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"Hacia una Seguridad Vial sustentable" | |||
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En nuestro paÃs, el 95% de los siniestros de tránsito no es accidente, sino que se produce como consecuencia de la imprudencia, el incumplimiento de las normas y las distracciones. Los siniestros no son hechos impredecibles e inevitables, sino producto de una falta de conciencia social, en la que cada uno actúa de acuerdo a sus criterios personales sin tener en cuenta sus responsabilidades colectivas. La posibilidad de un accidente mortal para un motociclista es 13 veces mayor que para el conductor de un auto Por otro lado, existe una especie de disociación entre cómo las personas evalúan la forma de manejar de los demás y la propia, y hay una tendencia a pensar que "todos manejan mal menos yo". En realidad, los conductores no aceptan crÃticamente su conducción y por lo tanto tampoco son conscientes de aquellas actitudes que los ponen en peligro cometemos imprudencias como excesos de velocidad, utilizamos elementos de distracción como el celular, excedemos los lÃmites de ingesta de alcohol o nos resistimos al uso del cinturón de seguridad y del casco. Pensamos que a nosotros nunca nos va a pasar lo que le pasa a otros, jugamos con los lÃmites y nos cuesta entender que las normas de tránsito no son imposiciones con fines recaudatorios, sino que fueron diseñadas para protegernos a todos. En Argentina, el 25% de las muertes se produce en accidentes de motos. Y en ese contexto el uso obligatorio del casco es fundamental: la posibilidad de un accidente mortal para un motociclistaes 13 veces mayor que para el conductor de un automóvil. Lamentablemente en la mayorÃa de los casos prima la inconciencia, dejamos de lado el uso del casco por incomodidad, calor o falta de costumbre, en lugar de tomar las medidas necesarias para protegernos de un potencial accidente. Es muy común pensar que si hacemos recorridos cortos y a bajas velocidades es innecesario usar el casco, pero esto es un error. No es necesario alcanzar grandes velocidades para que el impacto sea significativo; una colisión a 45 Km/h equivale a una caÃda de un cuarto piso de un edificio y el uso del casco evita lesiones en la cabeza que en muchos casos son irreparables. Por ello, debemos acostumbrarnos al uso del casco como si fuese un elemento accesorio a nuestro cuerpo. También están quienes interpretan que la obligatoriedad del uso del casco es arbitraria, inconstitucional e incluso violatoria de los derechos individuales. La legitimidad de estas normas se basa en la protección de la propia vida y la de los demás individuos, por eso todas las leyes de tránsito requieren de la predisposición y responsabilidad individual más allá de los gustos personales. Además, no debemos olvidar que ante un siniestro el motociclista no es el único que se perjudica. La muerte o discapacidad permanente de un individuo tiene consecuencias sociales y económicas graves y perdurables en el tiempo, constituyendo una verdadera carga para la sociedad en su conjunto. En consecuencia debemos abordar el tema de una manera integral a partir de la educación, la prevención, el control, la fiscalización y la sanción. Tomemos conciencia de los riesgos y las consecuencias que se producen por manejar de manera irresponsable. Sin la responsabilidad individual, sin la voluntad de cada conductor de respetar y cumplir con las normas de tránsito, la alta mortalidad en nuestras rutas y calles seguirá siendo trágica. Debemos cuidarnos y cuidar a los demás para no ser parte de tragedias irreversibles que son completamente evitables. (*) Sergio Dominguez exclusivo para Cadena BA, 4 de marzo 2019. Abogado radical. Especialista en Seguridad y Siniestralidad Vial. |