El filósofo e integrante de Carta Abierta, Ricardo Forster, se refirió al "cacerolazo" realizado en barrios porteños que culminó en Plaza de Mayo. "Cuando uno hace genealogía de las cacerolas, hay que retrotraerse no al 2001 sino al primer momento que aparecieron que fue en los sectores altos contra Salvador Allende y contribuyeron al golpismo de Augusto Pinochet", afirmó.

Manifestó que "hay mucho de estructura predemocrática de una parte no menor de estos sectores", los cuales "piensan la democracia desde la lógica patrimonial y ven el mundo desde su bolsillo".

Forster dijo que "es emblemático" el mapa de la protesta que se realizó en Callao y Santa Fe, Cabildo y Juramente, Belgrano, Recoleta. "Esto marca un perfil social aunque no hay que subestimar el efecto mediático", resaltó. De todos modos, indicó que fue "raquítica la manifestación que solo juntó a unas miles de personas después de tanto bombardeo mediático".

Reiteró que se trata de "un sector regresivo de la sociedad que apunta a la devaluación, trabaja sobre la fetichización del dólar y la lógica del miedo", con lo que pretenden generar "un escenario de catástrofe y derrumbe económico". Precisó que "es un discurso históricamente reiterado muy peligroso porque toca fibras sensibles de una memoria social de determinados sectores que siempre está lista para activarse".

No obstante, subrayó que "el gobierno ha logrado conformar una base de sustentación importante" y debe ser capaz de "enfrentar sólidamente una crisis internacional complicadísima, y profundizar la participación democrática y no perder la dimensión simbólica de las calles y las plazas".

JI