25-04-2024
13-08-2018 | Urbanización Villa 31
Informe: La villa 31 no se vende, se defiende
El 9 de agosto se realiz贸 la segunda movilizaci贸n convocada por la mesa de urbanizaci贸n participativa de la villa 31 y 31 bis. Los vecinos exigen mayor participaci贸n y representatividad en el plan de urbanizaci贸n de su propio barrio. A ra铆z de estas luchas, el Gobierno porte帽o debi贸 posponer la fecha de presentaci贸n del proyecto de ley en la Legislatura.
Por Dalia Cybel
A las seis de la tarde la noche ya se come al d铆a en invierno. El fr铆o corta y la oscuridad -por falta de tendido el茅ctrico- destaca las luces de los carteles luminosos. Los micros de dos pisos entran y salen bambole谩ndose  de la estaci贸n de Retiro. En grupitos y a los gritos, los pibes y pibas vuelven del colegio, los vecinos entran al barrio a pie o en bicicleta, y la calle principal sigue cortada por obras. Los puestos de la feria comienzan a desarmarse. A simple vista no se nota, pero si se la recorre, queda en claro que la villa 31 es un reptil que va mudando su piel. La urbanizaci贸n planeada por el gobierno de Larreta ya comenz贸 y lentamente va modificando un territorio de desigualdades y contrastes. Las familias del barrio "Cristo Obrero" fueron reubicadas -casi sin otra opci贸n- en las nuevas viviendas.  Ambientes amplios con paredes internas de durlock y los m贸dulos de "monoblock" se insertan una sobre otra en bloques de tres pisos, totalmente enrejados.

El 9 de agosto se realiz贸 la segunda manifestaci贸n convocada por la mesa de urbanizaci贸n participativa de la villa 31 y 31 bis. La primera hab铆a sido un abrazo simb贸lico al barrio. Esta vez el abrazo no fue suficiente: en caravana, acompa帽ados por canciones de Karina y bombos, los vecinos de la mesa de urbanizaci贸n quisieron hacer llegar a todo el barrio su reclamo.

"El Gobierno de la Ciudad, a trav茅s de la secretar铆a de Integraci贸n Social y Urbana -dirigida por Diego Fern谩ndez- impuls贸 un dictamen que quer铆a ser llevado a la Legislatura el 10 de julio pasado. Ah铆 fue que se hizo el primer abrazo al barrio. Se impidi贸 eso y se sigui贸 exigiendo participaci贸n de los vecinos y el rechazo a la ocupaci贸n del espacio a茅reo, el pago de la tierra, la preocupaci贸n por las tierras libres donde deber铆an ir viviendas y no quieren decir que van a hacer ah铆. Adem谩s, el pedido de que se derogue el decreto que sac贸 Larreta que permite los desalojos", cuenta H茅ctor Guanco, vecino del barrio y miembro de la mesa de urbanizaci贸n. "Esta nueva movilizaci贸n se da en el mismo d铆a que el gobierno retoma las reuniones donde informa sobre los avances en el dictamen, que no se hac铆an hace dos semanas. Ah铆 se entreg贸 un borrador enteramente nuevo en que el Gobierno, por la presi贸n de la mesa de urbanizaci贸n, tuvo que modificar puntos que se ven铆an discutiendo. Implica haber logrado que den marcha atr谩s en algunas cosas, pero no es una victoria total. Ahora debemos trabajar en el borrador y volver a presentarlo la semana que viene".

La mesa de urbanizaci贸n surge en respuesta a la indiferencia de las autoridades porte帽as y la falta de informaci贸n sobre la urbanizaci贸n que llegaba a los vecinos del barrio. La mesa -rotativa y participativa- nuclea a 40 vecinos, pero se extiende a m谩s de 1000. Sin embargo, como organizaci贸n tienen voz pero no tienen voto en la mesa t茅cnica, en la que est谩n los representantes del gobierno, los consejeros y t茅cnicos. El gobierno calcula que en total hay 40.000 personas viviendo en villa 31, pero desde la mesa de urbanizaci贸n reclaman la necesidad de tener un censo real.

La mesa de urbanizaci贸n busca ampliar la representatividad en el barrio. H茅ctor agrega que "el barrio tiene sectores, cada sector tiene un delegado y el delegado elige a un consejero por sector. Los delegados fueron elegidos en 2015, por lo cual su mandato ya deber铆a haber vencido. Sin embargo, en abril de 2018 por disposici贸n judicial les extendieron. Nosotros no estamos de acuerdo y exigimos la elecci贸n de consejeros leg铆timos".

El dictamen del gobierno exige que cada vecino pague la vivienda que se le sea otorgada, a pesar de que muchos llevan m谩s de 20 a帽os viviendo en el barrio y han levantado las propias casas que ahora les obligan a abandonar. La modalidad de pago que plante贸 el gobierno consist铆a en que cada vecino pague 20% de sus ingresos mensuales, durante un m铆nimo de 30 a帽os de hipoteca. Gracias al reclamo de los vecinos, el gobierno debi贸 hacerle ciertas modificaciones al dictamen. Se consigui贸 que las cuotas se calculen en base a la canasta b谩sica familiar total (18833 pesos) y la canasta b谩sica alimentaria de 7.473 pesos del mes de mayo. Las familias con ingresos superiores a los 18.833 pesos pagar谩n un 20% como cuota hipotecaria, si llegan a un salario equivalente a la canasta alimentaria pagar铆an un 12% y, en caso de que los ingresos de un grupo familiar sean menores a la canasta b谩sica alimentaria, ser谩n exonerados del pago. Lo mismo ocurrir谩 con los jubilados.

"Lo central de todo es que no puede aprobarse nada que no sea conocido por los vecinos que sean afectados, y que cumplan con la ley 3343. La ley dispone que el proceso tiene que ser participativo y que no pueden haber desalojos forzosos. Adem谩s est谩 la pelea por la normativa urban铆stica, que no quieren discutirla y es lo que permitir铆a que el barrio en un futuro sea desplazado por actividades econ贸micas u otros emprendimientos. El miedo es que pase el dictamen a la Legislatura sin modificar los puntos fundamentales que exigen los vecinos", cuenta Graciela, otra de las vecinas que forma parte de la mesa.

Otra de las exigencias de los vecinos es recibir la escritura y el t铆tulo de propiedad antes de empezar a pagar el inmueble, ya que sino existe la posibilidad de que se den titulaciones intermedias como certificados de vivienda que no tengan la misma validez.

En la movilizaci贸n se encontraron varias organizaciones del barrio. Los docentes del Polo Educativo Mugica, representados por Walter Larrea, delegado de UTE, expresaron por micr贸fono:  "Entendemos la docencia no solamente como dar clases en el aula, sino tambi茅n como el acompa帽amiento a los vecinos con la lucha por el barrio y  la urbanizaci贸n, que es una de las luchas m谩s importantes que tenemos ahora".

Despu茅s del recorrido por el barrio, evitando el lodazal que dej贸 la tormenta, los vecinos vuelven al punto de partida. Siguen cantando que "la villa 31 no se vende, se defiende", siguen discutiendo como si no trajeran consigo dos horas de caminata por el barrio. Sus expresiones cambian, sus cuerpos se amuchan a favor de la m煤sica y en contra del fr铆o. Sus voces se superponen y se alzan, en contra de todo aquel que quiera decidir por ellos sin consultarles. (GritoDelSur)