La imprevista disolución de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) no sólo dejó un vacío legal que genera una gran confusión a la hora de solicitar los permisos de exportación, sino que reavivó la vigente puja interna entre el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que se disputan el control de las funciones que tenía el organismo, como el otorgamiento de Registros de Operaciones de Exportación (ROE) y las compensaciones a los agroalimentos.

Pasaron 12 días desde los decretos que anunciaron la eliminación del organismo que presidía Juan Manuel Campillo, y entre los operadores nadie sabe quién continuará manejando sus atribuciones relativas al comercio de granos.

Mientras Moreno insiste ante cualquier exportador que lo quiera escuchar en que el mandamás del comercio de productos agropecuarios seguirá siendo él, fuentes del ministerio de Agricultura deslizaron la semana pasada en Expoagro que esas funciones podrían pasar a manos del subsecretario del área, Oscar Solís.

Para complicar más las cosas, el viernes fuentes de una cámara exportadora, que pidieron reserva de sus nombres, aseguraron que el ministerio de Economía les informó que allí se ejercerán los poderes de la Oncca de ahora en adelante. Pese a reiterados intentos, La Nacion no pudo contactar a funcionarios de esa cartera para corroborar la versión.

"Es obvio que lo que está demorando la definición sobre las atribuciones de la ex Oncca es la pelea entre Moreno y Domínguez, que se quieren quedar con las compensaciones y los ROE", explicó el diputado Christian Gribaudo (Pro-Buenos Aires), que desde 2009 impulsó investigaciones sobre los subsidios irregulares que otorgó la Oncca a establecimientos de engorde a corral (feedlots).

"Y todo parecería indicar que, una vez más, Domínguez va a tirar la toalla y dejar que Moreno y [Ricardo] Echegaray [a cargo de la AFIP] se queden con el botín de la Oncca y sus funciones. Es una lástima que el ministro no defienda más las funciones que deberían ser de su cartera", sostuvo Gribaudo, que dijo que la eliminación imprevista de la oficina fue una maniobra oficial para restarle influencia a la oposición, que planeaba debatir el tema de la Oncca este mes.

Además, según explicó un alto dirigente agropecuario que pidió reserva de su nombre, el decreto que suprimió al organismo que presidía Campillo es contradictorio respecto de quién manejará ahora los permisos de exportación y las compensaciones. "En un artículo de uno de los decretos de Cristina [Kirchner] se habla de que las funciones de la Oncca pasarán al ministerio de Economía. En otro, que pasarán a Agricultura, generando una gran confusión. Pero la verdad es que todos creemos que esto fue una estrategia para sacarle poder a Domínguez y darle más a Moreno", dijo el interlocutor.

Mientras la disputa interna se agranda, una alta fuente de la industria frigorífica exportadora minimizó el impacto sobre quién manejará los ROE. "En los hechos, desde que Echegaray dejó la Oncca, los ROE eran una herramienta que se gestionaba casi en forma automática. El verdadero cuello de botella para exportar son los pre-ROE, un arma que inventó Moreno para quedarse con la última palabra de la exportación. Con el pre-ROE y el sistema por el cual por cada dos kilos de carne que se quieren exportar hay que dar uno barato para el consumo interno, el que abre y cierra la canilla de las exportaciones es y seguirá siendo Moreno", dijo el exportador, que la semana pasada escuchó de la boca del funcionario afirmar que el control del comercio agropecuario de ahora en más estará en sus manos y no en las de Agricultura.

Mientras tanto, exportadores y productores afirman que lo que hace falta para normalizar el mercado agropecuario es la supresión de las funciones de la Oncca, como los ROE y las compensaciones al comercio. "Si el que maneja la cosa es un organismo u otro, nos da igual, porque ésas son peleas de poder. Lo que reclamamos siempre, y seguiremos reclamando, no es que eliminen el organismo, sino las funciones regulatorias del comercio", dijo un operador de granos.

¿Nacionalización?

Lo que muchos ruralistas temen es que detrás de la decisión de eliminar a la Oncca y la oleada de inspecciones hechas la semana pasada a una serie de firmas exportadoras de cereales esté la intención de nacionalizar el comercio agropecuario.

"No son ningunos tontos. Denunciamos a la Oncca por corrupción y la eliminaron, argumentando que es lo que el campo siempre pidió, cuando lo que se necesita es que eliminen sus funciones. Ahora no sería nada raro que nacionalicen el comercio, argumentando la necesidad de garantizar un precio sostén para los productores ante la supuesta angurria de los exportadores que se quedan con la renta de los granos", dijo un alto dirigente rural que supo compartir mesas de negociación con Moreno.

Mercedes Colombres para LA NACION