Cristina Fernández de Kirchner afirmó que "estamos construyendo entre todos una nueva Argentina", y haciendo "entre la sociedad y las Fuerzas Armadas un nuevo tiempo", al hablar durante el acto de ascenso post mortem de Jorge Alberto Daniel Devoto, desaparecido durante la última dictadura cívico militar.

"Estamos reafirmando esta construcción conjunta entre la sociedad y las Fuerzas Armadas, que deben ser las que deben velar por la democracia y la soberanía popular, las que deben custodiar la integridad territorial y la preservación nuestros recursos naturales", afirmó Cristina durante el acto cumplido en el edificio Libertad, sede de la Armada.

La jefa del Estado encabezó allí la ceremonia de ascenso post mortem del ex teniente de fragata Jorge Alberto Daniel Devoto, desaparecido el 21 de marzo de 1977 cuando revistaba en situación de retiro solicitado por él mismo, al cargo de Capitán de Corbeta.

La Presidenta hizo entrega del diploma correspondiente al ascenso del marino desaparecido y de las jinetas correspondientes a su nuevo grado a su viuda, Marta Bettini de Devoto, y a sus hijas María Justina y María Dolores Devoto.

El marino ascendido concurrió el 21 de marzo de 1977 al edificio Libertad para averiguar por el paradero de su suegro, el abogado y profesor de Derecho Carlos María Bautista Bettini -padre de Carlos Bettini, actual embajador argentino en España-, desaparecido unos pocos días antes.

Según testimonios que obran en la causa por su desaparición, Devoto nunca volvió a ser visto luego de ingresar al edificio Libertad, y tras pasar por una detención ilegal en la ESMA fue arrojado al mar vivo y consciente -otros detenidos eran arrojados dormidos con pentotal-, ya que era considerado "traidor" por los oficiales jefes de esa fuerza.

"Yo no conocí al "Gordo" Devoto, como le decía Kirchner. Él sí lo conoció cuando visitaba la casa de su compañero de facultad Carlos Bettini", afirmó la jefa del Estado en la ceremonia de homenaje y ascenso post mortem.

Explicó que en cambio conoció "en lo académico, porque fue profesor mío en la Facultad de Derecho, al doctor Carlos María Bautista Bettini, titular de la Cátedra de Familia, por quien Devoto vino a pedir a este mismo edificio".

Recordó que durante la primera cena de camaradería de las FFAA a la que asistió como presidenta de la Nación, dijo "que nunca volvería a hablar de aquellos años, sino que dejaría que la Justicia actuara y que el tiempo pudiera cubrir ausencias y pudiera también dar vuelta la página de la historia".

"Por eso quiero hablar aquí de la familia. De esa mujer ejemplar, su esposa, que se dedicó al cuidado de sus dos hijas y nunca dejó de preguntar dónde estaba su esposo".

Tras definir el caso como "una historia muy dura", dijo dirigiéndose a los oficiales de la Armada presentes: "Esta mujer y sus dos hijas pudieron ser la mujer e hijas de cualquiera de ustedes, porque el capitán Devoto no era peronista y no participaba en nada, simplemente no estaba de acuerdo con las cosas que estaban sucediendo en el país".

Destacó que Devoto "vino a pedir por su suegro que era profesor de derecho y amante de las rosas y el ajedrez, es decir que no era un hombre tan peligroso", subrayó y atribuyó el hecho "al odio y locura que hubo en la cabeza de algunos, que arrastraron al país a un desastre inimaginable".

Señaló que el homenaje y ascenso de Devoto "no sólo se lo debíamos a familia sino a todos los argentinos, porque esto revela que no todos estuvieron de acuerdo, no todos fueron iguales, hubo gente que no estaba de acuerdo con lo que se hacía (en la dictadura) y se retiró".

"No quiero insistir en el tema, porque esto está en manos de la justicia", dijo, y añadió su agradecimiento a la familia y en especial "a Marta (Bettini)", de la que enfatizó que fue "segundo promedio de su promoción en Derecho y brillante estudiante".

"Quiero decir a todos los argentinos que estamos en un nuevo tiempo y nos debemos el dar vuelta la página de la historia. Y hoy estamos dando vuelta una página pendiente de la historia. Su familia vive en España, nunca más volvió al país y los entiendo porque el dolor fue mucho".

Dirigiéndose al salón de actos del edificio Libertad, colmado por dirigentes, militantes y militares, dijo: "Veo organizaciones de derechos humanos, HIJOS; mujeres y hombres de uniforme, militantes de partidos políticos, todos juntos, respetándonos".

"Esa es la argentina que yo aspiro a que vivan mis hijos y los hijos de mis hijos", subrayó.

"La Argentina en materia de derechos humanos es un ejemplo, y yo como Presidenta estoy muy orgullosa de que sea así", agregó

Seguidamente indicó que "la historia está muy reciente, todavía hay muchas pasiones, pero son los jueces de la constitución los que están actuando conforme a derecho y cada uno tiene la infinita suerte de poder defenderse, con abogados y con argumentos".

"Y esto, que parece una trivialidad, es tan importante para que una sociedad pueda llamarse civilizada y democrática", continuo la mandataria.

"Me siento orgullosa de un país que en medio de un vendaval económico puede ofrecer este ejemplo al mundo, sin rencores, sin gritos, sin reproches, simplemente con un reconocimiento a quienes ya no están", aseguró Cristina.

Durante la ceremonia se leyó el currículum militar de Devoto, que ingresó a la Escuela Naval en 1966 y egresó en 1969 como guardiamarina, y que fue ascendido a teniente de corbeta en 1971 y a teniente de fragata en 1974, cargo con el cual pidió y obtuvo su retiro, y que ostentaba al momento de su desaparición.

JI