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11-02-2018 | PROYECTO PENDIENTE EN EL CONGRESO | |||
Menstruación igual a "desigualdad económica" | |||
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Laura Belli, es doctora en filosofÃa y trabaja en el Hospital Argerich. Fue una de las impulsoras de la Campaña Menstruación, que se lanzó el 8 de marzo de 2017 (el dÃa de la mujer), con un objetivo claro y contundente que de a poco se está llevando a cabo: instalar el debate de la menstruación y como afecta a las mujeres frente a la ausencia de polÃticas públicas adecuadas. La campaña tiene reclamos puntuales que son: la eliminación de impuestos a los elementos de higiene menstrual, la provisión gratuita de artÃculos y la investigación al respecto.La propuesta tuvo repercusión y las diputadas Victoria Donda (Libres del Sur) Micaela Ferraro (Frente Renovador) y LucÃa Porto (FPV) presentaron proyectos, se espera sean tratados este año en el Congreso. - ¿Cómo surgió la iniciativa? ¿Quiénes fueron las impulsoras? - Desde EconomÃa Feminista preparamos materiales des distintas perspectivas para el 8 de marzo de 2017. Cuando pensábamos en los temas a trabajar, uno de los que surgió es que la menstruación estaba bastante invisibilizada, inclusive, dentro de las charlas feministas y empezamos a indagar que tipos de investigaciones habÃa sobre la menstruación que es un tema de mujeres y está bastante invizililizado desde distintas perspectivas.Encontramos diferentes temáticas que no habÃan sido problematizadas por todos los movimientos feministas en torno a la menstruación. - ¿Qué es EconomÃa feminista? - Es una asociación que existe hace tres años creada por Mercedes D´Alessandro y Magalà Brossio, dos economistas, lo que hicieron fue trabajar temas de economÃa desde una perspectiva de género. Preguntándose porque los indicadores no separaban en género, como impactaba ciertas cuestiones relacionadas a la economÃa a las mujeres, de diferentes edades, estratos sociales y demás. Empezaron a ver que habÃa una parte de la economÃa que estaba siendo invisibilizada especialmente todo lo que tiene que ver con trabajo doméstico no remunerado. Esta campaña que surge dentro del movimiento EconomÃa Feminista. - ¿Desde el año pasado, hay avances en lo que respecta a la investigación? - No, para nada. Solo presentación de proyectos de ley nacionales, provinciales y municipales. En Tierra del Fuego avanzaron en la provisión gratuita de elementos de gestión menstrual. No hay investigaciones de tipo biomédicas. - ¿Generó polémica este proyecto? - Genera polémica porque es un tema tabú incluso para las mujeres. Cuando empezamos con la campaña tuvimos dos tipos de reacciones principales, por un lado, mujeres jóvenes y adultas que se acercaban y nos decÃan: "gracias por hablar de esto y nos contaban sus experiencias" y por otro lado, mujeres que nos decÃan "por favor no hablen de estos temas que dan vergüenza porque son privados". Al principio, desde las mismas mujeres encontramos resistencia porque es un tema tabú. - ¿Por qué es tabú la menstruación? - Porque hay una construcción social alrededor de que lo sea. La sangre menstrual ha sido siempre oculta y nunca se tomó como un proceso normal del cuerpo. Se la toma como un evento biológico que está indiscutiblemente unido con la procreación. Lo que empezamos a ver es que la pregunta sobre la menstruación ni siquiera aparece en la consulta ginecológica, o sea, los profesionales de salud trabajan el tema como indicador de diferentes patologÃas que puede llegar a haber. - ¿El reclamo más importante es la falta de polÃticas públicas por parte del Estado? - Sin lugar a dudas. Primero el no reconocimiento de la importancia del tema. Eso hace que no se pueda medir el impacto de cómo afecta este problema a las mujeres. Es un problema económico para muchas mujeres. Una mujer gasta a lo largo del año lo mismo que una Asignación Universal por Hijo para el cuidado de la gestión menstrual. En una familia, con madre única sostén de familia y tres hijas adolescentes, es un gasto mensual caro, difÃcil de afrontar. Para muchas mujeres en Argentina es un problema y no está medido y contemplado. Para las personas privadas de su libertad es un problema grande porque las cárceles no proveen elementos de gestión menstrual y muchas veces se convierte en bienes de intercambio, para las mujeres que están internadas en los hospitales sucede lo mismo. Son aspectos de esta temática que no están trabajados y al no estarlo no se puede ver bien la incidencia real a nivel paÃs. Las polÃticas públicas tienen que empezar por reconocimiento de que esto puede llegar a ser un problema. Asà como en los Centros de salud se reparten preservativos de manera gratuita, también deberÃan repartirse elementos de gestión menstrual para las mujeres que lo necesitaran. - ¿La menstruación es fuente de desigualdad? - Cuando no te reconocen que es una condición biológica ineludible a la mayorÃa de las mujeres y que eso conlleva un gasto durante muchos años de la vida de una mujer y además está gravado con un impuesto como si fuese una cuestión cosmética y no sanitaria y si lo es, hay desigualdad entre mujeres y varones en ese sentido. Es una desigualdad económica y de reconocimiento de derechos. - ¿Por qué crees que es un tema que no está en la agenda pública? Porque genera incomodidad hablar de la sangre menstrual en los varones y muchas veces en las mujeres también y eso hace difÃcil en un recinto de hombre decir: "Menstruación o ciclo menstrual", "tampones" o "toallitas higiénicas". Lo que está rodeado a la genitalidad está rodeado de ese tipo de tabú. Es muy amplio el universo de las representaciones en torno del fenómeno de la menstruación. Y lo que nos interesa es que se hable de este tema. ¿Cuál es la resistencia? Desde desinterés hasta incomodidad. Desinterés, porque al no haber investigaciones a gran escala sobre cuál es el impacto sobre la vida de las mujeres es muy difÃcil acercarse con números y decir "hay tanta cantidad de niñas que pierden dÃas de escuela". No se evalúa el impacto en la salud de una niña que no tiene acceso al agua potabley todo los meses menstrua. ¿Cuál es el impacto en su salud? Todo eso no está medido.Es un problema invisibilizado, no negado todavÃa. Nuestra campaña lo que quiere es visibilizar un problema que hoy es importante y que experiencias en otros paÃses de la región han mostrado que muchas veces afecta la salud, la economÃa y la escolarización de las mujeres. - ¿Argentina es el primer paÃs que busco visibilizar este tema? - No, hay otros. Escocia entrega tampones a mujeres en situación de calle y paradores. En Latinoamérica también hay movimientos pero que aún no tuvieron el impacto a nivel polÃtica pública. En el estado de Nueva York (EE.UU) hay un proyecto de eliminación de impuestos. - ¿Cuáles son los nuevos desafÃos de la Campaña para este año? - Mover los proyectos de ley que por las elecciones quedaron un poco detenidos y para el 8 de marzo de este año estamos coordinando que se vuelvan a presentar los proyectos a nivel Nación y que se pueda replicar en las provincias. Hace menos de un año que planteamos esto, explotó por todos lados y generó un interés que nos encanta pero no habÃamos previsto. Queremos que no pase el interés y poder trabajar sobre el impacto real en las mujeres. |