Eduardo Buzzi, que preside la FAA desde hace 12 años y busca un decimotercer mandato al frente de la entidad, enfrenta oposición desde distintos frentes, e incluso sufre disidencias desde su propio espacio, producto del descontento con su estilo de conducción, cuenta Gabino Rebagliati en Télam.

Las principales corrientes que se oponen a Buzzi, que lidera junto a los diputados radicales Pablo Orsolini y Ulises Forte la lista Celeste y Blanca, son La Netri, liderada por el sector más joven de la entidad; el grupo Grito de Alcorta, cuyo referente es el ex ladero de Buzzi, Pedro Peretti; y el sector que encabeza Alfredo De Angeli.

Según de la entidad, los principales reclamos a la actual dirigencia apuntan a su estilo de conducción, que señalan como "personalista", y al hecho de politizar todos los conflictos para potenciar su perfil opositor al gobierno, en lugar de procurar la defensa de los intereses de los pequeños y medianos productores.

Otras causas de molestia en muchos productores se refieren a la participación de la FAA en la Mesa de Enlace y a denuncias de fraude por parte de Buzzi durante la elección del último año.

Un caso paradigmático del malestar que causa la postura política de la FAA fue lo que ocurrió en la celebración del centenario de la entidad el miércoles pasado en Rosario, donde dirigentes como Francisco De Narváez, Julio Cobos y Hugo Moyano participaron de un almuerzo con los federados.

Allí la dirigencia debió regalar cubiertos para que no quedaran lugares vacíos en la sala y así ocultar el malestar que este tipo de presencias generan entre muchos productores.

Desde el sector de Peretti, el descontento pasa porque "no puede ser que la Federación sea un partido político que coordina la oposición, como fue el acto del miércoles, mientras se queda afuera de las políticas diferenciadas a favor de los pequeños y medianos productores".

Respecto a los próximos comicios, desde todos los espacios destacaron que se encuentran trabajando para llevar una lista de unidad que incluya a Peretti, La Netri y al sector De Angeli.

Todos coincidieron en que la unidad es una de las pocas formas que tienen de enfrentar a lo que denominan "el aparato de Buzzi", pero evitaron dar precisiones sobre candidaturas mientras continúan negociando.

Las diferencias con la dirección de la entidad se evidencian en la postura que toman distintas cooperativas del interior, que se acercan al Gobierno en busca de soluciones concretas, en el crecimiento que tuvieron asociaciones de productores lácteos distanciadas de la Federación Agraria en Córdoba y Santa Fe, o en el salto que pegó la cooperativa AFA, históricamente vinculada a la FAA, que hace dos años viene incrementando sus exportaciones de granos como consecuencia de la decisión oficial de favorecer a los pequeños y medianos productores en el negocio exportador.

La capacidad de la oposición de captar el descontento y las continuas escisiones que sufre Buzzi tienen un límite electoral en el Estatuto de la Federación, que data de su creación y exige requisitos muy difíciles de cumplir para llegar a la conducción de la entidad.

Puntualmente, para ser presidente de la FAA primero se debe ser director, cargo que se renueva cada 3 años y requiere de la aprobación del 66 por ciento de los congresales, por lo que para llegar a competir por la presidencia de la entidad hay que pasar por ese filtro.

En esta ocasión, Buzzi corre con ventaja porque ya es director, mientras que De Angeli, el opositor con mayor consenso, debe reelegir primero como miembro del consejo directivo.

A ese contexto se suman lo que desde los sectores de De Angeli, de Peretti y La Netri consideran como "manejos clientelares poco claros de Buzzi, donde votan estudiantes, mujeres federadas y filiales truchas".

"Al final, lo que menos peso tiene en las elecciones de la Federación Agraria son los votos de los productores", destacaron.

Sin embargo, los productores apuestan a un armado a largo plazo, impulsar una reforma del sistema electoral de la Federación y poder desplazar a la actual conducción en los próximos años.