Según pudo constatarse, allí se encontraban trabajando 12 personas, entre ellas dos menores de 14 y 15 años, todos de nacionalidad boliviana; en condiciones deficientes de seguridad e higiene y sin poder acreditar ningún vínculo laboral con la empresa arrendataria.
 
En este sentido, se identificaron deficiencias en las instalaciones eléctricas, falta de agua potable, de matafuegos, sanitarios precarios y muy sucios; desagües cloacales a la intemperie y ausencia de materiales de seguridad para desarrollar las tareas destinadas.
 
Por tal motivo, la cartera laboral provincial intimó a la empresa responsable a presentar la documentación que acredite la registración de los trabajadores y exigió la inmediata regularización de las condiciones de trabajo. A su vez, suspendió algunas tareas en las que se estaba poniendo en riesgo la integridad física de las personas.
 
Al respecto, el subsecretario de Trabajo, Carlos Molina, se refirió a la situación que se viene detectando en distintos establecimientos rurales de la zona y expresó, "es una problemática que venimos identificando hace tiempo y en la que ponemos toda la atención para resolverla.

"Nosotros bregamos por la salud de los trabajadores, no apuntamos a las empresas y por eso, es muy importante exigir las condiciones laborales adecuadas en todas las actividades", concluyó el funcionario.
 
De este operativo también participaron agentes de la AFIP, de Migraciones y de la Policía Federal.