"Crecimos con la idea de que elegimos a la política pero la economía se elige sola. Podemos votar presidentes, gobernadores o intendentes, pero da la impresión de que el área de economía depende de la voluntad y el consenso de los mercados", señaló Molea y agregó: "Entendimos que la política económica tiene que estar al servicio de un proyecto de país, que la política no está subordinada a la economía".

En ese sentido señaló que "esa idea, la de la economía objetiva, formal y aséptica, es, probablemente, el mayor prejuicio ideológico a vencer porque está instalado en los medios y en la sociedad".

Por su parte Costa explicó que el objetivo del libro es que sea entendible para todos, porque todos tenemos las mismas preocupaciones y nos afectan los vaivenes de la economía". "Los términos técnicos, se utilizan para dejar fuera a la gente", remarcó.

Por otra parte señaló que en general la política y la economía se toman como asuntos diferenciados. "No se puede separar la economía de lo político, porque todo fenómeno social es un fenómeno político", afirmó.

El exfuncionario, explicó que "el precio político es aquel en el que el Estado interviene" ya sea fijándolos o poniendo topes, a diferencia de los precios de mercado que se regulan por oferta y demanda. "Entre los economistas ortodoxos, esto tiene una connotación negativa", resaltó.

En la presentación estuvieron presentes autoridades de la Universidad y municipales; docentes, trabajadores y estudiantes.