25-04-2024
"De la 'Probreza Cero al Deficit Cero' y un ba帽o de realismo"
Por Jorge Emilio Sarghini (*)
El Gobierno cometi贸 errores de diagn贸stico, sobreestim贸 la atracci贸n de inversiones y privilegi贸 la pol铆tica de confrontaci贸n a la de consensos. La oposici贸n tiene hoy el desaf铆o hist贸rico de construir una alternativa de poder, sin regresar al pasado.

El proyecto de Presupuesto para 2019 reconoce el fracaso de la pol铆tica econ贸mica del gobierno de Mauricio Macri. Las estimaciones de cierre para el presente a帽o y las proyecciones para el que viene, predicen que al final de la gesti贸n habr谩 bajado la riqueza por habitante y aumentado el desempleo, la pobreza, la indigencia y abruptamente la deuda.

Sin duda, estos resultados se alejan mucho de las expectativas que gener贸 inicialmente en la sociedad y mucho m谩s a煤n del optimismo que indujo al Presidente a comprometerse con el objetivo de "pobreza cero" que, aunque desmesurado, conten铆a la ponderable idea de dar inicio a un per铆odo de crecimiento con estabilidad e inclusi贸n social.

Es innegable que la actual administraci贸n hered贸 una situaci贸n econ贸mica muy compleja que debi贸 ser explicitada y abordada, desde un principio, con un plan integral debidamente sostenido por un s贸lido acuerdo pol铆tico y social.

Pero el Gobierno no eligi贸 ese camino, nunca mostr贸 un plan consistente ni un equipo econ贸mico compacto, cometi贸 errores de diagn贸stico, sobreestim贸 el impulso que su sola presencia dar铆a a las inversiones, y opt贸 por privilegiar la estrategia pol铆tica de confrontaci贸n - por conveniencia electoral- a la de los consensos para fortalecer la condiciones de gobernabilidad.

No obstante, hasta la elecci贸n legislativa de 2017, transitando por los atajos y apoyado en expectativas m谩s que en resultados, tuvo la capacidad de sostener la adhesi贸n social necesaria para ganar la contienda. Manej贸 con eficacia un relato de confrontaci贸n permanente con el pasado y decidi贸 aprovechar la coyuntura internacional para postergar el abordaje a los desequilibrios macroecon贸micos recibidos, fingiendo gradualismo y tomando deuda.

Pero es sabido que por los atajos no se llega lejos. Una vez iniciada la segunda mitad de la gesti贸n y sin soluciones a la vista, las expectativas comenzaron a deteriorarse y un previsible cambio en las condiciones externas produjo una fuerte corrida cambiaria que desnud贸 la crisis econ贸mica interna y ech贸 por tierra la estrategia adoptada.

En principio, el Gobierno escudado en la adversidad externa, y sin asumir p煤blicamente la crisis y su responsabilidad, acudi贸 a las apuradas al Fondo Monetario Internacional y logr贸 firmar un acuerdo que fue in茅dito, por lo elevado del monto y su corta duraci贸n. A poco de anunciado dej贸 ver sus limitaciones y una segunda corrida oblig贸 a reconocer la crisis y a anunciar, luego de un simulado cambio de gabinete, el inicio de una renegociaci贸n.

El nuevo acuerdo al que se arrib贸 ampl铆a el monto requerido inicialmente y acelera de manera considerable los desembolsos correspondientes a este a帽o y al pr贸ximo, con el objetivo excluyente de asegurarle al mundo que Argentina no caer谩 en un nuevo default. Para ello, las autoridades gubernamentales conceden al acuerdo con el FMI el dise帽o de la pol铆tica econ贸mica de corto plazo, que sostendr谩 hasta el final de su mandato. Por eso comprometi贸 duras pol铆ticas monetarias y cambiarias resignando autonom铆a, y asumi贸 el firme compromiso de llevar a cero el d茅ficit fiscal, sin computar el pago de los intereses de la deuda.

En este marco, el Presupuesto 2019 moldea y garantiza institucionalmente el acuerdo firmado y por eso adquiere una importancia pol铆tica determinante para el futuro inmediato.

Este giro a la realidad significa una nueva postergaci贸n a la ilusi贸n de discontinuar nuestro derrotero de decadencia. De aquel objetivo convocante de "pobreza cero", a este de "d茅ficit cero", hay un ba帽o de realismo que nos aleja de esa 茅pica.

Esta sucesi贸n de hechos condujo al principal partido de la coalici贸n de gobierno a un lugar que no imaginaba a principios de a帽o, cuando motivada por la idea de que "lo peor hab铆a pasado" lanz贸 con marcado entusiasmo la triple reelecci贸n.

Pero lo peor no pas贸, lamentablemente est谩 empezando. La econom铆a ha ingresado en una fase cr铆tica, que combina recesi贸n con inflaci贸n y deterioro social creciente, que sin dudas impactar谩 de lleno en la pol铆tica.

La profundidad y los costos de la crisis depender谩n de manera directa de lo que ella sea capaz de hacer. Y en su capacidad y su voluntad, est谩 la posibilidad de dise帽ar un camino de salida que permita recuperar la esperanza en el futuro. Es de esperar que el Gobierno haga una profunda y necesaria autocr铆tica que lo lleve a salir de su encierro y abandonar el derrotero que tanta decepci贸n ha generado. Y de la oposici贸n que no quiere regresar al pasado, que ponga l铆mites pero no obstaculice el tratamiento del Presupuesto porque sin 茅l las consecuencias ser铆an mucho peores.

Esta misma oposici贸n, desde ese lugar de compromiso con la gobernabilidad, tiene tambi茅n el desaf铆o hist贸rico de construir una verdadera alternativa de poder que nuestro sistema democr谩tico demanda: moderna, republicana transparente y fuertemente comprometida con la justicia social. 驴Ser谩 posible?

(*) Ex Secretario de Comunicaci贸n de la Naci贸n, ex Ministro de Econom铆a de la Provincia de Buenos Aires y ex diputado provincial por el FR y presidente de la X谩mara de Diputados bonaerense.

Nota de opini贸n publicada en el Instituto de investigaciones de C铆rculo de Ministros (ICiMiSS) el 7 de octubre de 2018.