El martes algo extraño se sentía en la ciudad. Los rumores se sintieron fuerte desde el lunes por la tarde y al otro día se confirmaron las sospechas: por espacio de 2 horas, el presidente de la Nación Mauricio Macri estuvo en Olavarría. Y en esos 120 minutos, un vendaval de interpretaciones y miradas sobre lo que hizo, lo que sucedió a sus alrededor y lo que dejó de cara al futuro. ¿Quién ganó y quién perdió con la llegada del presidente a nuestra ciudad?
 
Macri no vino de casualidad, ni porque estaba de paso: en Olavarría, a diferencia de otros distritos, todavía muestra buenos números no sólo en imagen positiva sino también en intención de voto. Todo, según indicaron desde fuentes que realizan encuestas, mérito del tándem Galli y Vidal. Entonces, una mano lava la otra y las dos la cara: la visita le daría un empuje al Presidente que ya busca la reelección pero a su vez, le daría otro espaldarazo al posicionamiento de Galli en la Séptima Sección.

Con las afirmaciones de Federico Suárez, Manuel Mosca, y la visita de Macri, creo que todo está claro: Galli será el referente máximo de la Sección no sólo como nombre, sino como dirigente que tomará decisiones: ¿cuál será el destino de Mosca, buscará renovar su banca? ¿O se irá al ámbito ejecutivo y eso le liberará el cupo más importante al intendente local para posicionar a su candidato? Empieza la danza de nombres.
 
Y adelantando un poco el final, pareciera que Galli es el único ganador en todo esto: tuvo la visita del presidente fuera del ámbito electoral, tuvo apoyo, buenos comentarios y un acompañamiento total. Si había alguna duda planteada, fue disuelta. Ahora, ¿son momentos de estar cerca del presidente? Analicemos la "ronda de perdedores".
 
Incontables fuentes de la política, desde el oficialismo acérrimo a la oposición, coincidieron en algo: el "horno" no está para bollos. Y la traducción de horno es, básicamente, el contexto económico. De hecho Macri defendió su política de suba en las tarifas de los servicios públicos en una sociedad olavarriense que se mostró cansada por las constantes subas. Y que además, no anunció lo que apenas un par de horas después se ratificaría: que las pérdidas de las empresas de servicios públicos por la suba del dólar no las pagarían los usuarios en cuotas con intereses, lo haría...el Estado, que es básicamente lo mismo.

También hubo fuertes críticas al impresionante operativo de seguridad, que parecía "excesivo" aunque aquí se debe hacer una diferencia: una cosa es el operativo en sí, las salidas de emergencia por alguna eventualidad (Racing era una de ellas) que es correcto, estamos hablando del presidente de una Nación. Ahora, la variable que entra en juego es dónde se para el mandatario en ese operativo. Y Macri decidió ser custodiado al máximo. De hecho, salvo en contextos "seguros" el presidente no tuvo contacto con los olavarrienses. Y algún que otro insulto se llevó. Claro, por la situación económica que él mismo denominó como "tormenta".
 
En la semana hubo una metáfora curiosa, que bien vale para graficar lo que para muchos significó la llegada del Presidente: "es como si estás de novio y vas todos los domingos a comer con tus suegros, pero sólo lo hacés para que te presten plata. Llega un momento que se nota mucho y probablemente se enojen por esa postura. Hubiese sido lindo que venga a comer con los suegros por el solo hecho de disfrutar un domingo en familia, la historia sería distinta" comentaron.

Que tampoco atraviesa un gran momento. Su credibilidad ha disminuido considerablemente y está claro que se encuentra en un trabajo de recuperar eso que perdió, y que lo llevó al poder en 2015. Si lo analizamos en profundidad, los tres ejes que se buscaron fueron acercarlo a temas sociales, al encuentro con los jubilados (el sector más golpeado en este contexto), al tren de Desarrollo Social y Salud que estuvo en la ciudad y al diálogo con los medios, algo que no se vio en el 360° de campaña en Pueblo Nuevo, por ejemplo. Quizás, la campaña empezará a pasar por ahí. Habrá que seguir de cerca sus movimientos futuros, y claro, el destino económico.

Si hablamos de movimientos, algunos empezaron a ver un pequeño "modus operandi" que despertó sospechas: Diego Robbiani aparece en este tipo de actos, más allá de la cercanía del área con una de las actividades del presidente (el tren que pertenece a Desarrollo Social). ¿Se posiciona como posible candidato a encabezar la lista de concejales que tendrá a Ezequiel Galli en la búsqueda de retener la intendencia cuatro años más?
 
Este "primer concejal" no puede ser cualquier dirigente y Galli lo sabe. Hace tiempo que todos dejan en claro (y recuerdan) que el que encabece la lista será, en una eventual victoria de Galli, el intendente interino que esté en el cargo cuando el jefe comunal se ausente. En 2015 lo fue Luciano Blanco, un hombre clave para el joven de Cambiemos. Tanto, que hizo todo lo que pudo para que se mantenga en el Ejecutivo. Acá, también, comenzará una interesante apuesta de nombres.(Infoeme)