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"Alberto Fernández quiso ser Gardel y fue Galtieri" | |||
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En nuestra cultura ser Gardel es ser el mejor. Cuando uno logra una hazaña imposible, alcanza el privilegio de ser equiparado al Zorzal Criollo. El emblema del tango, el Morocho del Abasto dejó un sello indestructible en nuestra idiosincrasia que hasta el dÃa de hoy perdura. Por eso cuando nos ponemos en mente un objetivo ambicioso y dejamos todo para conseguirlo, nos dicen que somos Gardel.
A lo largo del siglo XX tuvimos argentinos ilustres como los cinco Premio Nobel, pero además tuvimos personalidades destacadas en el plano de la cultura, la ciencia y el deporte.Hoy en pleno siglo XXI tenemos al Papa Francisco, que al margen de las polémicas que su persona genera por cuestiones polÃticas, es el argentino más trascendente de la historia. Pero ninguno de ellos pudo ser Gardel.
La contracara de lo anterior son varios personajes de los que mejor no hablar… Sin embargo, hay que traer a uno de esa lista que se llamó Leopoldo Fortunato Galtieri. No necesita presentación, todos sabemos quién fue y por qué paso en un breve lapso de la euforia popular del triunfo a la derrota, la dura crÃtica y las recriminaciones de un paÃs desilusionado.
Leopoldo Fortunato Galtieri se dio un baño de popularidad el 2 de abril de 1982. Poco después tuvo Las 24 hs por Malvinas, en ATC y el Fondo Patriótico Malvinas Argentinas. Otro sÃmbolo de esa época es la verborragia de José Gómez Fuentes que en el noticiero 60 Minutos arengaba con un triunfo que no existÃa. Hasta que un dÃa llegó la noticia de la rendición de Puerto Argentino y Galtieri se tuvo que ir.
Hoy tenemos un presidente que se le parece bastante. El 20 de marzo de 2020 fue Gardel. Durante algunos meses la imagen positiva de Alberto Fernández fue altÃsima. No tuvo su 2 de abril con una Plaza de Mayo llena por razones de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, pero gozó de una popularidad altÃsima para un presidente en ejercicio. En el marco de esa medida acompañada por todo el arco polÃtico, es que se fue avanzando sobre las libertades individuales. Fue señalando con el dedo a todos los que de una forma u otra se rebelaron contra el avance autoritario y tildó de anti cuarentena a quienes pedÃan poder salir a trabajar, o a los que reclamaban el piadoso gesto de poder despedir a sus familiares fallecidos, sea coronavirus o cualquier otra causa.
Pero el entusiasmo inicial se desvaneció hasta convertirse en descontento, producto de la incapacidad de un gobierno que tiene una agenda diferente a la de la ciudadanÃa agobiada por la prepotencia de los que decÃan que nos estaban cuidando, cuando sólo nos estaban empobreciendo.
Hoy nos enteramos que aquellos que nos decÃan que todo era por nuestro bien, estaban de fiesta en Olivos, violando las medidas que ellos mismos habÃan impuesto. Una causa nacional que hermanó a pueblo y gobierno fue cambiando de color, hasta dejar al descubierto el berretÃn de Fernández que ser Gardel, pero terminó siendo Galtieri.
(*) Estudiante de Periodismo de la Escuela de Comunicación de Editorial Perfil.
Nota de opinión de 20 de agosto de 2021
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