Elevado muy por encima de los problemas del frente interno, el presidente Alberto Fernández aspiró a representarnos dignamente en la Cumbre de las Américas. Pero no sólo representó a los argentinos. Por pedido expreso del dictador Nicolas Maduro, representó a los países que fueron marginados de la reunión por su falta de apego al sistema democrático. El venezolano agradeció calificando las palabras del presidente argentino como "valiente" El dictador caribeño fue más allá con sus declaraciones al asegurar que "l discurso del mandatario argentino "puso todo en su lugar". 

Hace años atrás los padres insistían sobre la conciencia de sus hijos en la importancia de cuidar el honor y no manchar el apellido, el cuál se recibía limpio y así debía ser entregado a la generación posterior. La descendencia era deposotaria de lo mejor de la cultura y los valores que se recibia de los mayores. La mejor manera de cuidar el honor y el apellido era evitar las malas compañías, porque para tener crédito en cualquier lado había que ser y además, parecer decente. Mientras él presidente argentino se convertía en mensajero de gobiernos no democráticos, la respuesta del secretario general de la OEA, Luis Almagro, fue contundente y ejemplar: "No me hubiera gustado que Pinochet, Videla y Gregorio �lvarez estuviesen en esta sala" . Para los que no lo conocen, Almagro es un hombre de izquierda. Fue Ministro de Relaciones Exteriores del Uruguay durante el gobierno de Pepe Mujica.

El papel desempeñado por Alberto Fernández está cada vez más alejado de la realidad. Mientras viaja con un séquito de vividores de lo ajeno (entre los que se destaca alguna figura juvenil que pasó de tomar colegios a disfrutar de los beneficios de pertenecer al círculo de privilegiados que gobierna al país en beneficio propio) en la Argentina se registran faltantes de gas oil en diecinueve provincias y el fantasma del desabastecimiento en las grandes ciudades, está cada vez más cerca. La inflación no cede y el dólar no da respiro. Por si algo faltaba, en la semana dejó su cargo el ex ministro de producción Matias Kulfas, quién parece haber abierto una caja de Pandora en relación a la construcción del gasoducto Néstor Kirchner. Kulfas pasó a integrar el conjunto de los borrados junto a Marcela Losardo y Juan Pablo Biondi. Uno a uno, los leales al presidente fueron cayendo ¿Cuál será el próximo?