Los productores argentinos terminarán de cosechar su soja esta semana y ya se resignaron a una producción de 40 millones de toneladas. Pero la variable que aún puede dar sorpresas, el precio, les está dando buenas noticias. Y mejores aún al gobierno nacional.

La soja operó en Chicago por encima de los u$s 600 por tonelada, y superó al pico de precios de julio de 2008 de u$s 609.

El clima cálido y seco que está perjudicando el desarrollo de la soja estadounidense en un momento clave es el principal causante del alza del poroto, que en su escalada catapulta a sus derivados, aceite y harina, productos que la Argentina exporta, posicionándose como líder del mercado mundial.

Mientras la soja avanza sin un techo preciso, los productores ya vendieron el 70% de su cosecha, 28 millones de toneladas, aunque hay de ese total unos 6 millones con precio sin fijar. Es decir que, sumando las 12 millones de toneladas que resta por vender en las arcas de productores y acopios, son 18 millones de toneladas, el 45% de la cosecha, las que no tienen un precio puesto y cuyos dueños se benefician por las subas.

Sin dudas, quien más va a aprovecharlo es el gobierno nacional, porque buena parte de las toneladas vendidas por los productores están en manos de la industria del "crushing", para convertirse en aceite y harina que no fueron exportados todavía. Esto implica que el Gobierno aún no facturó retenciones por estos productos, que pagarán un monto más alto por la suba de precios.

En paralelo, las perspectivas de ingreso de divisas y recaudación, dos frentes afectados por la menor actividad económica y la necesidad de dólares que demuestra el Gobierno, pueden, inclusive, mejorar en los próximos meses.

Según el especialista Gustavo López, de la consultora Agritrend "hasta que no ingrese la cosecha del norte, entre septiembre y octubre, los precios van a estar sostenidos".

Después, comenzará a pesar nuevamente la situación del sur, con la Argentina y Brasil a la cabeza.

En este sentido, las proyecciones ya empiezan a correr. El buen clima que se anticipa en el hemisferio tras un año "Niña" como el actual, hace que las expectativas de la campaña sean altamente optimistas. "Lo que estamos viendo es que para la próxima campaña se espera que haya mucha soja, y cuando esté disponible, como la Argentina es formadora de precios, no vamos a ver estos valores", indicó a El Cronista, Marina Dal Poggetto, directora del estudio Bein.

Desde otra perspectiva, López analizó que las cartas no están jugadas, "no hay tantas reservas (de soja) como había", de cara a la cosecha 2012/13 mientras, se espera que la demanda china, de 57 millones de toneladas, siga creciendo y supere las 61 millones de toneladas en el próximo ciclo.