25-04-2024
"Cordobazo: Medio siglo"
Por Carlos A. Sortino (*) @CarlosASortino

Paro general el mismo día en que se cumplen 50 años del Cordobazo, aquella insurrección popular protagonizada por trabajadoras y trabajadores, por estudiantes universitarios, que arrojó muertos, heridos y presos en plena dictadura de Onganía.

Dijo Agustín Tosco sobre aquellas jornadas: "El pueblo exigía respeto a su soberana voluntad. Exigía la normalización institucional, para que el gobierno fuera elegido por decisión de la mayoría de la población, sin persecuciones para con las ideas y doctrinas de ningún argentino. Exigía que se aumentaran los salarios en un 40%, que era lo que había crecido el costo de vida. Exigía la defensa del patrimonio nacional, absorbido cada vez más por los monopolios extranjeros. Exigía la creación de nuevas fuentes de trabajo, para eliminar la desocupación que trae miseria y desesperación en los hogares. Exigía la reincorporación de los cesantes y el levantamiento de las sanciones por haber hecho uso del derecho constitucional de huelga. Exigía una Universidad abierta a las posibilidades de los hijos de los trabajadores y consustanciada con los intereses del país".

No son muy distintos, a medio siglo del Cordobazo, los reclamos de este paro general contra el gobierno de Cambiemos. Claro que es otro el contexto, es otro nuestro pueblo y son otras las organizaciones políticas. En este último punto, vale señalar, y esto es lo que, particularmente, me interesa, que aquel Cordobazo fue el resultado del primer y único frente político organizado, contra todo prejuicio, por marxistas y peronistas.

Se juntaron en Córdoba el marxista Agustín Tosco, secretario del Sindicato de Luz y Fuerza, y el peronista Elpidio Torres, secretario general del SMATA, que, al mismo tiempo, pertenecían a centrales obreras distintas: el primero formaba parte de la CGT de los argentinos, liderada por Raimundo Ongaro, y el segundo respondía a la CGT "legalista", que comandaba Augusto Vandor. Y en ese encuentro, al que luego se sumó otro peronista de la segunda central, Atilio López, líder de la UTA, acordaron la acción conjunta para frenar los abusos policiales y las políticas anti-obreras.

"Aunque otros compañeros entiendan que el proceso es distinto, nosotros creemos que el proceso es de acción común, es de unidad en la lucha", sostuvo Tosco. "Tuvimos la grandeza de coincidir en la lucha, por encima de las diferencias", sostuvo Torres. Fue aquella la única relación armoniosa entre la izquierda (aunque no toda) y el peronismo (aunque no todo), sin contar el valioso aporte, en su momento, de John William Cooke, porque sólo alcanzó a ser la "pata izquierda" del peronismo (Ver "Lejos de la Revolución").

No pretendo contar el Cordobazo ni sus prolegómenos ni sus consecuencias, porque otros, en esta fecha, seguramente lo harán mejor que yo. Sólo pretendo llamar la atención sobre su cuestión política central, al menos, a mi juicio, que fue aquel acuerdo imprevisto, impensable apenas unas horas antes, pero, finalmente, exitoso, en términos de organización y articulación de dos perspectivas ideológicas antagónicas.

Desde su crónica del Cordobazo, en el periódico de la CGT de los Argentinos, dejaba escrito Rodolfo Walsh: "Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores. La experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia aparece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las cosas. Esta vez es posible que se quiebre el círculo…"

Pero no, no se quebró…

(*) Carlos Sortino exclusivo para Cadena BA. 29/5/2019

Periodista, ex docente de la UNLP. Referente de la Agrupación Municipal Compromiso y Participación (COMPA): https://www.facebook.com/COMPALaPlata/