20-05-2024
12-03-2011 | “Cámpora tenía vocación transformadora”
Jorge Taiana y Pedro Cámpora analizaron la influencia del ex presidente
Para el sobrino del ex mandatario, la tendencia a favorecer los cambios es una de las principales coincidencias entre "el Tío" y el kirchnerismo. Para el ex canciller, la gran similitud entre ambos es el protagonismo de la juventud. Así lo señalaron en diálogo con Tiempo Argentino.

Jorge Taiana y Pedro Cámpora viven encontrándose en convocatorias colectivas desde hace casi cuatro décadas. Coincidir en tiempo y lugar con otra persona, a lo largo de los años, no puede ser producto del azar. Tampoco de los caprichos del destino. Las coincidencias expresan, más bien, una pertenencia profunda, convicciones compartidas. Hasta un pasado en común. Eso es lo que sucede con el ex canciller y dirigente de la Corriente Nacional de la Militancia, y el asesor del ministerio de Trabajo que no por casualidad lleva el apellido del ex presidente de la primavera del '73: Héctor J. Cámpora era su tío. De hecho, según la anécdota familiar, al odontólogo peronista de San Andrés de Giles le quedó el sobrenombre "tío" por la insistencia de su sobrino Pedro -que militaba en la Juventud Peronista regional 1 bajo el mando de Dante Gullo- en mencionarlo por el lazo sanguíneo.

"Cuando yo hablaba de él, que ya era el delegado personal de Perón, decía 'mi tío'. Y mis compañeros de la JP adoptaron el sobrenombre, así que pasó a ser 'tío' para todos", cuenta Pedro Cámpora. Abogado laboralista, el sobrino del ex presidente es hoy uno de los colaboradores más cercanos de Carlos Tomada. A principios de los '70, Pedro estudiaba Derecho en la UBA y vivía en una pensión. "En la pensión había radicales, socialistas, comunistas y peronistas. Ahí me vinculé a un grupo de universitarios peronistas: después me enteré que estaban relacionados con Guardia de Hierro, de orientación claramente derechista. Entonces me fui a militar con la JP a la circunscripción 23, en el Barrio Rivadavia de Curapaligüe y Cobo", relata desde una mesa del café La Victoria.

También abogado, Taiana comparte otras experiencias con el sobrino de Cámpora. Él también formó parte de la Tendencia, incluso con mayores grados de responsabilidad. Y conoció a Cámpora, aunque sin ser pariente directo. Lo llamó "tío" como lo hacían miles de jóvenes, y conoció desde cerca las reuniones con el entonces delegado personal de Perón en la Argentina, negociaciones,  que desembocaron en la campaña de 1972 por el "luche y vuelve" y en la campaña electoral del Frente Justicialista de Liberación (Frejuli) para las elecciones del 11 de marzo de 1973. Reunidos por Tiempo Argentino para analizar la figura del ex presidente, Cámpora y Taiana destacaron sus aspectos menos conocidos: a la lealtad a Perón, que se le reconoce al "tío", le agregaron los valores de la honestidad y su dignidad.

"Héctor Cámpora fue investigado hasta los huesos en dos épocas distintas -recuerda Pedro-. Tanto la Revolución Libertadora como la dictadura genocida hicieron investigaciones tremendas para analizar los bienes que formaban su patrimonio. Y en ambos casos tuvieron que concluir que ni un solo ladrillo de su patrimonio era mal habido. Y lo otro que quiero destacar es la dignidad con la que mi tío padeció el asilo que le ofrecía la embajada de México (NdR: tras el golpe de 1976, Cámpora recibió protección del estado mexicano hasta que, casi moribundo, se le permitió viajar a ese país). Sufrió el crecimiento de su cáncer, sabiendo que lo corroía y que indefectiblemente lo llevaba a la muerte".

Taiana asiente y agrega: "Cámpora había sido tentado para poder irse antes, pero la condición era que él expresara cosas en contra de los intereses populares. Cámpora supo que el compromiso con el pueblo estaba por encima de su propia salud, de su propia posibilidad de vivir", subraya. "Fue un ejemplo para muchos de los que teníamos que resistir", dice el ex canciller, que para el 24 de marzo de 1976 ya estaba preso, a disposición de un Poder Ejecutivo dispuesto a aplicar la ley de fugas.

Entre saludos de conocidos y mientras soportan el latigazo del flash, Cámpora y Taiana se remontan a los viejos tiempos. Y recuerdan anécdotas, como aquella comida familiar en el departamento de la calle Pacheco de Melo, donde el delegado de Perón le comunicó a su sobrino su compromiso de hacer posible el regreso definitivo del General y su decisión de convertir a la JP en el principal actor de la campaña. "En la sobremesa -arranca Pedro-, cuando mi tío y mis primos se habían levantado de la mesa, mi tío me dijo: 'Vos sos militante de la juventud. El sector del movimiento en el que voy a confiar el logro de este objetivo es en la Juventud Peronista. Porque es el sector que va a colaborar para producir las condiciones que harán posible el regreso de Perón en forma decidida y desinteresada'. Fue el primer domingo posterior a su regreso de Madrid, y él ya era delegado personal de Perón".

-¿Qué representó Cámpora?
Taiana: Del '55 en adelante, en pleno auge del llamado neoperonismo, hubo distintas formaciones políticas que intentaban recrear cierto ideario peronista pero dejando de lado la conducción de Perón. Cámpora, como muchos otros que enseguida se perfilaron como "los leales", no estaba de acuerdo. Ellos creían que el centro del dispositivo del movimiento popular y del proyecto de transformación era la conducción y el liderazgo de Perón. Pretender dejarlo de lado era absurdo. Eso explica por qué Cámpora es elegido delegado de Perón. Cámpora tiene un rol en tres aspectos: uno, continuar y conducir el proceso de resistencia y de desgaste de la dictadura; dos, armar una amplia coalición política con base en el movimiento peronista; tres, articular y armonizar al viejo peronismo que había resistido durante tantos años con las nuevas generaciones que se habían peronizado.

-¿Cámpora cumplió con lo que le pidió Perón?
Pedro Cámpora: Mi tío eligió a la Juventud Peronista como el principal aliado para conseguir el retorno de Perón. Y en eso veo una similitud muy importante con el kirchnerismo. Yo soy de los que creen que el peronismo tiene dos versiones: pero las dos peronistas. Hay un peronismo administrador, y hay un peronismo transformador. Cámpora era adicto a la convicción de que el peronismo debe tener una profunda vocación transformadora. Y en esto encuentra un punto de coincidencia con el kirchnerismo: en estos años el peronismo enfatizó su vocación transformadora, no simplemente su vocación administradora.

-¿Ven alguna relación entre la "primavera camporista", con la irrupción de la juventud como protagonista, y del fenómeno actual de La Cámpora?
T: La principal similitud en los dos procesos es que en aquel entonces hubo un gran dinamismo de la juventud en general. Cámpora había elegido a la juventud para llevar adelante la campaña del "luche y vuelve". De hecho, ese año la juventud realiza un proceso de movilización y de organización muy grande. También de unidad, que se gestó en un congreso de unidad de la juventud que se realizó en la Federación de Box de junio 1972. Hoy estamos viviendo también un fenómeno donde hay un proceso de movilización y de politización de importantes sectores juveniles. El que insistía en eso era Néstor Kirchner. Muchos lo vieron después que él falleció, pero Néstor decía y repetía: "nuestro mensaje está entrando en los jóvenes, vamos a tener una nueva generación de jóvenes que van a seguir este proceso". Y la verdad es que tenía razón.

Por Martín Pique para Tiempo Argentino