El diputado nacional del radicalismo en el frente Cambiemos, Alejandro Echegaray, celebró la inauguración de la estatua del ex presidente Raúl Alfonsín en La Plata, por ser "un homenaje merecido al padre de la democracia", al tiempo que reconoció las "dificultades" del oficialismo para "revertir el plan de 13 años de kirchnerismo con importación de energía y combustible y subsidios asimétricos insostenibles en el largo plazo".

 El legislador halló puntos en común entre las actitudes del peronismo que tuvo que afrontar Alfonsín en el retorno a la democracia, con el rol del kirchnerismo frente a las medidas que tiene que afrontar el gobierno de Mauricio Macri; la convergencia parece ser la "falta de responsabilidad frente a los problemas que ellos mismos generaron".

Para fundamentar su afirmación, Echegaray dijo que si en 1983 no ganaba las elecciones Alfonsín "se consagraba la impunidad para los jerarcas de la dictadura", ya que "todos los dirigentes del peronismo habían acordado convalidar la autoamnistía de los militares por los delitos de lesa humanidad".

"Todo el peronismo, los Kirchner incluidos, consideraban que había que perdonar a los jerarcas militares aceptando la autoamnistía judicial y no molestaralos.  Pero Alfonsín se animó a juzgar a los jefes de las Juntas y a las cúpulas guerrilleras, aunque el peronismo presionaba por otra cosa. No fue casual que tiempo después un gobierno peronista con Carlos Menem decretó los indultos a todos, entre ellos a los Montoneros con el argumento de la pacificación nacional. Frente a la grandeza de Alfonsín, ellos actuaron de esa forma", sostuvo Echegaray en diálogo con CadenaBA.

El legislador apuntó que Alfonsín "tuvo la grandeza de estadista de convocar a la unidad nacional para salvar la república en momentos en que la situación no nos sonreía", ya que "el país vivía una debacle económica por la deuda externa recibida y los militares estaban en libertad y con poder y el peronismo actuando como ya vimos".

Del mismo modo, recordó que Alfonsín fue "uno de los pocos dirigentes que en 1982 se opuso públicamente a la guerra de las Malvinas, cuando todos llenaron la Plaza de Mayo apoyando", lo cual "para muchos fue un suicidio político pero la historia le terminó dando la razón de esa locura de la dictadura".

Por esto, Echegaray dijo que "no es casual que en el merecidísimo homenaje a Alfonsín participaron ex funcionarios de su gobierno, ex colaboradores, miembros de organismos de derechos humanos y líderes opositores que reconocen su grandeza, carisma y nobleza con la que nos convocó a recuperar las instituciones" a mitad de los 80.

Gradualismo tarifario

Echegaray se refirió además a la intermediación de los diputados radicales y de la Coalición con funcionarios del gobierno para frenar la aplicación del aumento de las tarifas de gas, que derivó en un acuerdo para diferir la facturación de los consumos de invierno para el verano y la posibilidad de pago en cuotas.

Al respecto, afirmó que la salida "no resolvió el problema de ningún modo, sólo conseguimos una salida gradual al tema porque tenemos que seguir trabajando, sobre todo con las provincias, para ver la carga impositiva que tienen las facturas más allá del consumo sin subsidios que es el gran problema que estamos dirimiendo".

Del mismo modo que en los inicios de la democracia el peronismo no asumía las responsabilidades de las acciones que erosionaban la joven democracia, Echegaray dijo que esta vez el kirchnerismo "no asume sus responsabilidades en los problemas que hoy vivimos".

En ese sentido, afirmó: "La situación que vivimos tiene como responsables a los que durante 13 años acabaron con el esquema de autosuficiencia energética para importar energía y aplicar subsidios completamente asimétricos que beneficiaban a los grandes conglomerados urbanos y perjudicaban al interior. Así beneficiaron a los que vivían acomodados en Las Cañitas y Recoleta y en el interior se pagaba todo carísimo. Ese sistema de tarifas bajas para alentar el consumo sabiendo que a largo plazo se acababa todo hoy lo pagamos. Y lo único que nos queda es una salida gradual que atenúe el impacto en las clases medias y bajas".

Futuro de radicalismo

Luego del acuerdo al que el radicalismo forzó al ala dura del gobierno, algunos dirigentes del centenario partido se mostraron muy conformes y expectantes por el rol que tendrá en el armado electoral el año próximo. Ante esto, Echegaray pidió "ser mesurados y ante todo fortalecer el partido dentro de Cambiemos".

Sobre esto, el diputado fue contundente al sostener que "acá no debe haber eufóricos ni soberbios, sí una dirigencia humilde dispuesta a construir a partir de la convocatoria a todos los sectores del radicalismo y con un debate profundo", y agregó: "lo peor que podemos hacer es confiarnos, porque la última elección presidencial se ganó por muy poco y con ballotage".

"Estuvo bien y oportuno el radicalismo en temas importantes de gestión como fue lo de las tarifas. Pero hay que ser mesurados, porque la sociedad está hipersensible y porque la batalla de sacar al 36 por ciento de los pobres nos costará mucho", apuntó.

Por último, dijo que más allá de los lugares que se le asigne a dirigentes radicales en las listas el año próximo, "lo importante es tener incidencia en el librero de propuestas de gobierno", para lo cual "necesitamos un radicalismo activo por el bien del partido pero sobre todo por el bien de Cambiemos".