24-04-2024
03-12-2019 | "Vamos a resistir todo lo que sea necesario"
Bernal: Kimberly Clark se pone en marcha en manos de sus trabajadores
Con más de dos meses de conflicto y 10 audiencias sin respuesta, los trabajadores donan su producción a organizaciones sociales y barriales. 
Por Candelaria Botto
Todo empezó el 26 de septiembre, cuando los trabajadores de la papelera Kimberly-Clark de la planta de Bernal, provincia de Buenos Aires, recibieron la noticia de que la empresa multinacional cerraba esta sede de acuerdo a sus planificaciones intenacionales. 

La planta en cuestión era propiedad de Kimberly-Clark desde 1997 y se produce lo referido a las marcas Kleenex y Scott (papel higiénico y rollo de cocina). Con esta reducción la multinacional norteamericana, que cumple más de 25 años en el país, quedará con dos plantas operativas: una en Pilar que tiene cerca de 230 empleados y la otra en el parque industrial de San Luis, donde hay más de 500 trabajadores. 


200 familias sin trabajo

La reestructuración de la empresa, según sus planificaciones globales, dejan detrás 200 empleados que si viven atravesados por la crisis económica y el creciente desempleo. En este sentido, y desde esa fecha, los trabajadores se encuentran ocupando la planta de manera pacifica. 

"Los trabajadores ejercemos nuestro derecho a defender los puestos de trabajo y nuestras herramientas que son el sustento de nuestras familias", señalaron en un comunicado.
En este marco, convocan a una conferencia de prensa este viernes ante la "amenaza de desalojo" de la empresa ya denunciaron la usurpación de la planta. 

Según lo estipulado, la conferencia se llevará a cabo a las 18:00hs en la fábrica bonaerense, ubicada en Espora 50, en Bernal, para reclamar la conformación de "una mesa de trabajo" con futuros funcionarios y representantes de los empleados "para elaborar un plan productivo de reapertura inmediata".


Puesta a producir

Luego de 10 audiencias donde no hubo avances entre los reclamos de la empresa y sus trabajadores, exigen la intervención del estado en el conflicto. En paralelo, comenzaron con repartición de productos hacia organizaciones sociales y barriales para demostrar el poder productivo de la planta. 

En este sentido, argumentaron: "En estos últimos días hemos puesto la planta en marcha demostrando la viabilidad de la fábrica, realizando donaciones con los productos que se elaboran a decenas de comedores, escuelas y hospitales desabastecidos por el propio Estado". (filonews)