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"Cambiemos: Un nuevo paradigma de 'reencuentro' entre la PolÃtica y la Gente" | |||
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Thomas Kuhn, filósofo e historiador norteamericano, propuso en su obra "La estructura de las revoluciones cientÃficas" (1962) una nueva mirada al proceder y al avance de las ciencias entendidas como un fenómeno social, en tanto quienes las llevan adelante son personas y redunda en su propio beneficio o no, pero estos nunca permanecen aislados sin modificar algo de lo social. Él mismo sostiene que estos cambios son profundos, complejos y no libres de anomalÃas, momentos no esperados donde el paradigma cientÃfico entendido como una forma de ver y de leer la realidad de un momento determinado es asediado por causas no esperadas y que ponen a prueba su "fortaleza". Como sociedad los argentinos hemos hecho este proceso, ante lo caduco del paradigma anterior fundado en el hartazgo de problemas no solucionados y polÃticos que usaban las arcas del Estado para beneficio propio, entre otros, decidimos dar un vuelco en la historia reciente y comenzar a transitar un nuevo camino. Esto se aproxima bastante, y de allà que la aprovechemos, a la idea de paradigma kunneano en tanto que el surgimiento y elección de Cambiemos en 3 de los principales distritos del paÃs simultáneamente: Nación, provincia de Buenos Aires y CABA, se erige como la consolidación de un nuevo paradigma. No obstante este no es polÃtico, pues no se trata de una mera construcción de polÃticos unidos para ganar una o varias elecciones, sino social, he aquà la razón de ser de Cambiemos. Su germen es la falta de transparencia, la corrupción, las respuestas predeterminadas y la falta de soluciones concretas, el patoterismo, el sistema de los punteros polÃticos, el caudillismo, la falta de expectativas, la postergación de los sueños, a la que nos habÃan sometido durante la "década ganada" y sus aliados, hoy erigidos en una nueva franquicia electoralista alternativa, aun asà es de sentido común que a iguales procederes iguales resultados. Cambiemos nace como una necesidad social y se consolida como una clara salida a todo esto al proponer instituciones fuertes y abiertas, un compromiso en la lucha contra la corrupción nunca antes vista dejando al Poder Judicial hacer libremente su trabajo y obteniendo resultados calamitosos como prácticamente casi todo el gabinete nacional del gobierno anterior preso o mÃnimamente procesado, o una expresidente como varios pedidos de prisión preventiva. Esto no es casual y deja en evidencia que el cambio que este gobierno está llevando adelante es real, no se queda en las palabras sino que apunta a lo concreto y busca revertir lo que en 1997 la diputada nacional Elisa Carrió decÃa en la provincia de Santa Fe: "Hay una especie de ruptura entre el discurso del polÃtico y el discurso de la gente". Es decir que el problema no es solo de los último años, pese a los recientes hechos de corrupción sobre los que la justicia avanza, sino que es endémico de nuestra sociedad, basta buscar algunos discursos en youtube para corroborar la desconexión entre la necesidad de la gente y el foco de la discusión polÃtica, más próxima a las intrigas palaciegas del medioevo que al contacto con los problemas concretos, del cual la gobernadora MarÃa Eugenia Vidal es claro ejemplo, nunca antes un gobernador visitó todos los distritos de la provincia más de 3 veces en algunos casos antes del final de su primer mandato. Este cambio de paradigma deja en evidencia la puesta en práctica de un valor hasta ahora casi antagónico de la práctica polÃtica: la verdad. Crear sociedades ficticias, alimentarlas con ficciones, negar la realidad y/o todo lo que se oponga a ella, es algo que los argentinos conocemos. La irrupción de la verdad como valor abre la puerta a un sinfÃn de focos que atender, de cosas que mejorar, y de condiciones de confiabilidad que debemos recuperar o crear. El gran desafÃo social del "cambio" de paradigma El gran desafÃo de todos como sociedad es el retorno de la ilusión como expresión de nuestros anhelos de un futuro mejor y no como la persistencia en el error de un paÃs ficcionado, que nos permita entender que la verdadera grieta no se da entre cambiemos y el kirchnerismo sino entre quienes asumen la verdad para cambiarla, aun la más difÃcil, y quienes la niegan, y sabemos que la negación de la verdad es la mentira. Este es el cambio de paradigma propuesto: el paso de una sociedad en la que cada cual mira su propio ombligo a una en la que el compromiso social es la base de una transformación real y duradera, pues muchos de nosotros no llegamos a dimensionar lo importante que son obras concretas como las de agua potable, cloacas o asfalto, porque las hemos naturalizado, tal vez incluso nunca vivimos sin ellas, pero para los 12.000.000 de bonaerenses que hoy gozan de estos derechos esto significa un cambio revolucionario en su calidad de vida. Este nuevo paradigma es el del fortalecimiento institucional por sobre la arrogancia de la clase dirigente, la independencia de poderes por sobre el personalismo polÃtico, la ética por sobre la mentira, la dignificación de los sectores más vulnerables frente al entramado mafioso de los punteros polÃticos a través de la presencia del Estado con sus oficinas de asistencia social en barrios periféricos y villas, el de la preeminencia de las obras por sobre el discurso cargado de conceptos pero vacÃo de contenido, la solución concreta a problemas reales frente a la puesta en escena de montajes en los que los pobres eran usados como mano de obra. Cambiemos, como nuevo paradigma social, le ha devuelto a la sociedad en su conjunto la proyección de la Argentina grande, libre, soberana y abierta al mundo, sin descontar las anomalÃas que bien dijimos incluye Kunn en su teorÃa, claro que las hubo, no todo salió como hubiésemos querido, pero sà queremos todos los argentinos de bien, que éstas nos sirvan para fortalecer ese paradigma que nos impida volver a ese paÃs mágico, irreal, donde nuestros principales aliados ideológicos eran Venezuela e Irán. El camino no es el más fácil, eso lo sabemos todos, pero es el único que puede conducirnos hacia el crecimiento y el desarrollo colectivo que podemos llevar adelante, es decir, a dar el paso de la Argentina que somos a la que late en potencia de ser y para la que nos sobran cualidades. Los argentinos debemos volver a confiar porque no hemos firmado un cheque en blanco a nadie sino que hemos asumido un compromiso conjunto en el que entendemos que "la polÃtica es el arte de volver a comenzar. Tratemos de volver a comenzar y legitimemos esta República", Elisa Carrió. (*) Emilio RodrÃguez Ascurra exclusivo para Cadena BA. 10 de abril de 2019. Filósofo. Docente Universitario. |