14-05-2024
En la Provincia: "Interrogantes de fin de año"
Por Andrés Lavaselli @Lavaselli (Agencia DIB @AgenciaDib)
Cuando todo parecía preanunciar que el fin de año político transcurriría sin sobresaltos, el oficialismo aparece inesperadamente cruzado por cierta tensión que, sin llegar a configurarse como crisis, obliga a poner la lupa sobre algunas iniciativas clave del Ejecutivo, pero también sobre la dinámica interna de la Coalición en la provincia, sobre todo a nivel parlamentario.

La primera dificultad, evidente, tiene que ver con la ley para modificar el Gabinete. La idea fue "vendida" como una iniciativa para ahorrar %500 millones, podando solo 220 cargos políticos pero sin afectar a empleados rasos y fusionado estructuras sin quitar funciones al Estado. Sin embargo, surgieron rechazos en los gremios y dudas en el mismo oficialismo que obligarían a retrasar su tratamiento.

La resistencia gremial se vincula con la pérdida de derechos que, argumentan, supone el traspaso de trabajadores desde un área a otra. Pero la reforma encierra otros conflictos. La eyección de la Asesoría General de Marcelo López Mesa, enfrentado a poderoso Federico Salvai, es uno. "Seguirá ahora interesado en Gobierno en disolver esa estructura?", se preguntaba hace unas horas un diputado de Cambiemos.

Si esas son las peleas públicas, otras inconsistencias podrían darse en forma más reservada. Por caso, en la eliminación de la dirección de Descentralización del ministerio de Desarrollo Social. Bajo el nombre institucionalista, era una estructura para "pagar" políticamente a referentes territoriales de Cambiemos de las secciones electorales. Buena parte de ellos, ahora, trabaja en la Legislatura. ¿Y el ahorro?

El Parlamento que deberá tratar esa ley también ocurren otras cosas. Una de ellas se ventiló en una reunión de la que participaron días atrás Maricel Etchecoin Moro -delegada de Elisa Lilita Carrió- en la cámara Baja, Maximiliano Abad -radical, jefe del bloque de Cambiemos- y Manuel Mosca, presidente del cuerpo, alter ego legislativo de Vidal.

Previsiblemente si se tiene en cuenta las tensiones a nivel nacional, Etchecoin Moro avisó que La legislatura no será una "escribanía" y que votarán (y discutirán públicamente) más pensando en sus convicciones que en la disciplina partidaria. Abad sumó así una preocupación: en el radicalismo hay varios que ya le habían avisado que acompañarán pero que las iniciativas tienen que ser "razonables".

Aunque la advertencia apunta al mediano plazo, podría decirse que al periodo de concreción de las políticas más genuinamente macristas, a los radicales les hace ruido también una cuestión de estricta actualidad: la reforma jubilatoria. Un tema sensible porque, entienden algunos de ellos, pierde un colectivo que no debería hacerlo ¿Es una reticencia solo motivada por movimientos nacionales? 

En las últimas horas corrieron versiones, originadas en gremios "dialoguistas", que apuntaban la posibilidad de que la eliminación de las jubilaciones de privilegio sea la punta de iceberg políticamente correcta de cambios previsionales más profundos. En concreto: de una armonización de sistema jubilatorio provincial con el nacional, medida muy resistida por los gremios porque supone elevar requisitos para jubilarse y recortar beneficios.

Altas fuentes  del Ejecutivo lo niegan de plano. "Es algo que los gremios tiran justo en el momento en que comienza a andar la paritaria, nosotros queremos terminar el año en paz", deslizan. Hasta juran: "no hay nada de nada más allá de lo de las jubilaciones de privilegio". Es probable que sea así, pero solo por ahora. En todo caso la espina quedó clavada para los próximos meses. La armonización figura en el pacto fiscal que podría aprobar la Legislatura entre fin de año y principios de enero.

Mientras, el peronismo parece ensimismado, sumido en su propio juego: el 17 -día talismán- consagrarán una unidad partidaria ficticia. Es que los que se unen allí, se desunen en las cámaras, como quedó claro esta semana, con la oficialización de los bloques legislativos bonaerenses. Las bancadas ligadas a intendentes -dialoguistas- son más chicas que las controladas por el kirchnerismo, que harán una oposición dura.

Sin embargo, son lo suficientemente grandes como para convertir a ese colectivo en formación en el nuevo aliado estratégico de Vidal, en reemplazo del massismo y contra el kirchnerismo, que es más numeroso. Eso ocurre sobre todo en Diputados, donde Cambiemos le cedió una vice a Marisol Merkel que además todavía es una llave administrativa importante, porque la anunciada reforma para quitarle "el poder de firma" no avanzó aún. Dicen que cuando lo haga llegará atenuada, de modo que los alcaldes seguirán controlando parte del manejo de fondos.

En parte por eso y en parte por cuestiones vinculadas a la historia política de cada cual y a su realidad territorial, es probable que la bancada K en la cámara Baja no tenga aún su contorno definitivo. Tres -cuatro según algunos legisladores- podrían migrar el año que viene hacia el reparo que ofrecen los alcaldes. (DIB)