24-04-2024
"Alberto Fern谩ndez es el 'de la R煤a de Cristinad'"
Por Gustavo Zandonadi (*) @GustavoZandon11

No es f谩cil entender al peronismo en tiempos normales, menos a煤n lo es en medio de una tormenta como la que estamos atravesando desde el domingo, cuando la ca铆da catastr贸fica de las PASO nos deja un detalle para nada menor: Cristina Kirchner pas贸 a la oposici贸n. La vicepresidente ya hab铆a encendido las primeras luces de alarma el a帽o pasado, cuando escribi贸 la famosa carta en la que denunciaba que hab铆a "Funcionarios que no funcionan" El jefe de gabinete Santiago Cafiero no fue nombrado en dicha carta, pero r谩pidamente sali贸 a recoger el guante. Pero ya era tarde. Cristina comenz贸 a manejar su propia agenda y de a poco fue alej谩ndose de la gesti贸n del frente que ella integra y a la que realiz贸 un gran aporte para llegar al gobierno en 2019.

Hace dos a帽os la coyuntura era otra. No hab铆a pandemia, pero Cristina era la misma. Alberto no sabemos, porque era una inc贸gnita. Por aquel entonces (tan lejano en tiempo) Alberto intentaba mostrarse como moderado, como el rostro civilizado y bueno que estaba para hacer las veces de contrapeso con el verdadero rostro del Frente de Todos. Para lograr que esto funcione, era necesario ver en Alberto una versi贸n de cristinismo liviano. Eso se tradujo en un presidente anodino, sin iniciativa ni vuelo propio,  sin ambiciones de personales de poder y sin una estructura pol铆tico-partidaria donde apoyarse. Cristina necesitaba un personero que le hiciera el trabajo sucio pero necesario (para ella, claro)

S贸lo as铆 un eterno segund贸n pod铆a so帽ar con sentarse en el Sill贸n de Rivadavia. Pero no fue la primera vez que lo vemos en la historia del peronismo. En 1973 el presidente fue C谩mpora. Duro 49 d铆as. Tres d茅cadas despu茅s, el presidente Duhalde ungi贸 como candidato del gobierno a N茅stor Kirchner. En este caso lo que se cre铆a que iba a ser un mandatario flojo, termin贸 copando la parada y desafiando a su mentor en su propia tierra. Ahora tenemos a Alberto y Cristina, que impusieron un sistema vicepresidencialista que preserva a la reina y expone al pe贸n, que queda cada vez m谩s desdibujado.  

Para gobernar sin sufrir la presi贸n constante y asfixiante del peronismo hay que ser caudillo. Cristina, por momentos lo es. Alberto Fern谩ndez, claramente, no. El peronismo est谩 olfateando el vac铆o de poder que pone en jaque a un empleado administrativo que pide instrucciones a una jefatura que parece haberle picado el boleto hace rato. Si antes del domingo el kirchnerismo ya lo miraba con desconfianza, ahora lo mira mucho peor.

Hay dos cosas que el peronismo no soporta: perder elecciones y tener que esperar un per铆odo. Cuando pierden empieza a trabajar el Club del helic贸ptero, las marchas violentas a Plaza de Mayo y Plaza Congreso. Cuando pierden son peor que Ner贸n incendiando Roma. 驴Pero qu茅 pasa cuando tienen un gobierno en que la segunda l铆nea tiene el liderazgo por encima de la primera? El final se cuenta s贸lo. No casualmente la retirada kirchnerista fue el 15 de septiembre, aniversario del natalicio de Fernando De la r煤a. Eso es Alberto Fern谩ndez para ellos: un De la r煤a (pol铆ticamente hablando, porque el ex presidente radical fue una eminencia en derecho, cosa que Alberto Fern谩ndez pareciera no emularlo en ese sentido)

(*) Estudiante de Periodismo de la Escuela de Comunicaci贸n de Editorial Perfil.

Nota de opini贸n de 17 de septiembre de 2021