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Otras cuatro mujeres asesinadas. ¿Hasta cuándo? por Florencia Cremona (*) | |||
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Ayer en La Plata asesinaron a cuatro mujeres y se supone que el autor de hecho es la ex pareja de una de las victimas. Se trata de un nuevo caso de femicidio. El femicidio o femicidio es un homicidio de mujeres por razones de género. Por ejemplo, que una mujer sea asesinada por una persona con la que mantiene un vÃnculo sexo afectivo es un femicidio porque el asesinato ocurre a causa de motivos de subalternidad y violencia históricas y culturales que justifican o son móviles del crimen. Los celos, el control, los mitos del amor romántico que todo lo perdona y todo lo justifica, la idea de que los cuerpos de las mujeres "provocan" y de que la sexualidad de los varones es incontrolable, son parte de una organización sociocultural que sostiene y la subalternidad de las mujeres y en consecuencia la falta de equiparación real de derechos y garantÃas por parte del Estado para con nosotras. Porque aunque frente a la ley todos y todas seamos iguales, en la micropolÃtica de la vida cotidiana eso no es verdad. Las mujeres hemos crecido en esta matriz cultural y emanciparnos de estas creencias tiene altÃsimos costos personales y polÃticos. Porque siempre que hablamos de género invariablemente estamos hablando de la organización del poder social, de poder publico. Rita Segato, antropóloga latinoamericana, que estudia el femicidio, cuando Página 12 le hizo una nota sobre el femicidio de las dos turistas francesas, ella dijo que, "a través de la agresión a la mujer, se agrede a un antagonista. Es en el cuerpo femenino violado y ejecutado que en las guerras contemporáneas se reduce al enemigo, se lo desprestigia y desmoraliza. Ese antagonista es quien tiene a su cargo, o deberÃa tener, el papel de tutor, protector o responsable por la vÃctima". En este sentido, retomando el análisis de la antropóloga argentina, el móvil de los celos o la ruptura de pareja es una de las causas principales de asesinato de mujeres donde se pone en juego nuevamente la posesión y la tutela del cuerpo femenino por fuera de la voluntad de la mujer "si no sos mÃa no sos de nadie" o "me arruinaste la vida" o "me fuiste infiel a mi", como si la sexualidad y afectividad femenina estuviese anudada a un dueño. Esta mañana antes de escribir esta nota leà algunos diarios, en casi todos se hacia referencia a lo "buena madre" que era la victima, a la relación que mantenÃa con el supuesto asesino y a la inocencia y bondad (nuevamente y apropósito utilizo esta palabra) de las victimas. Nuestra cultura patriarcal necesita justificar la defensa de las victimas, limpiar la sospecha demostrando la decencia o la bondad, la inocencia (insisto con esta cadena semántica) de las asesinadas. Construyendo figuras, de pobres turistas inocentes, muchacha trabajadora y buena madre, acentuando que no se lo merecÃan y al mismo tiempo señalando que "a cualquier mujer le puede pasar" Nuevamente los medios de comunicación en vez de problematizar la violencia contra la mujer (a propósito que el 25 de noviembre fue su fecha conmemorativa internacional establecida por las Naciones Unidas), los mitos del amor y escribir sobre estos paradigmas, se la pasan diciendo salvo honrosas excepciones, que barbaridad otra mujer mas matada, violada asesinada… Hace unas semanas nos estremeció la muerte de Tomas, el niño de Lincoln, asesinado por su padrastro. Su madre era una victima de violencia de genero, no habÃa terminado la secundaria porque quedo embarazada, luego fue mantenida alternativamente por su hermano o su amante y vivÃa en una pensión, atemorizada por su ex pareja. Nadie pudo acompañar a esa mujer para que termine sus estudios, para que desarrolle una carrera y autonomÃa económica. Además no escuchó las quejas, desobservó el temor de Tomas frente a su padrastro atribuyéndole Ãndole privada a la violencia La violencia no es un asunto privado, ni una cuestión de feministas con banderas, es un problema social, polÃtico de seguridad, justicia y salud publica. Los periodistas tenemos que hablar de esto, en las aulas tenemos que aprender a identificar y prevenir este flagelo que impide la plena equidad ciudadana entre varones y mujeres. De lo que hay que hablar, de lo que tenemos que hablar, es de porque la violación sigue siendo utilizada como mecanismo de tortura, porque una mujer sola debe temer por su vida, porque un amante puede ser una futura amenaza contra nuestra vida, porque los celos, el control económico y social, la despenalización del aborto y el pleno ingreso de la mujer a la vida publica no es tema de debate cotidiano. Es ahà donde se asienta la violencia que culmina con crÃmenes como este o micro violencias cotidianas, que son tantas que se vuelven inenarrables. (*) Directora del Observatorio de Género de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP para AgePeBa. |