Se está hablando de reformas, en la Provincia de Buenos Aires es una buena oportunidad para debatir y producir necesarios cambios.

Enfriado el proyecto de regionalización, ahora el gobierno apunta a modificar la Ley Orgánica de las Municipalidades (LOM).

Ambas cuestiones son importantes para transformar una realidad insatisfactoria, en una de las provincias mas atrasadas del país en términos institucionales y de gestión pública.

La LOM, aunque modificada muchas veces, es de 1958 y el régimen municipal que establece la Constitución Provincial es de 1934.

En este marco, mucho se habla desde hace tiempo sobre autonomía municipal y descentralización pero no ha existido la voluntad del oficialismo para concretarlas.

Quizás sea la subordinación política hacia el gobierno nacional, vigente desde hace años, lo que no permite pensar en otras formas de vinculación institucional.

No hay dudas en el mundo que los gobiernos centrales, más lejanos a las preocupaciones de los ciudadanos, son más ineficientes para dar respuestas a sus problemas y satisfacer sus necesidades.

Y que es en el ámbito local donde más se enriquece la democracia, donde la participación y el compromiso comunitario tienen más posibilidades, si se dan las condiciones para que la proximidad entre gobernantes y vecinos sea el elemento sustancial para promover el desarrollo.

Por eso propiciamos la descentralización de responsabilidades, de competencias y recursos, para distribuir mejor el poder hoy tan concentrado en los niveles centrales de gobierno.

Para fortalecer los gobiernos locales que hoy tienen restricciones y debilidades, para favorecer la articulación entre el sector público y los actores económico-sociales en cada territorio, para que definan sus estrategias, planifiquen y ejecuten planes locales y regionales.

Y por eso es necesaria la autonomía municipal, que debe ser institucional, política, administrativa, económica y financiera. Como manda el art 123 de la Constitución Nacional, modificada en 1994, que obliga a las provincias a asegurar la autonomía municipal y reglar su alcance y contenido.

El peronismo en sus distintas variantes ha frustrado muchos intentos en este sentido, pero es hora de concretarlo. El actual oficialismo tuvo un amplio triunfo electoral que le dio claras mayorías, no obstante todos podemos aportar para darle una nueva organización a la provincia, para cambiar un Estado lejano y débil en un instrumento moderno, más apto para el desarrollo, para la cohesión social, para garantizar la calidad de servicios públicos que contribuyan a mejorar las condiciones de vida de los bonaerenses

(*) Senador Provincial UCR por la Cuarta sección electoral, oriundo de  Bragado, ex intendente de ese municipio.