El ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, afirmó este jueves que las últimas declaraciones del ex juez de la Corte Suprema de la Nación, Eugenio Zaffaroni, anticipando un final abrupto y violento del gobierno de Mauricio Macri antes de que termine su mandato "son tristes y lamentables", con el agravante de que "es miembro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y todo lo que trate relacionado con la Argentina estará teñido de opinión política adversa".

Garavano consideró que lo de Zaffaroni "parece una broma de mal gusto si no fuera porque la historia argentina tiene antecedentes lamentables de  estallidos y enfrentamientos en la calle" organizados por fuerzas políticas aprovechándose de una crisis social y económica, que terminaron con gobiernos constitucionales.

En declaraciones al canal Crónica, el funcionario nacional planteó la contradicción que muestra Zaffaroni "pronunciándose en la Corte Interamericana contra la remoción de Dilma Roussef en Brasil pero a su vez planteando hechos violentos que terminen con el gobierno de Macri antes de tiempo".

A su juicio, lo del ex ministro de la Corte con afinidad con el kirchnerismo es "triste" porque lo "desprestigia al teñir de intencionalidad política su rol internacional", y agregó: "él está jugando al límite y con ambigüedades para ver si prenden sus dichos, al afirmar que quiere que el gobierno termine el mandato pero opinando que sería mejor que terminara antes del período constitucional y deslizando la posibilidad de hechos violentos y estallidos".

Garavano aclaró que el gobierno argentino no presentó aún ningún recurso ante la Corte Interamericana reclamando la renuncia de Zaffaroni a la CIDH, ya que prefiere "leer sus dichos como una frase desafortunada producto de una visión ideológica política contraria al gobierno, pero sí se le pide racionalidad por el rol que ocupa".

Por otra parte, el funcionario anticipó que el gobierno "promoverá una reforma del sistema procesal penal para agilizar las procesos y causas".