3El ex comisario inspector que fue jefe del �rea Especial de la Policía Bonaerense y especialista en Prevención del Terrorismo, Luis Vicat, sostuvo la situación de Rosario, donde hay más de 80 muertos en un año por ataques narcos, es "resultado de haber dejado hacer", porque "desde 2013 hubo todo tipo de señales" del avance de clanes y hasta "la ex SIDE alertó a la entonces presidenta Cristina Fernández" de operaciones de carteles de droga al país "y no se hizo nada".

Por esto, Vicat afirmó que "pasó el tiempo y se instalaron los clanes, que son protocarteles de droga y los sicarios están muy activos y cuando quisieron hacer algo ya era tarde", porque "hay conflictos asimétricos, en los que el Estado reacciona pero los narcos llevan la delantera, ellos eligen a quién atacar y cuándo para generar terror o ganar territorio".

Desde su condición de especialista en estudio de organizaciones criminales y terrorismo egresado de la Escuela de Defensa Nacional Argentina, Vicat describió la situación de "descontrol" a la que se llegó en Rosario. "En 2013 se tiroteó la residencia del gobernador y se dio el primer desembarco de fuerzas federales en la ciudad. Pero después no se hizo más y se siguió dejando hacer, a esto se sumó la capilarización de la corrupción en los tres estamentos del Estado y en el poder policial por relaciones con el narcotráfico. Cuando se instalaron los clanes, que son protocárteles, ya era tarde. Llegaron a tirotear un edificio de una empresa de construcción porque tenía el nombre de pila de una fiscal que intervenía en causas narco. Los sicarios están activísimos. Recién detuvieron a una mujer policía cuyo hijo era narco y desde las cárceles los líderes presos siguen operando dando órdenes por relaciones con sectores penitenciarios".

Como si esta descripción puntual de Rosario no alcanzara para graficar el avance narco en Argentina, Vicat reveló que "hay datos concretos hace tiempo de que el Primer Comando de la Capital de Brasil está en el país operando por la hidrovía, contactos de entradas en la ruta 34 y puntos en la ruta 9".

"Oportunamente la ex SIDE había advertido a la entonces presidenta del avance narco y no se hizo nada. Hoy estamos expectantes del desembarco del Ejército, pero ojalá no ocurra algo que lamentar cuando los narcos vean a los militares desarmados haciendo casas como ordenó el gobierno. Sobre todo si no se cambia el paradigma. Si el Estado no hace inteligencia va ir siempre atrás de las organizaciones criminales", expresó Vicat, en declaraciones al programa "No es lo que parece" de la 96.7 Mhz de La Plata (sábados de 13 a 15).

Sobre la salida para combatir el fenómeno de bandas narcos, Vicat consideró "necesario avanzar con firmeza por las circunstancias de excepción que se dan".

En ese sentido, trazó un paralelismo con lo hecho por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, contra las maras. "Acá no se puede replicar eso porque muchas medidas las prohíbe la ley. Pero en poco tiempo logró encarcelar sin miramientos a los líderes y miembros de las maras y evitar que operen desde las cárceles quitándole todo tipo de cosas. Logró una gestión notable en poco tiempo, enmarcando las medidas en el estado de excepción. El resultado es que el 90 por ciento de la población lo apoya. Sin copiar modelos porque cada país es distinto en contexto y leyes, pero hay que pensar en medidas profundas y drásticas en la Argentina", planteó el ex comisario inspector bonaerense.

Diagnóstico

El ex jefe de área de la Policía Bonaerense trazó un diagnóstico de la situación general de seguridad, con hincapié en la provincia de Buenos Aires y sobre todo en el Conurbano. Al resepcto, dijo que "donde uno vaya se comprueba un aumento del delito en los últimos dos años y con la particularidad del fenómeno de extensión de la conurbanización hacia el interior".

"Hay un fenómeno de derrame del delito grave de las grandes urbes a pequeñas ciudades, fenómenos que van de los 3 cordones del Conurbano al interior", expresó.

Además, "hoy hay sensación de frustración de la gente y eso genera algo bueno como es el arresto civil que después se degenera en algo aborrecible como es el linchamiento, con lo cual la víctima se convierte en victimario".

Y sobre las medidas gubernamentales de abordaje, consideró que "hoy prevalecen las políticas reactivas y se asocia dar seguridad con más policías".

"Lo que hay que hacer es diseñar políticas proactivas, no reaccionar ante un fenómeno yendo atrás. Hacer inteligencia en lo que respecta a fuerzas de seguridad, pero también la seguridad tiene que tener abordaje múltiple. Replantear la intervención del poder judicial y la interpretación d ellas normas para que no haya puerta giratoria en las comisarías, las políticas penitenciarias y lo que se le permite a los presos, mejorar la educación, las acciones de bienestar social y también la mejora de infraestructura en los barrios, controles policiales, de alcoholemia y demás", detalló Vicat.

Al referirse a la gestión en la provincia de Buenos Aires, consideró que el ministro de Seguridad, Sergio Berni. "tiene un modo de conducción muy personalista" que lo lleva a "excederse en las intervenciones de algunos hechos por su protagonismo cuando hay áreas de la fuerza para hacerlo y delegar".

Atribuyó esto último a que Berni "tiene una formación militar, es teniente coronel, aunque la formación policial es paracastrense, es un poco menos que una fuerza de seguridad, porque es fuerza civil armada, tiene componentes y procedimientos que la asimilan pero se deben conocer sus particularidades".

Mientras tanto, "se han creado cada vez más organismos de seguridad en general para descentralizar desde el Estado nacional y la gran derrotada en creación de organismos especiales es la Policía Federal, que desde la formación de la Policía de la Ciudad en Capital Federal ha perdido visibilización".

24 de marzo

Por otra parte, Vicat se refirió al advenimiento del nuevo aniversario del golpe de Estado de 1976. Definió el día como "una fecha bisagra" que "marcó una grieta en los argentinos que sigue y se manifiesta a veces en pertenencia política".

"Se quebró el orden institucional y no se volvió rápido a la democracia como prometieron. Y hubo una reacción popular con grupos armados contra el Estado. Y de ahí se desprenden mil historias, cada una más horrenda que la otra", reflexionó Vicat.