25-04-2024
09-06-2018 | Principal consejero del Papa
Cambio radical en la Diócesis de La Plata: El sábado 16 asume "Il Coccolato" Víctor Manuel "Tucho" Fernández, un obispo de Francisco
Por Carlos Alberto Garcia Lacamara (@CAGL_Perio).- El sábado 16 de mayo a las 16 asume "Il Coccolato" Víctor Manuel "Tucho" Fernández como Obispo de La Plata su homilía será un mensaje cristiano a favor de la vida y de los pobres. Se viene una nueva era en la Arquidiócesis platense y se vienen cambios profundos en el funcionamiento del segundo obispado más importante de la Argentina.
Con monseñor Hector Aguer ya renunciado en el cargo, el sábado 16 de junio a las 16 asume como Obispo de La Plata, Víctor Manuel "Tucho" Fernández, ex rector de la UCA y un intelectual de fuste más "grosso" que Aguer, a quien aún sus críticos lo consideraban el obispo más pensante y lucido de la Conferencia Episcopal Argentina; pero siempre individualista y propenso  salidas que descolocaba a los demás obispo.

Fernández nació el 18 de julio de 1962 en la localidad de Alcira Gigena, un pueblo de cinco mil habitantes ubicado al sudoeste de la Provincia de Córdoba (Argentina), en el departamento de Río Cuarto, hijo de Yolanda y Emilio Fernández. Fue apodado "Tucho" en honor al futbolista Norberto "Tucho" Méndez.​

Estudió filosofía y teología en el Seminario Mayor de Córdoba. En 1988 obtuvo la Licenciatura en Teología con especialización bíblica en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y en 1990 culminó el doctorado en Teología en la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina con una tesis sobre la relación entre el conocimiento y la vida en san Buenaventura. Como lo explica en el artículo "Algunos rasgos de una teología", su estilo académico y su forma mentis tienen íntima relación con el lugar donde creció: un pueblo pequeño del interior, donde disfrutaba del contacto con la naturaleza, del trato cercano con los pobres y del cielo abierto. En orden a prolongar esta experiencia, mientras estudiaba en Buenos Aires, visitaba semanalmente una villa pobre situada entre Grand Bourg y Tortuguitas, bajo el asesoramiento del presbítero Pablo Tissera. Mientras estudiaba en Roma, visitaba ancianos y enfermos en una parroquia periférica de Lavinio.​

Pero fundamentalmente, "Tucho" Fernández es el amigo y confidente del Papa Francisco y en la Curia lo apodan, "Il Coccolato" (El Acunado: "consentido, cuidado, mimado y/o acurrucado") y lo señalan como la mano que escribió el "programa" del papado de Francisco, "Evangelii Gaudium". 

También se le considera autor en la sombra de "Amoris Laetitia. Sandro Magister", texto de Francisco que tiene "impresionantes semejanzas" entre los pasajes clave de la exhortación del Papa y dos textos de hace diez años de a quien se lo considera su principal consejero, "Il Coccolato" Fernández.

En el texto "Las interpretaciones erróneas del mensaje del Papa" publicado el el Diario "La Nación", escrito por Fernández siendo rector de la UCA se puede leer y entrever su pensamiento y su cercana relación con Bergoglo. Columna de opinión en la cual de pone "los punto sobre la í" a Grabois y también a quienes cuestionan a Grabois para atacar al Papa. "¿Acaso no nos preguntamos muchas veces por qué no se sacaba de encima al cardenal Müller, quien no ocultaba una línea de pensamiento muy diferente e incluso lo criticaba? Y miremos al cardenal Sarah, que sigue proponiendo volver a celebrar la misa de espaldas al pueblo", consideró "Tucho" en esa nota y sostuvo: "Por lo tanto, no se puede sostener que lo que diga la pastoral social de Córdoba, que podría hablar incluso sin consultar al obispo del lugar, venga digitado desde el Vaticano. Por la misma razón, deberían respetar a Grabois, que es un laico adulto e inteligente y puede tener pensamiento propio sobre temas políticos y sociales, sin suponer que repite lo que le ordena el Papa. Él como ciudadano libre puede opinar lo que quiera sobre el presidente o sobre la oposición". 

Desde el próximo sábado 16 de junio a las 16, Victor Manuel "Tucho" Fernández será el nuevo obispo de La Plata, sobre su homilía se puede adelantar que su mensaje será a "favor de la vida, de las dos vidas en medio del debate por la Ley del Aborto Legal y a tendrá una mirada social en favor de los pobres", siempre dentro del marco del mensaje papal y de la Conferencia Episcopal Argentina, siendo esa la gran diferencia de procedimiento de Fernández con Aguer que con un estilo muy personalista se cortaba solo y dejaba en descubierta a los demás miembros del Obispado argentino con sus pensamientos e ideas propias sin consultar y debatir y de ahora en más tampoco en La Plata "no habrá" un Obispo que con su "palabra" como canción juratoria consiga la libertad de los estafadores del Banco de "Crédito Provincial (BCP)" que le robaron los ahorros a los propios jubilados y pensionadas que erán fieles católicos en La Plata, o sea rebaño de monseñor Aguer, que en su pastoreo los olvidó y los dejo a merced de los lobos.

La arquidiócesis de la Plata es la segunda más importante de Argentina, solo por detrás de Buenos Aires. 

Texto completo de "Las interpretaciones erróneas del mensaje del Papa"

A quien tuvo formación superior se le debe exigir que, cuando escriba algo que pueda afectar a otro, no se base en meras suposiciones. Por eso llama la atención hasta qué punto las afirmaciones periodísticas sobre el Papa están plagadas de imaginación, al mismo tiempo que todo se interpreta como si Francisco estuviera permanentemente pensando en Macri. El ego argentino es grande. 

Esto se vio exacerbado días atrás en una llamativa andanada de notas periodísticas, todas dedicadas a atribuirle a Francisco ciertas intenciones políticas. Si uno leyera este hecho con la misma imaginación, podría deducir que hay un plan organizado de desprestigio. Pero es más adecuado pensar con la mente en frío y otorgar el beneficio de la duda. 

Muchas veces se supone que todos los que tienen alguna tarea en instituciones católicas están ejecutando órdenes del Papa cada vez que hablan. Sin embargo, esto ni siquiera ocurre con los cardenales del Vaticano, ya que siguen pensando y hablando como quieren, como si Francisco no fuera papa. 

¿Acaso no nos preguntamos muchas veces por qué no se sacaba de encima al cardenal Müller, quien no ocultaba una línea de pensamiento muy diferente e incluso lo criticaba? Y miremos al cardenal Sarah, que sigue proponiendo volver a celebrar la misa de espaldas al pueblo. 

Por lo tanto, no se puede sostener que lo que diga la pastoral social de Córdoba, que podría hablar incluso sin consultar al obispo del lugar, venga digitado desde el Vaticano. Por la misma razón, deberían respetar a Grabois, que es un laico adulto e inteligente y puede tener pensamiento propio sobre temas políticos y sociales, sin suponer que repite lo que le ordena el Papa. Él como ciudadano libre puede opinar lo que quiera sobre el presidente o sobre la oposición. 

No es realista decir que alguien, por ser asesor o consultor de una oficina vaticana, como es Justicia y Paz, esté marcando o representando el pensamiento del Papa sobre temas sociales. 

Muchos de esos consultores jamás son consultados y a otros se los consulta solo sobre algún tema en particular: la trata de personas, el narcotráfico, etcétera. Es más, algunos de ellos pueden estar a favor de la eutanasia o del aborto en algunos casos, y esa no es la línea del Papa o del Vaticano. Entonces permítanle a Grabois que tenga el respeto del Papa, pero libérenlo del peso de estar representándolo. 

Esto se vuelve más complejo todavía en las academias del Vaticano, donde una puede opinar lo contrario de otra. Así ocurrió, por ejemplo, en temas como los transgénicos, las células estaminales, etcétera. Sánchez Sorondo convoca a su academia a quienes quiere, sin pedir permisos del Papa ni certificados de buena conducta. Les da lugar en su foro de discusión porque desde su cargo pueden aportar algo sobre algún tema acotado, y así como invitó a Macri invitó también a Gils Carbó. Pero aquí dicen falsamente que "el Papa mandó llamar a Gils Carbó". 

Hoy, con Francisco, la Iglesia goza de una inédita libertad de expresión y no es necesario estar pensando qué diría el Papa para poder opinar. Ahora muchos católicos pueden tratar irresponsablemente a Francisco de hereje o de cismático, sin que les llegue siquiera un pedido de aclaración desde el Vaticano. Pocos años atrás recibíamos sanciones graves por mucho menos. 

De todos modos, cualquier opinión que defienda los derechos de los más débiles podrá tener semejanzas con el mensaje de Francisco, que siempre habla desde las heridas de los más frágiles. Es improbable que él se dedique a reclamar a favor de las grandes empresas o de los poderes concentrados, por más racionales que suenen. Los poderosos ya tienen recursos de sobra para defender sus intereses y difundir su visión de la realidad. Los débiles de este mundo ya escucharon muchas veces que hay que seguir esperando. 

Es en la sociedad civil donde han crecido la intolerancia y nuevos modos de censura. Por eso muchos optan por no opinar acerca de graves temas sociales, porque opinar es verse expuesto a una catarata de descalificaciones y de sospechas. 

Esto no le hace bien a nuestro querido país. Solo empobrecerá más y más el ya limitado debate público, y no habrá progreso económico que supla la decadencia cultural y social.