Vamos a votar bajo la sombra de Santiago Maldonado, otro desaparecido en democracia, pero esta vez como corolario de una sistemática represión a la protesta social. Vamos a votar bajo la sombra de varios presos políticos, entre los cuales Milagro Sala es el caso emblemático. Vamos a votar bajo la sombra de contundentes condenas de organismos internacionales por ambos acontecimientos. Vamos a votar bajo la sombra de las desapariciones de las imágenes de Julio López y las Islas Malvinas del piso de Plaza Moreno.

Vamos a votar bajo la sombra de una contundente indiferencia del gobierno, que sólo se ocupa y se preocupa por su "vuelta al mundo", aunque estrictamente, y sin mucho éxito, en el plano financiero y agro-exportador. Vamos a votar bajo la sombra de un gobierno que manda a las "fuerzas del orden" a invadir medios de comunicación, establecimientos educativos y religiosos, a infiltrar lumpenaje en marchas pacíficas.

Vamos a votar bajo la sombra de dos proyectos en pugna, pero ninguno de los dos pone en cuestionamiento el sistema capitalista. Uno de ellos gobierna y sostiene desde el Estado un programa financiero y agroexportador, con el individualismo a ultranza como único mensaje social. Es un gobierno conservador en lo político y liberal en lo económico. El otro gobernó hasta hace dos años y sostuvo desde el Estado un programa de desarrollo industrial, con la justicia social como paragüas protector de las desigualdades. Fue un gobierno desarrollista en lo económico y liberal en lo político. El primero está fundado ideológicamente en la dominación de clase y el segundo, en la alianza de clases.

Vamos a votar bajo la sombra de una elección particular que se cuela dentro de la elección general, una interna por la conducción política de la oposición que hoy encabeza el peronismo "K". Porque no hay, al menos en lo discursivo, dos proyectos políticos distintos en el campo nacional y popular: sólo hay una disputa por su liderazgo.

Vamos a votar bajo la sombra de una izquierda que no logra despegarse de su condición testimonial y ruega lograr más legisladores, con un tosco discurso igualador de macrismo y kirchnerismo, sólo sustentado desde la corrupción y la entrega, cuando, desde su impronta ideológica, debería sustentarlo, como se dijo líneas arriba, en la defensa del sistema capitalista que ambos proponen, aunque con sustanciales diferencias entre uno y otro.

Vamos a votar bajo la sombra del relato sobre la indiferencia popular: "no hay clima electoral", "a la gente no le interesa lo político". Eso es lo que dicen para potenciar ese "sentido común" fabricado, al que le agregaron, como inyección de refuerzo, los latiguillos "si gana fulano, pasará tal cosa" o "hay que frenar a Macri" o "hay que frenar a Cristina". Todo ello, lejos de incentivar la conciencia política del pueblo, sólo consigue que "la gente" se aleje aún más de lo político.

Vamos a votar bajo la sombra de una concepción "democrática" que no incluye la desmonopolización del poder político, que no incluye la distribución igualitaria del acceso a los medios de participación política, que sólo se contenta con poner en juego un sistema de principios y prácticas de designación de autoridades ejecutivas y legislativas, una delegación del poder y la responsabilidad del pueblo en unos cuantos representantes.

(*) Carlos Sortino exclusivo para Cadena BA. 16/10/2017

Periodista, ex docente de la UNLP. Referente de la Agrupación Municipal Compromiso y Participación (COMPA): https://www.facebook.com/COMPALaPlata/