por fuga de capitales. En cuanto a la economía popular, lo que es cierto es que La Salada surgió como respuesta a una crisis económica sin precedentes y sirvió para que miles de familias pudieran subsistir. Echarles la culpa a los actores de La Salada es no querer ver el problema de fondo, que es que tenemos una matriz de desarrollo que distribuye mal. Nosotros decimos que, por ejemplo, la industria textil se puede mejorar y mucho, aquella industria textil que está trabajando en la informalidad.
- Se estiman que son cerca de trescientos mil trabajadores hay ahí, es un numero...
- Lo que tenemos que hacer es ayudar al trabajador desde el Estado, para darle legalidad, no solamente para que pueda integrarse a la formalidad, sino también poder competir con otros mercados que son arrasadores. Pero para ello, los subsidios que reciben de manera indirecta, por ejemplo muchos reciben la Asignación Universal, y otros tipos de derechos, hay que transformarlos en parte de su salario, en un aporte directo, incorporando un plus importante en términos económicos para que el ingreso sea un ingreso digno, y además le permita tener autonomía para no quedar subordinado al que le compra, de la misma manera en que la pequeña unidad textil, o mediana, está subordinada a quien le compre, incluso la forma de pago, etc. Algo similar a lo que sucede con el sector de los autopartistas, claro ejemplo que se repite cuando quedan prisioneros de las grandes empresas. Esto se relaciona con decisiones de pasar subsidios indirectos a subsidios directos, como lo que mencionaba respecto de las cooperativas. Las cooperativas hay que multiplicarlas y confiar en su capacidad para administrar sus recursos. Puede haber errores y se corrigen, pero es mucho mejor que el dinero del Estado esté en manos de una comunidad organizada, donde hay un control social mucho mayor, y no hacer la intermediación con algún estamento del Estado donde después, no digo que el dinero se lo robe, pero no siempre se utiliza para el fin que fue enviado, y que lo que era para construir y mejorar escuelas, termine siendo usado para otro destino. Lo que administrativamente incluso es incompatible jurídicamente.
- Una de las propuestas que tanto Taiana como usted vienen destacando es la de avanzar hacia la economía popular.
- El tema de la economía popular no puede ser ajeno a lo que es la agricultura familiar, nosotros deberíamos, en un plan de cinco años, propiciar el retorno al interior de la provincia de cuatrocientas mil familias. Brasil lo ha hecho en un número muy superior. Y eso implica su vivienda, su unidad económica, y los recursos para que su unidad económica funcione. No solamente generar una economía familiar de subsistencia, sino una economía que pueda competir y que ayude a recuperar gradualmente la soberanía alimentaria. Nosotros teníamos, en otras épocas, cincuenta industrias lácteas, o más, y hoy dependemos de tres. Es un disparate que no tengamos autoabastecimiento lácteo y de tantos otros productos que se pueden lograr si el Estado está en servicio del pequeño agricultor, del pequeño productor. Muchas veces, con muy buena intención, se da mucha ayuda, pero no siempre llegaba a quien lo necesitaba. Ayer escuchaba a un compañero precandidato decír que los subsidios se dan a los pequeños agricultores de Río Negro, y no es así, van a un complejo multinacional para que luego se los dé a los agricultores en el tiempo y forma que a ellos les convenga. Por eso, al comparar el precio de una manzana en una verdulería y lo que le pagan al productor la diferencia es tan amplia. Lo mismo pasa con lo que se le paga al productor de la leche que va a la góndola. Si el Estado actúa con firmeza, y como gobernador lo voy a hacer, articulando con la Nación, mucho de ese dinero o se ahorra o pasa al servicio de la informalidad. A la informalidad hay que eliminarla y transformarla en formal, con lo cual la economía se multiplica y genera mucha más riqueza y más dignidad a los trabajadores.
-¿La provincia recauda lo suficiente?
-Creo que eso es absolutamente mejorable, absolutamente optimizable. La recaudación de Buenos Aires está en un punto alto, pero es una recaudación consecuencia de una estructura donde el impuesto a las Ganancias tributa más que el inmobiliario urbano y el inmobiliario rural. El inmobiliario rural tenía una presencia muy importante tiempo atrás, y ahora es menor en el presupuesto. Nosotros hemos mejorado y hemos elevado la evaluación fiscal, pero también es cierto que cuando cobramos el impuesto rural no lo hacemos sobre la mejora que hicimos de la evaluación fiscal, sino sobre un porcentaje, con lo cual los números son más o menos parecidos. Reconozco que el año pasado fue un año complejo, con inundaciones, con dificultades en la baja de comodities. Y una cosa es el gran productor, y otra cosa son el pequeño y mediano. Nosotros tenemos que trabajar para que nuestra producción agropecuaria tenga el valor agregado, que además va a generar mano de obra. En algunas cosas hay que reconocer que el campo, más allá de lo que pensamos de los grandes terratenientes y lo que implica la Sociedad Rural, ha mejorado su producción, pero el fenómeno de la globalización y la extranjerización y concentración económica ha hecho que el pequeño productor muchas veces ya no era productor, sino que alquilaba sus tierras, vivía en el pueblo, tenía una renta importante, y esa lógica también rompió la relación del propietario con la tierra y ya dejó de ser un pequeño productor.
- ¿Qué país va a recibir el próximo presidente?
- Cuando yo asuma la provincia de Buenos Aires, o el presidente que asuma cuando Cristina le dé la banda, va a encontrar una Argentina mucho mejor que la que encontró Néstor. Esta Argentina que iba a explotar, que se iba a hundir, con una inflación que iba a estallar por las nubes, con un dólar a veinte pesos, es otro pronóstico de la oposición que se cayó. Todo funciona normalmente, con niveles altos de consumo, con paritarias. Claro que no estamos en la misma situación que en 2007. Este es el desafío que tenemos por delante, por eso Taiana destaca que hay que consolidar y profundizar y nosotros tenemos la misma consigna para la provincia en temas que no son de alcance nacional pero que muchas veces están vinculados. Entonces, a fin de este año, cuando tengamos que discutir las medidas fiscales, revisaremos este tema. Todas estas cuestiones que debemos discutir lo puede hacer alguien que no tenga ningún compromiso con grupos económicos, con lobbies, con estructuras partidocráticas. En ese aspecto, provenir de un espacio político que se nutre del territorio, de las luchas populares, me da una ventaja objetiva, no por mis cualidades personales sino porque somos un colectivo que pelea desde siempre, desde las décadas del '60-'70, y no que cuando llegó Néstor Kirchner vio luz y subió.
- ¿Cómo debería funcionar la articulación Nación y Provincia?
- Planteo que sin Nación no hay provincia. Eso significa tener un presidente que tenga en claro qué es consolidar y profundizar lo que se ha hecho. Muchas veces, muchos compañeros precandidatos a presidente o a gobernadores dicen más cosas off the record que abiertamente, porque no quieren incomodar a nadie del Gobierno, especialmente a Cristina, cuando es Cristina la más avanzada, la más revolucionaria de todos nosotros, marcando el rumbo. Cristina lo planteó claramente: mientras haya un solo pobre hay que seguir luchado. Enfrentó a los fondos buitre, a un orden internacional, a todos los ataques que surgieron a partir de la muerte del fiscal Alberto Nisman. En ese marco Taiana dice las cosas con claridad, tiene autoridad para decirlas, militó toda su vida en el peronismo, lo hizo desde los espacios más comprometidos, pagó muchos años de su vida en la cárcel durante la dictadura. Siempre vinculado a los sectores populares, porque acompañó a Néstor cuando confió en el Grupo Calafate en el 9'8, fue canciller de Néstor y Cristina y todos sabemos que no se fue bien, y eso no motivó que se corriera un milímetro de su compromiso con Cristina, con el proyecto nacional, con los más humildes. Habla de un compromiso con la Patria, con humildad. Nosotros no tenemos ningún problema con ningún compañero. Hablo periódicamente con Florencio Randazzo, hemos ido con Taiana a verlo, no tenemos inconvenientes con Scioli, ni con Sergio Urribarri. Lo que sí pedimos con toda humildad y con firmeza es que debatamos. ¿Qué es profundizar? Yo quiero saber si para Scioli profundizar respecto del tema económico es lo mismo que pensamos nosotros, o para Randazzo o el resto de los compañeros. Y no porque nosotros nos sintamos dueños de la verdad, sino porque estamos convencidos de que si hay un programa común, debatido de cara a los militantes y el pueblo argentino, también garantiza lo que es consolidar y profundizar. Y mi gestión en la provincia esta íntimamente ligado. Trabajo, salud, educación, economía popular, seguridad, todo esto está ligado a una acción conjunta con la Nación. Nadie puede gobernar la provincia de espaldas a la Nación.
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