Portadora de un vasto currículum
por sus estudios y experiencia, la mayor Vanesa Pía se convertirá a
sus 39 años en la primera mujer jefa de una base permanente en la Antártida, tarea que para ella representa
la posibilidad de demostrar que "no hay condicionamientos, sino que con
capacitación, estudio, esfuerzo, empeño e ilusión se puede ocupar el puesto que
se desea".
"La designación representa primero un
desafío en cuanto a cumplir la misión de la base con el mayor de los éxitos.
Pero también representa una apertura hacia la generaciones futuras,
principalmente de las mujeres", reflexionó ante Télam Pía, quien estará a
cargo de la Base Carlini.
"Una -agregó- intenta facilitar o allanar
ese camino que tan difícil se nos hace, que tanto cuesta y demostrar que
cualquier persona, independientemente de su sexo, de su orientación sexual o de
cualquier aspecto particular, con la capacitación adecuada puede ocupar un
puesto".
"Ese es mi desafío, transmitir que no hay
condicionamientos, sino que con capacitación, estudio, esfuerzo, empeño e
ilusión se puede ocupar el puesto que uno desea", añadió.
La
presencia de las mujeres en el continente blanco no es nueva, ya que participan
desde hace muchos años en actividades científicas y militares, y al frente de
servicios como enfermería o sanidad.
Como tampoco es nuevo para Pía ser la que abre
caminos: fue la primera mujer del Cuerpo Comando de las Fuerzas
Armadas, un espacio que hasta hace algunos
años estaba vedado para ellas.
Oriunda de San Rafael, a los 18
decidió ingresar al Ejército en el arma de Artillería donde se recibió de subteniente y Licenciada en
Administración.
"Mi primer destino fue Zapala porque quería
capacitarme en la montaña; allí pude hacer cursos de escaladora de andinismo,
de hecho soy instructora de esquí, y una apasionada en la montaña",
describió en diálogo con Télam.
De allí, Pía fue asignada a la escuela de
suboficiales como formadora pero su espíritu inquieto la llevó a postularse
para ir a la Antártida.
"Al tiempo salí preseleccionada y gracias a
la experiencia en la montaña pude ir a la Base Esperanza donde me desempeñé
como logística. Pero quise seguir estudiando y perfeccionándome. E ingresé al
Instituto de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, donde obtuve otra actitud
especial que es la de Inteligencia", contó.
En paralelo, la Mayor comprendió que en la
Antártida un factor importante era la meteorología e ingresó en
la Armada para estudiar esa disciplina,
ya que no estaba en el Ejército.
Tras terminar un posgrado de
inteligencia, se dedicó a dar clases y una
vez que adquirió la experiencia en meteorología fue destinada a la Central de
Inteligencia Geoespacial, una unidad pionera en este tipo de tareas donde
trabajó brindando apoyo en meteorología, principalmente ante desastres
naturales, lo que se considera emergencias.
Durante la pandemia por coronavirus, trabajó en
el Estado Mayor Conjunto con los tableros de comando y asesorando en
meteorología e inteligencia y luego ingresó a la Escuela Superior de Guerra
donde realizó otro postgrado en el que rindió su última materia a finales de
noviembre y se recibió de oficial de Estado Mayor.
La primera mujer jefa de una base permanente en la Antártida
Como
jefa de la Base Carlini, Pía será entre diciembre de 2022 y diciembre de 2023
la responsable del cumplimiento de la misión de ese lugar.
"Esto implica administrar, gestionar y
diseñar todas las tareas y estrategias. Para ello contaré con el apoyo de todo
el personal (un encargado, un segundo jefe y el personal científico); no es una
tarea en la que se está sola o solo pero la responsabilidad del cumplimiento de
la misión y que sea eficaz y eficientemente es tuya", aseguró.
Como mujer en un territorio históricamente
masculino, Pía señaló que en muchas ocasiones sintió que tenía
que esforzarse más para obtener reconcomiento.
"Primero en el plano físico: si bien las
exigencias son distintas, una tiene que entrenarse mucho más. Pero desde el
plano intelectual también representa un desafío porque una siempre tiene que
estar demostrando, tiene primero que ganarse el lugar y recién después de que
se te valora se puede trabajar tranquilamente", afirmó.
Al ser indagada sobre el aporte diferencial que
una mujer puede dar en ese rol de jefa, la Mayor se apartó de las idealizaciones
y generalizaciones.
"La particularidad lo da la
persona, no tanto el género. En ese
sentido no me gusta generalizar. Hay personas que son mucho más empáticas, y
aquí puede ser que las mujeres sean más que los hombres, pero lo central de un
buen jefe es que pueda ver y observar qué es lo que está pasando, cuáles son
las actitudes de las personas, ver si están bien, sin están tristes y tratar de
trabajar sobre eso para obtener el mejor trabajo", explicó.
"Lo importante es siempre adecuarse y mirar
las particularidades de cada persona y llegar a esa persona con las
herramientas adecuadas para ella y hacer un trabajo individualizado",
agregó.
Base Carlini
Instalada en la península antártica en la isla 25
de Mayo, la Base Carlini es una de las seis (próximamente siete) permanentes
que tiene la Argentina en el continente blanco.
En esta base se realizan actividades científicas
de biología marina, y en este
contexto una dotación permanente de buzos del Ejército se dedica a la
recolección de muestras marinas, lo que permite a los investigadores de
distintas áreas desarrollar sus estudios;
En la base Carlini funciona, además, un centro
de medicina hiperbárica y una estación de sismología que realiza el monitoreo y
registro de todos los eventos sísmicos.
Por otra parte, este año la Base Brown (que
funciona sólo en la época estival), administrada por la Cancillería, tendrá
también una mujer al frente, la Licenciada Astrid Zaffiro. (Télam)
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