Con el objetivo de generar un ambiente sano y reducir las emisiones contaminantes, el diputado nacional José Luis Ramón presentó un proyecto de Ley de incentivo a la oferta y demanda de vehículos eléctricos, para alcanzar su uso masivo en los próximos 20 años y reemplazar los de combustión interna.

"La iniciativa es altamente positiva porque crea un régimen de fomentos e incentivos tanto para para la compra como para la venta, en pos utilizar masivamente este tipo de transporte", explicó el mendocino. Además, en cuanto a la fuente de energía, detalló que se alimenta de baterías recargables o celdas de combustible de hidrógeno.

Los incentivos expresados en el proyecto comprenden la fabricación, importación, conversión o reutilización y comercialización de vehículos, partes y repuestos; la creación de prototipos, patentes y diseños industriales; la producción nacional de materias primas; la fabricación, construcción y funcionamiento de baterías recargables, celdas de combustible de hidrógeno y estaciones de recarga.

En línea con la promoción de la "economía circular", Ramón planteó que "se fija un período de transición durante los primeros 10 años de vigencia, donde se fomenta la importación, fabricación y comercialización de vehículos ambientalmente eficientes (VAE), y la conversión de los que son de combustión interna en vehículos ambientalmente adaptados, reemplazando el motor y cambiando sus sistemas". El proyecto estima que en total se necesitan 20 años para completar la transformación.

En relación a los beneficios para los proveedores, se prevén reducciones parciales y temporales en impuestos internos; ganancias; facilidades en el acceso a moneda extranjera para cancelar operaciones de importación de bienes comprendidos; y acceso a líneas de financiamiento flexibles. Los usuarios obtendrían una reducción del 50% en el IVA; exención temporal del impuesto a los bienes personales; acceso al crédito bancario con tasas preferenciales; tarifas diferenciadas en peajes; y reducciones en los aranceles para trámites ante registro del automotor.

Finalmente, los fondos necesarios no saldrían del presupuesto nacional, sino de un fondo fiduciario conformado por los impuestos internos que pagan el tabaco, las empresas de seguros, los objetos suntuarios, automóviles, embarcaciones de recreo o deportes y aeronaves, con la suba del 1% en esas alícuotas.