|
|
|||
| 18-05-2018 | CEPO CAMBIARIO, DEVALUACIÓN Y TARIFAS | |||
| Cavallo identific贸 el "error m谩s grave" que cometi贸 Macri desde que asumi贸 | |||
|
|||
|
Seg煤n dijo el titular de Hacienda durante los gobierno de Carlos Menem y Fernando De la R煤a, el "error" econ贸mico de Macri fue quitar el cepo el cambiario antes de aplicar los incrementos de tarifas. "Haber anunciado metas de inflaci贸n demasiado optimistas fue un error, pero no el m谩s grave. Fue mucho m谩s grave haber decidido la eliminaci贸n de los controles de cambio y hacer funcionar el mercado 煤nico y libre en diciembre de 2015, sin haber eliminado de antemano el atraso tarifario", sostuvo el padre de la convertibilidad y el corralito. Para Cavallo, el equipo econ贸mico de Cambiemos deber铆a haber sostenido el cepo cambiario impuesto por Cristina de Kirchner. "Deber铆an haberlo mantenido hasta junio de 2016, devaluando el Peso en el mercado oficial al ritmo al que las autoridades anteriores hab铆an vendido d贸lares futuros, de tal forma que no tuvieran que pagar ninguna diferencia de cambio a quienes hab铆an comprado esos d贸lares", indic贸. Y agreg贸: "Si durante el primer semestre de 2016 iban a normalizar la relaci贸n financiera con el exterior y conseguido una fuerte entrada de capitales financieros (como realmente ocurri贸 al haber solucionado r谩pidamente el problema con los holdouts), para el mes de junio el tipo de cambio contado con liquidaci贸n se habr铆a desplomado y se podr铆a haber decretado entonces la completa liberaci贸n cambiaria sin un gran salto devaluatorio". El an谩lisis de Cavallo refiere a los precios del gas y la luz, pero seg煤n dijo, podr铆a aplicarse el mismo "razonamiento" para el resto de las tarifas de servicios p煤blicos que estaban "muy atrasadas" al momento del cambio de gobierno en 2015. El escrito firmado por el ex funcionario Haber anunciado metas de inflaci贸n demasiado optimistas fue un error, pero no el m谩s grave. Fue mucho m谩s grave haber decidido la eliminaci贸n de los controles de cambio y hacer funcionar el mercado 煤nico y libre en diciembre de 2015, sin haber eliminado de antemano el atraso tarifario. Paso a explicar este error, porque tienen que tenerlo en cuenta para las decisiones futuras. De otra manera van a volver a equivocarse. Para simplificar, me referir茅 s贸lo a los precios del gas y la electricidad, aunque el razonamiento es el mismo para el resto de las tarifas de servicios p煤blicos que estaban muy atrasadas al momento del cambio de gobierno. Deber铆an haber mantenido hasta junio de 2016 el cepo cambiario, devaluando el Peso en el mercado oficial al ritmo al que las autoridades anteriores hab铆an vendido d贸lares futuros, de tal forma que no tuvieran que pagar ninguna diferencia de cambio a quienes hab铆an comprado esos d贸lares. Desde el punto de vista del aliento a las exportaciones, era suficiente con la eliminaci贸n de las retenciones. Esta era una medida acertada, que deb铆a adoptarse de inmediato, tal como se lo hizo. Si durante el primer semestre de 2016 iban a normalizar la relaci贸n financiera con el exterior y conseguido una fuerte entrada de capitales financieros (como realmente ocurri贸 al haber solucionado r谩pidamente el problema con los holdouts), para el mes de junio el tipo de cambio contado con liquidaci贸n se habr铆a desplomado y se podr铆a haber decretado entonces la completa liberaci贸n cambiaria sin un gran salto devaluatorio. Sin una fuerte devaluaci贸n inicial del Peso en el mercado oficial, la tasa mensual de inflaci贸n no habr铆a saltado del 2% al 4% mensual promedio como lo hizo en los primeros seis meses de 2016. La que no deb铆a postergarse era la actualizaci贸n de los precios de la energ铆a. Se deber铆a haber determinado el ajuste del precio del gas, de la electricidad y del petr贸leo, recreando de inmediato los mercados mayoristas con competencia interna y externa, tal como estuvieron legislados hasta el a帽o 2001. Esas leyes siguen en vigencia pero su aplicaci贸n fue suspendida con la pesificaci贸n compulsiva de los contratos a partir de enero de 2002. La Corte Suprema de Justicia, ha sostenido claramente que cuando los precios se determinan en mercados con competencia, no se necesitan audiencias p煤blicas previas. El reajuste de las tarifas para transporte y la distribuci贸n, tendr铆an que haberse programado para implementar luego de audiencias p煤blicas, pero este era un reajuste de mucha menor incidencia en comparaci贸n con el de los precios mayoristas. Para atenuar el impacto del aumento de tarifas sobre las familias pobres y los peque帽os comerciantes e industriales, era cuesti贸n de aplicar una tarifa social baja a los que realmente lo merecieran. En esos primeros meses de 2016, si bien los precios de la electricidad y del gas habr铆an aumentado, el de los combustibles habr铆a bajado. En lugar de hacer funcionar libremente el mercado del crudo y conseguir una baja en el precio de los combustibles l铆quidos para el consumidor final, el gobierno permiti贸 a los petroleros seguir cobrando el precio m谩s alto. Haber dejado bajar el precio del gasoil y la nafta, habr铆a al menos compensado en parte el aumento del precio de la electricidad y el gas. Si bien este reajuste de los precios de la energ铆a habr铆a tenido un impacto inmediato en los 铆ndices de inflaci贸n, seguramente ese impacto habr铆a sido mucho menor el que tuvo la devaluaci贸n inicial del Peso. Pero la gran ventaja es que se habr铆an eliminado de cuajo subsidios econ贸micos por alrededor de 3% del PBI. Los subsidios que se ven铆an pagando representaban el 4% del PBI, pero seguramente la tarifa social habr铆a requerido mantener subsidios por un 1% del PBI. Es importante advertir que la fuerte devaluaci贸n inicial por eliminaci贸n del cepo cambiario sin que se ajustaran antes las tarifas, determin贸 un aumento de los subsidios econ贸micos que quedaron para reducir en el futuro. Ese aumento fue del orden del 1% del PBI, por la simple raz贸n de que los costos del gas para ENARSA o CAMMESA (quienes act煤an de intermediarios con las empresas distribuidoras de gas y las generadoras el茅ctricas), subieron en la misma proporci贸n que el precio del D贸lar, mientras que los precios cobrados por su venta a esos grandes clientes mayoristas, se mantuvieron fijos en pesos. Luego de la fuerte devaluaci贸n inicial del Peso, los aumentos de los precios de la electricidad y el gas al consumidor a implementar en el futuro, se hicieran de golpe o en forma gradual, iban a tener que ser mucho m谩s elevados que los que se habr铆an requerido si se hac铆an antes del levantamiento del cepo cambiario. Habr铆a sido letal si adem谩s de la devaluaci贸n exagerada inicial se hubiera decido hacer el tarifazo completo en forma simult谩nea. El efecto resultante habr铆a sido parecido al del Rodrigazo de 1975. Por eso alguno de los dos ajustes se ten铆a que postergar. Haber elegido la unificaci贸n temprana del mercado cambiario tuvo dos efectos agravantes del desequilibrio fiscal. Uno fue el pago por las diferencias de cambio a los compradores de d贸lares futuros. Estas diferencias se pagaron con una emisi贸n monetaria del orden de los 60 mil millones de pesos que se reabsorbieron mediante la emisi贸n de LEBACs, pagando una tasa de inter茅s del 38% nominal anual, bastante m谩s alta si se la calcula como tasa efectiva anual. El otro afecto agravante de la situaci贸n fiscal fue el aumento de los subsidios econ贸micos del 4 al 5% del PBI, por el efecto de la fuerte devaluaci贸n inicial que expliqu茅 antes. Con una secuencia diferente entre tarifazo y eliminaci贸n del cepo cambiario, la inflaci贸n no s贸lo hubiera aumentado menos a lo largo de los 6 primeros meses de 2016, sino que hacia junio de ese a帽o se podr铆a haber lanzado el plan de estabilizaci贸n basado en metas de inflaci贸n con un d茅ficit fiscal mucho m谩s bajo. Probablemente con una reducci贸n del d茅ficit primario a la mitad del que hab铆a dejado como herencia el Kirchnerismo. Con un panorama fiscal m谩s despejado, la pol铆tica monetaria del Banco Central, operando desde ese momento con un mercado cambiario sin cepo, habr铆a dado mejores resultados en t茅rminos de desinflaci贸n. Mucho mejores que los se consiguieron durante 2016, 2017 y en lo que va del 2018. Era perfectamente posible avizorar tasas mensuales de inflaci贸n no superiores al 1,5% mensual hacia el final de 2016, m谩s cercanas al 1% mensual hacia el final de 2017 y a煤n menores en 2018. No se hubiera requerido ingresar divisas a trav茅s de la atracci贸n de capitales financieros de muy corto plazo, siempre propensos a irse antes el menor atisbo de reducci贸n de la diferencial entre la tasa de las LEBACs y la expectativa de devaluaci贸n. Tampoco se hubiera producido atraso cambiario por exagerado ingreso de capitales de muy corto plazo. No s贸lo habr铆a disminuido la necesidad de emitir nueva deuda, sino que el costo de esa deuda, colocada en los mercados de capitales exclusivamente por el Ministerio de Finanzas y no por el Banco Central, habr铆a resultado mucho menor que el que se produjo en la pr谩ctica. Sobre todo, si se hac铆an bien las cuentas y se computaban los intereses pagados por el Banco Central para colocar LEBACs como costos que quedaron escondidos en el balance de la autoridad monetaria. Seguramente el Ministerio de Finanzas no habr铆a concentrado tanto endeudamiento en plazos tan cortos como los que resultaron de la emisi贸n primaria de LEBACs vendidas por el Banco Central en el mercado de capitales. Me parece importante hacer esta cr铆tica sobre errores pasados a pesar de que sus efectos ya son irreversibles, porque el mismo problema se acaba de producir y se corre el riesgo que se agrave en los pr贸ximos meses. Lo explico. Pese al gran tarifazo que le precedi贸 en abril, la devaluaci贸n del Peso de 20 a 24 pesos, acaba de producir un aumento en el d茅ficit por los subsidios que tendr谩n que pagarse a las empresas del sector energ茅tico. La raz贸n es la misma que expliqu茅 antes para el caso en que la devaluaci贸n se anticipa al ajuste tarifario. Cuando sube el precio del D贸lar, quedan m谩s atrasadas que antes las tarifas de la electricidad y del gas en comparaci贸n con su verdadero costo econ贸mico. El Ministerio de Hacienda lo puede comprobar haciendo bien las cuentas con los datos de los 煤ltimos 40 d铆as y comparando el resultado con lo previsto en el presupuesto de 2018 para lo que resta de este a帽o. Para colmo de males, si el precio del D贸lar siguiera subiendo sin nuevos reajustes de los precios de la electricidad y el gas, s贸lo se conseguir谩 devengar una mayor obligaci贸n por subsidios a atender desde el presupuesto, volviendo a agravar el d茅ficit fiscal a financiar con deuda. Hay que tener en cuenta tambi茅n que a mayor devaluaci贸n del Peso, mayor costo de intereses por la deuda externa. Esto es as铆 porque una alta proporci贸n de los intereses se pagan en d贸lares. Esta es otra causa de d茅ficit fiscal, no ya primario, pero de todas maneras uno que requerir谩 endeudamiento adicional. De la actual situaci贸n de bloqueo de la pol铆tica de estabilizaci贸n no se sale si la pol铆tica monetaria no pasa a utilizar dos instrumentos y no s贸lo uno: la tasa de inter茅s, pero tambi茅n la compra y venta de d贸lares del Banco Central en el mercado cambiario. Intervenci贸n destinada a evitar tanto la devaluaci贸n excesiva, como la apreciaci贸n exagerada del Peso. La apelaci贸n del Presidente a todas las fuerzas pol铆ticas y organizaciones sociales a ayudar a bajar el gasto p煤blico y eliminar el d茅ficit fiscal, es correcta e imprescindible. Si no se lo hace en forma transparente y sincera, un golpe de mercado terminar谩 produciendo un ajuste socialmente mucho m谩s costoso. Desde ya, considero muy apropiada y merecedora de apoyo el reclamo presidencial por una batalla conjunta contra el desequilibrio fiscal. Ser铆a muy malo para la Naci贸n que la oposici贸n no respondiera afirmativamente a esta demanda, que no deber铆a ser del FMI sino la de la gente que m谩s sufre la inflaci贸n. Pero, si no se manejan en armon铆a la pol铆tica monetaria y la pol铆tica de precios de la energ铆a, conseguir la eliminaci贸n del d茅ficit puede transformarse en una quimera. Como me preocupa que ni en el discurso del Presidente Macri ni en la exposici贸n del Presidente del Banco Central de ayer hay indicios de que est茅n teniendo en cuenta este grave inconveniente, me apresuro a hacer este comentario que espero sea tomado como una cr铆tica constructiva y no como el se帽alamiento de un error pasado. No lo mencionar铆a si no constituyera un peligro para el futuro. |