“Consideraciones sobre un Estado imaginario (o no)”
21-01-2025
“Consideraciones sobre un Estado imaginario (o no)”
Por Carlos A. Sortino (*) @CarlosASortino

Imaginemos un Ingreso Familiar Complementario que llegue a todas las personas y complete lo que les falta para alcanzar el valor de la canasta básica total…

Imaginemos, para financiarlo, un Impuesto Anual y Móvil a la Riqueza Personal, que se amplíe o se reduzca según se amplíe o se reduzca la brecha entre el ingreso de las familias y esa canasta…

Imaginemos la aplicación del artículo 14 bis de la Constitución Nacional, que asegura para el trabajador el derecho de participación en las ganancias de las empresas, públicas y privadas, con control de la producción y colaboración en la dirección…

Imaginemos la expropiación de todas las empresas privadas de servicios públicos y otras que se consideren estratégicas, estableciendo para ellas el régimen jurídico del artículo 14 bis, ya reglamentado…

Imaginemos que esas expropiaciones y ese régimen jurídico alcancen al latifundio, para eliminarlo y distribuir la tierra, desde una estrategia de refundación del desarrollo agrario que responda a los intereses de nuestra soberanía y no ya a los negocios de las multinacionales…

Imaginemos que todo esto lo permita un Poder Judicial reformulado y anclado a las necesidades y expectativas del pueblo y que este mismo pueblo adquiera el derecho de elegir, al menos, a los jueces de la Corte Suprema, por tiempo determinado…

No hay que alterar el orden jurídico vigente, ni siquiera hay que suprimir el sistema capitalista. Todo, dentro de la ley. Porque este universo imaginario sienta sus bases en la realidad, que, como todos sabemos, no es un límite, sino un punto de partida. Y esta realidad, este punto de partida, indica un par de cosas:

La primera es que la acción política instituye la naturaleza del poder, es decir: cómo decidir el régimen de selección y circulación de las élites o cómo eliminarlas; cómo establecer las relaciones entre gobernantes y gobernados; quienes deben hacer la ley y quienes deben obedecerla; qué perfil productivo se pretende y cuáles son los criterios básicos para la producción y distribución de la riqueza.

La segunda es que ningún proceso (político, económico, social) es necesario ni es inevitable, porque todo proceso es la manifestación práctica de relaciones de poder y no de dinámicas divinas o naturales.

Sí, sí. Lo sé. Lo político es una cosa y lo intelectual es otra cosa. Pero volvamos a imaginar. Imaginemos que aspiramos a superar esta dificultad, sin perder de vista aquel horizonte. Porque aquel horizonte es el que nos hace avanzar, aunque nunca lo alcancemos.

Si no somos capaces de imaginar tanto, se debe a que nuestro campo ideológico es demasiado estrecho y sus límites nos resultan insuperables…

(*)  Carlos Sortino exclusivo para Cadena BA. 26/07/2020

Periodista, ex docente de la UNLP. Referente de la Agrupación Municipal Compromiso y Participación (COMPA): https://www.facebook.com/COMPALaPlata/