15-05-2024
11-10-2019 | INVESTIGACIÓN Y FESTEJO
UBA: La celebración del 12 de octubre se viene

Se suele decir de lxs argentinxs que proceden de los barcos, que son europexs; o que el nuestro es una nación sin identificación definida. Pero nuestra cultura argentina empezó a constituirse del mismo modo que en el resto de América, con el encuentro entre europexs y americanxs.

Originalmente el 12 de octubre era el llamado Día de la Raza, en el que se conmemoraba la llegada de Cristóbal Colón al Caribe, y el "descubrimiento" de América para los europeos.

Pero en 2010, a través de un decreto de la entonces presidenta Cristina Kirchner, la celebración se modificó para que refleje lo que dice nuestra constitución nacional, desde la que se llama al respeto de la diversidad cultural.

Justamente, la búsqueda de la identidad argentina suele olvidar una parte de nuestras raíces, la de los pueblos originarios con los que se encontraron los europeos cuando llegaron aquí. Solemos tener presente la gran inmigración europea del siglo XX, pero se olvida que ellos son la segunda fuente de nuestra cultura, ya que la primera se inició en aquel encuentro del siglo XV.

Pero, ¿cómo fue este choque entre europeos y americanos?, ¿cómo terminó formando nuestra identidad cultural argentina? Nos lo cuenta Laura Sánchez, profesora de historia de América en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

¿Qué celebramos el 12 de octubre?

En la época en que yo estaba en la escuela primaria, se conmemoraban los quinientos años de la llegada de Colón, que era un héroe. Era un personaje con el que uno sentía empatía y te parecía alguien fantástico por las cosas que había hecho, por el espíritu de aventura, por llegar a un lugar tan distinto.

No se problematizaba para nada qué era lo que había pasado, qué era lo que había ocurrido en ese contexto, y que fue tan central para entender las relaciones actuales de la cultura americana.

Si bien ha cambiado ahora el significado de la celebración, la fecha sigue siendo la misma. Entonces, ¿por qué decimos que lo es? Porque ahora sí se habla de conquista. Se habla de la desigualdad de ese encuentro, que no fue uno pacífico entre dos culturas iguales que tenían las mismas intenciones, sino que fue el inicio de un proceso de invasión y de conquista. Tuvo un impacto muy fuerte en todas las comunidades americanas.

¿Qué significó para América ese encuentro?

Es una fecha que cambia la historia del mundo Occidental. No solo en América, sino también en Europa. Para los americanos las consecuencias fueron nefastas.

A partir de esa fecha se empieza a implementar un proceso de conquista en el que Europa triunfa, seguido de un proceso de dominación colonial. Como primera consecuencia, implicó una caída demográfica de los americanos, que en algunas zonas como el Caribe fue del 100%.

Eso implicó la aparición de un sistema de dominación muy fuerte sobre esas personas que sobreviven al proceso de conquista, que no es igual en todas las partes de América.

Hay lugares donde esa dominación europea es más fuerte, y otros donde hay más procesos de resistencia y transformaciones en ese sentido, no es que de golpe el mapa se tiñe completamente de europeos, sino que varió mucho según la región.

¿Cómo fueron los cambios?

Las comunidades cambian, la forma de tributar cambia, las religiones cambian. El idioma va cambiando porque se empieza a imponer una nueva lengua, nuevas costumbres. Prácticamente, todo se transforma.

Esto implicó la desestructuración de esas comunidades, ya no podían articularse políticamente como lo hacían antes.

¿Cómo consideraban los europeos a esa gente que encontraron?

Hay debates entre ellos respecto de cómo considerar a estas personas que se encuentran de las cuales no habían tenido indicios en nada de lo que ellos conocían hasta ese momento.

No aparece en ninguno de los textos que habían leído, no aparecen en la Biblia, no aparecen en el marco de referencia que ellos tenían donde sí aparecía Asia y África, pero América, no.

Entonces, era algo completamente novedoso. Los ven desde una posición de superioridad. Son otros, son diferentes y son inferiores, pensaban.

Se los empieza a marcar por lo negativo, por lo que no tienen, porque no tienen vestimenta en algunos casos, porque no tienen reyes en otros. O porque tenían costumbres anti cristianas.

Por un lado, discutían si eran o no eran posibles de ser esclavizados, de ser sometidos a trabajo forzado, a malos tratos. Por otro, si era posible evangelizarlos o no, cristianizarlos.

¿Cómo se veía la diversidad cultural que existía en América?

No se veía, se tendía hacia una uniformidad. A todo lo nativo lo ven como "el indio", no se ve, o se empieza a perder, esa diversidad que uno puede encontrar cuando se estudia la historia precolombina.

No va a ser lo mismo la población del Caribe, que de la Mesoamérica, que la del mundo andino, que la de lo que ahora es Norteamérica, y sin embargo, todo quedaba bajo el mismo nombre y en esa relación de dominación con un poco más de "bondad" o "amabilidad" en el trato o no, pero siempre en esa condición, en esa idea de inferioridad.

Los europeos se convencían de eso porque ellos eran los que habían triunfado en la conquista, con lo cual, si nosotros triunfamos es porque somos superiores, porque Dios nos eligió a nosotros para dominar a todos.

¿Cómo fue la dominación?

Ellos ya salían con la idea de dominar, de ocupar territorio, de obtener las riquezas de ese lugar. Hubo procesos de guerra y de estrategias diplomáticas, para lograr esa dominación.

Depende mucho de las épocas, y las distintas regiones del continente. Cuando se empiezan a fundar las primeras ciudades al estilo europeo, se establece una especie de zona de frontera en donde no hay un avance total sobre el territorio, sino distintos puntos de dominación española.

En esas zonas hubo una relación que no era del todo pacifica, ni tampoco del todo conflictiva, con algún tipo de entendimiento. Luego viene un nuevo proceso de conquista, ya no europea, sino de los nuevos estados nación, a finales del siglo XIX, en donde hay un avance sobre los territorios que aún quedaban controlado por los indígenas.

¿Cuándo se comienza a reconocer a los pueblos originales?

Legalmente, recién en la Constitución de 1994, en donde se reconocen los derechos de esas poblaciones preexistentes. Pero tener reconocimiento legal no implica reconocimiento definitivo en la práctica.

En el sentido común, se instala como que es algo que ya pasó, ahora somos todos descendientes de europeos. Entre los argentinos suele tomarse como algo antiguo, no una cuestión que se refiera a los descendientes actuales de esos pueblos originarios.

Si bien reconocerlos en la constitución, o cambiando el significado de la celebración, es un avance, no implica que los derechos de los pueblos nativos se estén respetando en Argentina, o en otras partes del continente.

¿Cómo se ve reflejado en la actualidad el encuentro de 1492?

Esta situación que tiene que ver con nuestra identidad y con los inicios de nuestro continente, también marca el inicio de situaciones de racismo que incluso se ven hasta el día de hoy, ya sea contra los nativos americanos o contra los descendientes de los esclavos que se trajeron a América contra su voluntad desde otro continente: África.

En Argentina, por ejemplo, consideramos, de forma distinta a la inmigración peruana o a la boliviana. Si uno pregunta en Argentina si somos racistas, muchos te dicen que no. Ahora, el racismo está muy fuertemente arraigado. Entonces, gran cantidad de situaciones de desigualdad y de racismo actuales, también tienen las raíces en este momento histórico del choque de culturas.

Pero no es algo de lo que nos enorgullecemos, sino que es algo que tratamos de no decir. Por eso, valoro positivamente que se piense el 12 de octubre como un día de respeto a la diversidad, si bien son cuestiones que no debería respetarse solo en un día, debería ser todos los días.