Se afirma que los jornalistas brasileños fueron precursores en comenzar a titular con el nombre de políticos en lugar de citar sus apellidos.

Luego comenzó en Argentina solo en algunos casos muy precisos, pero de pronto Cristina Elizabet Fernandez viuda de Kirchner se tranformó en los titulares en simplemente …Cristina.

Macri -extrañamente- nunca fue Mauricio o Mauri para los titulares de Clarín o La Nación, pero si aparecen los Cristina y hasta alguna vez se les escapa un Alberto.

Al igual que en el caso de los diarios brasileños  algunos rastrean el origen de esa tendencia hasta llegar al fútbol, en donde Diego, Román, el Pájaro, el Mellizo o el Muñeco o La Bruja, son perfectamente identificables como sello personal. Habrá muchos Diego en el mundo fútbol, pero así, solito, es Maradona sin ninguna duda.

De igual forma se supone que todos sabemos que si dicen Cristina, Alberto o María Eugenia, por ejemplo, hablan de Fernández vda. de Kirchner, Férnandez y Vidal.

Otro extraño caso es el de Horacio Rodríguez Larreta, quien en los títulos no es ni Horacio ni Rodríguez. Perdió su primer apellido y simplemente es Larreta.

Farandulizando aún mas la cuestión ya en algunos casos se apela al combo sobrenombre y apellido, como El Cuervo Larroque, Lilita Carrió o Pirincho Majul.

Es común en la crónica deportiva citar a protagonistas por su apodo con el apellido y también se fue extendiendo a la nota policial con El Gordo Valor, La Garza Sosa hasta que aparecieron los ilustes con solo su alias, como el caso de Joaquín Guzmán Loera, que es El Chapo.

Pero también se han borrado los límites y sin tapujos se titula con sobrenombres que ni por casualidad conducen a identificar a la víctima o al delincuente, a tal punto que en algunos títulos y crónicas no se distingue quien es quien, ya que se trata de desconocidos y sin lustre.

Tal el caso del titular de centenario diario El Día de La Plata, edición del domiungo 14 de junio 2020, quien nos dice que un tal "El Ruso" (vaya a saber cual de los miles de tipos con ese apodo) disparó porque lo rodearon y "tuvo miedo", con lo que no sabemos si es víctima y disparó en defensa propia o es el autor de un delito de robo que (vaya a saber porqué) tuvo miedo y disparó sobre personas indefensas.

Dejando de lado otras hipótesis mas descabelladas por las que se les ocurrió titular con "El Ruso" , cuando leemos la crónica vemos que no es ni un Fernández, ni un Vidal, ni un Rodríguez, sino un Rubaja. Un apellido no muy común, pero conocido entre los platenses por rubros comerciales y artísticos, aunque tambien en un párrafo se lo cita como "Buraja" a "Rubaja"... pero ya especular si se trata de un error de tipeo o un intento de deformar el nombre es harina de otro costal…

(*) Periodista. Sec. Gral. del Sindicato de Prensa Bonaerense (SiPreBro)

Nota de opinión publicada Alerta 365 el 14 de junio de 2020.