Fue uno de los clásicos de menos vuelo futbolístico de los últimos tiempos. Recién alcanzó emoción en los últimos 15 minutos del partido, cuando los cambios que metió el Patón Bauza le dieron resultado desde la imagen futbolística a Central, aunque no desde el resultado. Newell's tuvo su protagonismo pero tampoco le alcanzó. Y lo tuvo a Alan Aguerre, la figura del partido. Fue 0 a 0, pobre desprolijo. Tal vez, a los dos le sirva.

Arrancó como era de esperar. Trabado, lento, cortado. Al clásico le va costando entrar en clima, el fútbol no aparece, ni por el lado de Newell's y mucho menos por el de Central, que prefiere esperar, más allá de ese sorpresivo remate de Caruzzo a los 6'.

Hay mucho para estudiar y hay mucha precaución, Maxi se tira por izquierda y el Gato juega cerca de él. Leal recorre todo el frente de ataque esperando un pase. Pero hay pocos espacios y bastantes pelotazos.

Central cuidad los detalles de las marcas, pero no aparecen los que tienen que proveer fútbol.

A los 11' estuvo cerca la lepra. Triangularon Leal, Formica y Maxi, el centro y el portugués le ganó en el salto a Parot y Ledesma respondió con gran oportunismo mandándola al córner.

Desde los 20', la lepra comenzó a hacerse el patrón de la cancha. Maxi como estandarte, Formica aportando su dote creativa, las trepadas de Bíttolo. Newell's tenía la pelota y recuperaba bien y rápido en el medio y sólo le faltaba más precisión en los metros finales.

Central esperaba, ni Allione ni Camacho alcanzaban para aportarle la cuota de fútbol necesaria para abastecer a los pocos activos Zampedri y Riaño.

A los 26', el que tuvo otra oportunidad para el local fue Fontanini a la salida de un córner desde la derecha, cuando no pudo conectar bien el centro.

El partido tuvo altibajos hasta el final de la etapa. Newell's marcaba supremacía en la tenencia pero le falta poder de definición. Central seguía mostrando su falta de capacidad y volumen futbolístico para por lo menos encender los alertas en el fondo rojinegro.

Poco y nada pasaron en los primeros 15 minutos del complemento. Quizás uno de los peores momentos de un partido de esta característica en los últimos tiempos. Se prestaron la pelota, muchas faltas, muchas imprecisiones.

Pero a los 19' el Patón se jugó por el ingreso de Herrera y a los 25' lo hizo ingresar a Lovera. Antes Alliones había obligado a Aguerre con un remate bajo, preciso pero sin mucha fuerza. Y después, el formoseño Lovera hizo una buena jugada individual por derecha y Aguerre tapó bien abajo, aunque después Herrera le hizo falta.

Los cambios le hicieron muy bien al canalla, porque Herrera, Lovera y Becker le dieron otra impronta ala ofensiva canalla. Pero Aguerre (a los 38' al Chaqueño, a los y a los 43 a Becker) se terminó erigiendo en la figura de un clásico que mostró lo mejor en el final pero al que le faltó